Vinculados [🌈] Namjin. ¡TERMINADA!

Capitulo 16

🧿Temporada III Oráculo. 🧿

Kim Namjoon.

En el Clan de Cazadores la sobrevivencia es el factor principal en ese horrible lugar.

Recordaba cada vez que mencionaban el clan de Cazadores, lo peor de lo peor. Aun no siendo testigos con su propia vida. Podía decir que mi estancia era en una pequeña cabaña en el bosque, como las otras personas que vivían en el clan eran los suficientes egoístas para no soportar sus tierras.

El sustento venía de una cascada tan profundo, nada cristalina, más parecida como un lado en un agua encharcada. Los pocos animales como gallinas y cerdo, es lo único que se puede, además, que con suerte era un lujo encontrarse verduras y frutas silvestres.

Me di cuenta de la situación de mi hogar al tener la edad de diez años, mi padre despegando su furia por una mala caza, mi madre mezquina quien vende en altas sumas los animales que roba, antes de alimentas a mis tres hermanos mayores y a mí.

Fue en una tarde cuando nuestro padre nos llevó a cazar, mis hermanos eran audaces usando sus armas mientras mi hermana y yo, nos encontrábamos en su sombra. Fuera de ser un mortal que se hace llamar cazador, me di cuenta que los animales que llevaba mi padre, era ganado de otras personas que luchan por alimento.

− ¡Muévete Namjoon! −Exclama mi padre liberando a los animales como su ganado− ¡Antes de que lleguen! ¡Lleva las gallinas a nuestro corral!

Vea a mis hermanos victoriosos llevarse dos cerdos en una carretilla, mi hermana luchando por tomar de las patas dos gallinas en cada mano y yo. Simplemente me inunda el miedo de ser descubierto, en algo que sabia que no es correcto.

Era la sed de mi padre el cazador que no se dio cuenta que faltaba yo, recibiendo los picotazos de las gallinas, veo al verdadero cazador dictaminarme culpable de haber liberado sus animales, me lleva arrastrado, despertando a las demás personas de la zona.

Llegando el hombre a reclamar a mi padre fue mi primer y último castigo, nos habían descubierto por mi culpa.

No era lo suficiente fuerte como mi padre para golpearme hasta no levantarme.

− ¡Déjame matarte! ¡Tal vez esta paliza te haga pensar mejor!

No tenía la voz de mando de mi madre para declarar mi odio desde que nací.

− ¡Eres el peor hijo que pude tener! ¡No sirves para nada!

No tenia la fortuna de mis hermanos mayores para seguir el mismo camino de cazador como mis padres y tenerlos orgullosos.

− ¡No sirves para cazar unas gallinas! ¡No eres un cazador!

Decían cazar, en vez de robar. 

Me habían declarado como algo inservible, un bicho raro que no merecía ser parte del clan. Como si me tratara de algo desechable me corrieron de caza, al tenebroso bosque que existe entre las sombras.

Me marchaba de mi hogar apenas con el poder de mi voluntad que me permitiera levantarme, en pasos pequeños a pesar de que los cazadores de la zona me reclamaban como un vil ratero, alguien que roba el alimento de otros.

Ninguna palabra sale de mi boca, cuando siento los ojos en mí, ninguno de ellos tiene piedad hasta que desaparezco en lo profundo del bosque. Cuando mis piernas ya no pueden más, cuando mis ojos están inundados de lágrimas, el Oráculo apareció.