Capitulo 75

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Kim Namjoon.

La oscuridad se sometía en mis sueños.

En un cielo carmín en un gran comedor dentro de su castillo, cada uno de los rayos me otorgaba la decadente luz, en un suelo en que rondaban serpientes de grandes y pequeños tamaños, cada una revolcándose a devorar los cuerpos, creando nuevos enemigos y tirando el resto desde la cima de una de las ventanas al mar.

Me encuentro postrado en uno de los asientos, frente mío al final de la mesa encontraba el demonio de las leyendas, estar cubierto del largo de una gran serpiente. El rey demonio devoraba en un gran festín, de su fuerte armadura y los escases de poder mostraba a un demonio de largas uñas negras, pálido rostro, cabello largo y ojos.

Los ojos mas hermosos estaban en criaturas siniestras, en Titán y sus Jinetes.

El ruido del trueno me hace levantarme de la pesadilla, con un corazón escandalizado y mi cuerpo sudando frio. Veo a mi alrededor aun acostado en la pequeña casa de madera, con Jeon durmiendo igualmente que yo a un lado, al reincorporarme Nazu inmerso en sus sueños.

En ruido de cristales chocarse, veo a mi lado el frasco con fragmentos, los fragmentos que saque de los Jinetes, ahora tenia una forma de poder comunicarme con Titan.

Me pongo de pie cargando la espada conmigo, junto la delgada rama antes de marcharme, me quedo inmerso a la cama donde se encuentra Nazu, sus calmados ronquidos y su postura encorvada mientras duerme. Tomo asiento al borde de la cama a su lado, al escuchar una queja de sus labios.

− ¿Nazu?...

Parece haber sentido un escalofrió, me acerco a estirar la manta para cubrir debajo de sus hombros, alzando sus brazos sintiendo su delgada figura, la piel que se pega a sus huesos en su piel tersa, al soltarla voy a tocar a su frente.

Su calidez perdiéndose, al igual que su salud deteriorándose.

Nazu al menos tenia un siglo, mas de lo que puede vivir un ser no inmortal. A pesar de eso en las estaciones, es su voluntad lo que hizo ir hasta acá y simplemente verlo sentía un nudo en mi garganta, dolor en mi pecho al ser tan egoísta para no haberlo notado.

¿Cuándo dejare de ser un niño?

Haber hablado con el rey Onew me deja pensar la razón por la que muchas criaturas se quedan en el reino de otoño. Si este el camino de Nazu, como otras criaturas que buscan surcar su llamado "Paraíso" ¿Qué puedo hacer yo?

En incertidumbre aparto mi mano de la frente de Nazu, llevando el resto de mis cosas fuera para seguir mi entrenamiento. Con testigo de la luna, el solo pensamiento de haber perdido de una de las pocas criaturas que me trataron bien en el clan de cazadores, me hace desbordar lágrimas.

¿Debo de acostumbrarme a este tipo de perdidas? En un futuro si desean todas esas criaturas enfrentarse en esta guerra... Por Cromática.

Me encontraba en el mismo campo de protección con la rama que se alimenta de mi sangre, igual como el día que me entregaron.

Aun con las manos nuevamente destrozadas. Me mantengo con los sentidos agudos esperando que mi poder genere algún cambio, con la espada de Luz posándose en mi hombro y las plegarias de las hojas del libro bendito, cubierto mi mano estoy por pasar el mismo dolor.

Mis instintos estaban al borde al no poder salir en este reino de suelo muerto, y ahora con esa detestable luna, estaba terminando con mi conciencia.

− ¿Detestable luna?...

Me doy una auto bofetada, más fuerte de la que haya pasado en mi vida. Lo suficiente para sacar la voz de Onew de mi mente. Escucho el chillido de los grillos, el viento des controlable y la hermosa luna que había maldecido.

Vinculados [🌈] Namjin. ¡TERMINADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora