Capitulo 83

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Kim Seok Jin.

En el inicio de tiempos ancestrales era un joven demonio, vulnerable y lleno de inocencia, mi inmortalidad me convirtió en lo que soy ahora, el rey de Cromática.

Mientras mis tres sabios resistían en las bóvedas subterráneas, realizaban un sello de vida. En caso de no poder resistir en contra del oráculo daría mi inmortalidad al destino, sellando aquel ser de gran fortaleza dando mi vida a cambio.

−Levántate Chittaphon, que tus restos prevalezcan en la tierra. −Una mano amiga del Oraculo es suficiente que el cuerpo del ser que he matado se levante con un fragmento de la espada, con una sonrisa de victoria que me demuestra−Kim Seok Jin, rey de Cromática. No tenía ni idea que pelearas ¿Tu esposo Bang está de acuerdo con esto?

En una mirada sin vida en sus ojos niego, en los recuerdas que se basan antes de formar una alianza con Cromática, en donde no existen sus anteriores alianzas y demás dulces recuerdos.

−Te han nublado el juicio Oráculo, estas atacando en contra de tu voluntad.

−Demonio, tonto... −Habla automático en una de sus visiones− Profetizo, tu muerte, después de ver a todos los seres que amas morir, tu vivirás, claro. Así lo desea tu destino....

La misma predicción que me dio en mi pasado...

−Han pasado dos siglos desde que me diste esa predicción. ¿Ahora intentas hacerla realidad?...

Son instantes de lo que pasa con su rapidez, con espada que lanza al aire, se acerca con sus manos pálidas en mí, logrando tomar mi cuello y con eso derrumbarme con los árboles pequeñas montañas, al recuperar el aliento, mi espada contrataca su muñeca, apenas causando que me suelte.

No había tiempo de caer de rodillas en el suelo, al ver la luz desde el cielo con la espada amortiguando, me adelanto y al caer la espada en una predicción con la que acabaría con mi vida, la recupera en un choque de espadas.

La poca luz que me brinda del cielo, es iluminada por el aliento de fuego de dragones que evaporan las nubes de oscuridad, otorgándome la luz del día y un oráculo atento en querer matarme con sus ojos brillar en un futuro con mis ataques conocidos.

−Persistes en no tener que recordar, yo te demostrare tu verdad.

Ante aquel llamado retrocedo para mostrar a las dos criaturas principales que fueron sus familiares, sus movimientos se vuelven lentos cuando la pantera y el tigre se lanzan encima de ellos. Chittaphon interviene queriendo a los dos familiares atacar.

− ¡Shilba, Shira!

Mientras ambas espadas se acercan a transformarse a espadas, es el familiar en forma de ave cual lanzo para transformarse en lanza, logrando tocar el cuerpo de Chittaphon quien cae al suelo. Trato de resistir con el oráculo volviendo a atacarme, usando su magia demoniaca para ahogar mis sentidos en pesada energía.

Al tenerlo cerca mío, recuerdo los hechizos demoniacos, deseando que guarde la compostura a sus ataques.

Maldigo a la criatura quien se postra al verdadero rey demonio, en una maldición que sus maldiciones lo someten a lo que verdadero son.

Esperando que proyecte su naturaleza hibrida, apenas el suelo se abre para tener que cubrirlo, en una sonrisa de orea a oreja, sucede lo que me advirtió Shilba.

−No trates de maldecirme, en hechizos que yo mismo invente. ¿Querías ver mi naturaleza? ¿Qué hay de la tuya?

Maldiciendo en un hechizo perfecto, veo las marcas malditas en tinta arder en mi cuerpo, sintiendo mi cuerpo hervir en oscuridad. Las armas en mi poder me protegen, hasta llegar su cuchilla apuñalar mi estómago, es cuando pierdo el aliento y mis instintos me alertan.

Vinculados [🌈] Namjin. ¡TERMINADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora