Vinculados [🌈] Namjin. ¡TERMINADA!

Capitulo 69

Kim Namjoon.

En una muda de ropa nueva puedo sentir a la madre de Jin comenzar a vestirme, ajustando un poco mas la ropa y peinando mi cabello. En su sonrisa podía recordar aquella carismática que portaba Jin, a pesar de ser la mujer un demonio portaba con gracia sus alas blancas.

−Señora Kim, tener que verla me hace recordar a su hijo menor. −Menciono a ella quien prepara el desayuno usando su magia demoniaca− El rey, no me ha hablado tanto de ustedes.

−Es normal, nuestra especie no nos deja vincularnos con nuestra descendencia. −Responde ella algo adolorida− Al tener a Seok Jin, tuve que seguir mis tradiciones. Al crecer las alas de un querubín, debes de dejarlo en libertad a que vuele a su destino.

¿Lo abandono a su merced? Puede que pueda sonar normal para ella, pero realmente me hace algo tan cruel.

−Si sirve de consuelo Jin aun se encuentra en Cromática, es el rey de la otra mitad del mundo y hay muchas criaturas que lo adoran. −Respondo algo incomodo− En el reino de las estaciones hay tradiciones que no entiendo.

−Puede que sean distintas a las que conocen, eres muy joven. −Sonríe ella acercándose para acariciar mi mejilla− Pero estas gobiernan nuestro mundo, las que mantienen el orden en nuestro reino.

−Ahora que los vampiros no estarán en un tiempo. ¿Qué es lo que harán?

−Cada uno seguimos a nuestra raza, no necesariamente tenemos que desear lo mismo que esos vampiros. −Se burla ella trayendo un plato de verduras frente mío− Vamos debes de comer, en el reino de otoño necesitaras energía.

Agradezco el desayuno, aun mirando en la pequeña casa de barro el humilde hogar en el que perteneció Jin. Fuera de el deambula demonios de todas las razas, entre ellas la que perteneció Jin en Ángeles Demoniacos, fue la historia del gigante Kim quien surco tierras desconocidas y conoció a su vínculo, el primero en nacer fue el ermitaño Jeon, seguido de Jin.

Salgo instantes de la casa, viendo el lugar inundado de demonios que esperan ser tratados por el ermitaño Jeon, tras una fila en la que atiende algunos, yo también me huno, notando el gesto de mi ermitaño al mantenerse aun sin camisa.

− ¿Qué sucede? Mi madre ya te aburrió con sus historias.

−Para nada, desde el día de ayer que me mostro su hogar, no puedo dejar de pensar en un pequeño rey paseándose a los alrededores. −Rio refiriéndome a Jin− Nunca me imaginaria que el rey de Cromática inicio aquí.

−A veces las criaturas mas fuertes, se encuentran en los confines mas abandonados en el mundo. −Responde el tras un agradecimiento a la criatura que atendió al sarpullido− Como vez, valoro mucho ese tipo de criaturas.

− ¿A mí me valores por haber estado en el clan de cazadores?

−Si, tal vez...

Eso me hace dar un reojo a la pequeña maleta encantada con recuerdos, los demonios aquí nos han dado distintos presentes, aunque no podemos con la gran carga existen artículos encantados que no lo permiten. Fue de ver meter a la maleta a Jeon regalos para su hija, fue en la tienda de minerales donde vi un mineral con el nombre de Taeyang.

−Como mi ermitaño sabes que deseo lo mejor para ti, por la felicidad que le has dado a Taeyang. −Murmuro poniéndome a lado de él y comenzando a compartir el tónico con demás demonios− Al ir a la granja de Daemoniums te vi escabullirte con ella, se veía contenta...

Incluso Jeon se veía igual de feliz.

−Namjoon, estas tocando territorio peligroso.

Suelta una suave risa, notando la mueca del ermitaño.