Hicca apenas y pudo dormir aquella noche debido a los nervios y el temor de tener que matar a un dragón con sus propias manos. ¿Y para qué? Para probar que ella era una vikinga.
Ella era un dragón. Su familia eran los dragones.
Se había vuelto a escabullir esa noche a la arena para poder explicarle a Chimuelo todo lo que había pasado. El chico solo la escuchaba atentamente y deseaba destruir la puerta en esos momentos para poder consolarla.
-Hicca, no te preocupes. Haz lo que creas que es correcto.- intentó consolarla.- Pero si las cosas salen mal, te juro que saldré de aquí y te ayudaré.
-No.- sacudió su cabeza.- No quiero que te metas. Si sales y ayudas tanto en tu forma humana como en la del dragón te van a matar sin pensárselo. Todo habrá sido en vano entonces.
-Pues yo no voy a dejar que te lastimen.- Chimuelo mantuvo su postura.- Hicca, si necesitas ayuda. No lo dudes. Grita.
Hicca pensó en las palabras de su amigo y asintió con la cabeza con una pequeña sonrisa apoyando su mano en la puerta de la jaula. Chimuelo pareció saber lo que hacía e igualmente apoyó la suya esbozando una pequeña sonrisa.
-Oh, por cierto.- comentó Hicca pasando la nueva cola prostética por el pequeño espacio.- Aquí está la última versión de tu cola.
...
Y así es como regresamos al presente con toda la aldea en la arena gritando y moviéndose para encontrar mejores lugares para presenciar la pelea de la chica dragón contra la Pesadilla Monstruosa. Cortesía de su jefe.
-¡Chica dragón! ¡Chica dragón! ¡Chica dragón!- gritaban emocionados de presenciar la pelea. Más para Hicca era un total infierno recibir ese tipo de ánimos solo por asesinar a un dragón que podría ser inocente.
Digamos que el dragón no era el más hablador cuando iba con Chimuelo.
Fue interrumpida de su línea de pensamiento cuando sintió una presencia a lado suyo revelando a Astrid que la veía desde una distancia segura para evitar sospechas, pero sabía que estaba preocupada por lo que podría pasar.
-¡Puedo mostrar la cara en público otra vez!- bromeó Estoico haciendo reír a los vikingos.- Si alguien me hubiera dicho que una chica, extranjera además, pasaría a ser una de las mejores asesinas de dragones, lo hubiera atado a un mástil y lanzado al mar creyendo que se había vuelto loco.- todos comenzaron a lanzar porras.- ¡Y ustedes lo saben! Pero aquí estamos. Y nadie está más sorprendido, ni más orgulloso que yo. Mi hija volvió a casa.
Ese último comentario dejó a todos sorprendidos y con las mandíbulas casi cayendo al suelo. Chimuelo había logrado escuchar todo y de no ser porque estaba sentado si se hubiera caído al suelo por la sorpresa.
-¿Ese hombre es el padre de Hicca? Ay por el Alaeterna...
Hicca no llegó a entender muy bien lo último que había dicho debido a que no tenía el vocabulario vikingo completamente aprendido, pero debió imaginar que fue algo horrible debido a las expresiones de los vikingos.
-Hoy mi hija se convierte oficialmente en una de nosotros. ¡Hoy mi hija se convertirá oficialmente una vikinga!- gritó y la emoción volvió a llenar el estadio.
La castaña solo observaba aguantando su respiración hasta que escuchó a Astrid hablar a un lado suyo.
-Ten cuidado con ese dragón...- le aconsejó preocupada olvidando el gran detalle que ahora estaba hablando con la hija del jefe.
Hicca solo negó con la cabeza y tomó la mano de Astrid apuntando al jefe de los vikingos. Astrid asintió entendiendo lo que trataba de decir y apretó su mano.
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I'm flyin' with the Dragons
FanficHicca era solo una bebé cuando su vida dió un gran giro sin esperarlo. Desde que tiene memoria siempre ha estado rodeada de ellos, dragones de todos los tipos, tamaños y colores. Creciendo a su lado, enseñándole la lengua de los dragones como su med...