VI

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No sabía exactamente cuánto tiempo había pasado desde que estaba en aquella celda, lo cual era una mentira porque bien sabía que solo habían pasado horas, pero Hicca juraba que nunca en su vida sentía la paciencia estar al límite como la tenía ahora.

Cuando regrese a su Nido tendría que ofrecerle disculpas a todos los dragones que se tomaron el tiempo para educarla y aguantarla durante tantos años, porque a pesar de que los dragones eran conocidos por ser criaturas bastantes tercas y obstinadas, Hicca lo probó ser aún más.

Admitiría que que al principio comenzó de forma divertida y hasta interesante el cómo podría aprender un nuevo idioma, pero con el pasar de los minutos se dió cuenta que éste nuevo idioma era bastante complejo y tenía que articular vocales, consonantes y sílabas que ni siquiera usaba cuando se comunicaba con los dragones.

Al menos ahora podía decir cosas básicas como saludos y descubrió que la isla en la que se encontraba en estos momentos era conocida como Berk.

Parece ser que los nombres se pronunciaban de forma un poco similar a su lengua natal, pero con ligeras diferencias claro.

Dejando eso de lado Hicca aprendió bastante rápido, todavía no podía formar oraciones completas, pero al menos podría comunicarse mejor.

-Bueno repasemos lo que hemos aprendido.- dijo Patapez hojeando su pequeño cuaderno en el que anotó toda la información que lograron sacarle a Hicca.- Su nombre es Hilda, es forastera, obviamente, y parece que viene de una isla muy lejos de nuestro Archipiélago con una persona llamada Hereston por lo que podemos ver.

-No hemos hecho mucho progreso entonces.- comentó cansada Astrid.

-Parece ser que no.- respondió de igual manera Patapez.- Al menos el trío desastre se fue antes y pudimos hacer algo de progreso.- intentó bromear pero el silencio fue su única respuesta.

Hicca se encogió en su lugar y abrazó sus rodillas rendida, sabía que por el tono no había logrado ayudar mucho y todo intento de salir se estaba esfumando de sus manos. Ella había visto la noche anterior como las bolas de pelo, vikingos si mal no recordaba la palabra, peleaban contra los dragones.

Si en verdad quería encontrar a Chimuelo, quien esperaba que estuviera sano y salvo sin que los vikingos lo hayan encontrado, no debía revelar que buscaba a un dragón.

Por suerte el ingenio de Hicca le hizo inventar una historia que plasmó a base de dibujos gracias al carbón y papel. Cómo le agradecía a los dioses en ese momento que ella era muy talentosa cuando se trataba de dibujar, porque de ser lo contrario si estaría en un gran aprieto.

-Vaya, en realidad dibuja mejor de lo que escribe.- se ganó una mala mirada de Astrid ante el comentario.- Veamos...- comenzó a analizar Patapez.- Ésta mancha debe de ser una isla, puede que su isla de origen, dos personas y un dragón... Creo que el dragón los secuestró a ambos y ella está buscando a la otra persona, Hereston.

-¿Cómo por qué un dragón secuestraría a dos personas y los traería a una isla que está a miles de kilómetros de ahí?- preguntó un poco incrédula Astrid e Hicca sintió que no había una coherencia en su historia.

-¿Tal vez necesitaba bocadillos a la hora de descansar?- intentó aportar Patapez.

-Sea lo que sea, está buscando a alguien. Aunque si estamos hablando de dragones lo más seguro es que esa persona esté muerta.

-¿Igual que aquellos que van en busca del Nido?

-Eso no lo sabemos, Patapez.

-Tampoco sabemos si la persona que busca está muerta.- le recalcó.

I'm flyin' with the DragonsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora