Ese delicioso sabor de la sangre, su aroma, me vuelve loca. Este chico huele muy bien, me separó un poco de el y me veo reflejada en sus ojos.
-Que hermosa eres.- Su mirada parece un poco perdida, lo extraño es que me gusta lo que me dice.
-¿Muy hermosa?.
-S...sii.- Sonrió muy complacida, esta nueva yo me fascina. Una vez mas me acerco a su cuello para seguir bebiendo de su sangre pero algo me aleja, me levanta por el aire y salgo despedida hacia un árbol, por instinto caigo de pie.
-¿Que crees que haces?.
-Víctor.-
-Niña estúpida ¿que crees que haces?, a los humanos debemos de mantenerlos lejos en este momento, los cazadores están detrás de nosotros, si matamos a alguien este desastre sera peor.
-Cálmate, nadie se enterará
-¿Que nadie se enterará?. Estas loca ellos tienen a alguien que les dice cuando mordemos a lo humanos.
-¡Que miedo!.
-¡Alexa basta! Crees que esto es juego y no lo es.- En los ojos de Víctor podía ver lo molesto que se encontraba.- Bien ahora pensara que tuvo un sueño nada mas, para el serás eso, un sueño.
Víctor recostó a el chico a un árbol, ordeno todo el lugar, se detuvo frente a mi mirándome molestó.
-Tengo cosas de que ocuparme como para tener que estar de niñera de una niña mimada como tu, tienes que controlarte, eres una vampiro ahora todos tus sentidos están intensificados, te sentirás débil, tendrás un hambre insaciable.- Con cada cosa que me decía me iba arrinconando hacia un árbol, mi espalda toco la superficie del árbol, el cuerpo de Víctor estaba muy cerca del mio.- Y todo empeora cuando tu sangre comience a pelear en tu interior, cuando las dos razas traten de dominar.
-Sabré como dominar mi propia sangre.- Un deseo desconocido recorrió todo mi cuerpo.- Ahora solo quiero disfrutar de mi nueva yo.
-¿A que te refieres?.- Víctor me algo intrigado.
-A esto.- Mis brazos rodearon su cuello y comencé a besar a Víctor y por alguna extraña razón me gusto.
-Alexa.... -No permití que hablara seguí besándolo, Víctor rodeo mi cintura con sus brazos, no me podía controlar de un momento a otro mis piernas rodeaban su cintura, los besos eran mas salvajes e intensos.- Niña.
-¿Si?.- No permití que dijera algo mas, deje de rodear lo con mis piernas y mis brazos.- Atrápame si puedes.- Comencé a correr utilizando todos los sentidos, mi cuerpo se movía muy rápido, sentía a Víctor de tras de mi, me enfoque en llegar a la casa lo mas rápido posible.
-¿Que tratas de hacer?- Víctor esta frente a mi.- Tu no eres así, atrevida.
-Puede que antes no, pero ahora si, además ¿que tiene de malo?, divertirme no le hará daño a nadie.- Comencé a quitarme la camisa mientras pasaba delante de el hacia la casa, me divertía ser así, la mirada de Víctor estaba en mi todo el tiempo, me detuve en el pasillo a mirar hacia atrás para darle a entender que entrara, Víctor sonrió y cerro la puerta detrás de si. Yo por mi parte fui a la habitación.
Mi cuerpo se movía solo, algo me llamaba, me atraía. En un pequeño jardín había una mujer dándome la espalda, su cabello largo y oscuro, llevaba un vestido negro que resaltaba con su piel blanca, a lo lejos escuche la risa de una niña.
-¡Mami!.- Una niña de unos 5 años se acercaba a la mujer, volví mi mirada a la mujer en el momento en el que su mirada se dirigía a la niña, la conocía de algún lugar pero ¿De donde?.- ¡Mami!
Mami, algo sabia de ellas dos, mi mente no lo podía recordar. Vi como la mujer le dio un beso en la frente a la niña.
-¡Madre!.-Era mi madre, la mujer y la niña, mi madre y yo.
-Alexa, mi vida se supone que tienes que estar con tu papá y tu hermano, ¿Donde están esos dos?.-La niña señalo algún lugar detrás de si.
-Vuelve a casa mami.
Despertar y sentir un fuerte dolor en todo tu cuerpo y que tu cabeza no deje de dar vueltas es lo peor del mundo, trate de relajarme un poco para que el dolor se fuera poco a poco. Al mirar a mi alrededor pude notar que estaba en la habitación de Víctor, lo último que recuerdo es haber estado débil, solo eso. El dolor había desaparecido, me incorpore en la cama, note que no llevaba ropa, recordé al hombre en el bosque, mi sed, Víctor y yo.
-Ay dios mio, ¿Que hice?- Debo de estar loca para haberlo hecho, pero me gustó.- No puede ser, no puede ser.- Me cubrí con las sábanas.
-Alexa, se que ya estas despierta.- No sentí cuando Víctor entro en la habitación.- Cuando decidas levantarte debes de tomarte esto, te lo dejo en la mesa.- Escuche la puerta cerrarse, espere cinco minutos antes de levantarme.
Mi ropa estaba doblada en una esquina de la cama y en la mesa de noche había una bolsa de sangre, no quería probarla, el recuerdo de lo que le estaba haciendo a ese hombre me ponía mal, me levante para darme un baño.
Luego del baño, la bolsa de sangre se me hacia provocativa, no soporte mas y comencé a beber de ella, mi hambre se disminuía con cada trago, pero esa sensación que sentí cuando estaba bebiendo del hombre no estaba en ese momento, yo quería esa sangre, la del hombre, sentir nuevamente su olor. Mis sentidos de un momento a otro se intensificaron con el solo pensamiento de la sangre de ese hombre.
-No volverá a pasar,créeme.- Víctor estaba en la puerta de la habitación, yo aun no me había vestido.
-¿A que te refieres?.- No quería moverme, sentía que si lo hacia el podría avanzar hacia mi. ¿Por que tengo miedo de el? yo no soy así.- Sal,quiero vestirme.
-No.
-Que salgas.
-Niña yo no recibo ordenes, yo las doy.
-Como quieras.- Me levante, deje caer la toalla y comencé a vestirme frente a el, no me gustaba esto pero no debo de tenerle miedo y tampoco hacer lo que el me diga.
-¿Siempre le llevas la contraria a todos?.
-Si, algo que aprendí de mi madre pero que jamás utilice, hasta ahora.- De un momento a otro esta contra la pared, estaba a medio vestir, el cuerpo de Víctor esta pegado a el mio.- Aléjate, yo hago lo que quiero, me voy a mi casa a ver como traigo a mi madre de vuelta.
-No te voy a dejar ir, la que esta en el cuerpo de tu madre te puede matar con solo el pensamiento si sabe de tu existencia.- Víctor acerco su cara a mi cuello, sentí su aliento, comenzó a hacer un camino de besos desde mi hombro hasta mi mejilla.
-No haré lo que tu digas.
-¿Segura?.- Dijo mientras seguía besándome, algo tenía que no podía resistirme, me sentía algo mareada.
-Me siento algo mal.
-La sangre te puso así, estas algo débil, es mejor que descanses.
-No, no quiero descansar.- Algo me hizo la sangre que provoco que deseara una cosa, a Víctor.- Quiero otra cosa.
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Nocturnos y la guerra de los cazadores
VampirosUna guerra se acerca para Anastasia y Lexa