Maestra Kim | Chaesoo

20° [R - J]

[ROSÉ]

Han pasado un par de días desde que comencé el jueguito de los mensajes con Jisoo.

Félix ha sido mi confidente en todo momento. Es un gran amigo, incluso me ha dicho que ya el viernes no tenemos que hacer el trabajo, ya que lo hemos finalizado y entregado antes.

Con respecto a Jimin, hemos decidido evitarnos inconscientemente. Lo prefiero así. Mi familia es una puta mierda y... yo probablemente también lo soy, pero prefiero evitarme remordimientos de tener la sangre espesa.

No elegí nacer en un núcleo familiar roto.

Ni siquiera elegí nacer, ya que estamos...

Con Hyunjin no hablamos más desde la pelea con Yeji, le dije que era un hijo de puta y que me deje en paz. Él no tenía derecho de decirle a Yeji lo que había sucedido con mi familia. No tenía ni siquiera el mínimo derecho de opinar.

Mientras la hora pasa sólo pienso en que Jisoo se ha ofrecido a llevarme a casa. Toda la semana ha estado algo apagada y aunque he intentado sacárselo por mensaje, ella no ha cedido a contarme ni un poco.

Pretendo lograrlo en el auto, o al menos pretendo decirle que... me gusta.

Sí, eso. ¡En mi defensa es idea de Félix! Y él no se ha equivocado en nada hasta ahora... pretendo que no sea la excepción.

He estado algo nerviosa durante el día. Esperando... Esperando que sea la hora.

—¿Y sí no le gusto? —Félix gira los ojos apartando la vista de su libro sobre... ¿Sexo? Joder. La necesidad.

—Cariño, Rosé... ¿Tu ves como te mira? Se comen con la mirada, mientras tu quieres estampar tu cara en su co-...

—¡Basta! —lo interrumpo sonrojada—. Joder, Félix. Un poco de tacto te pido.

—Juntarme contigo me quitó el tacto. —Hace un movimiento con la mano y sonrío— ¿Qué?

—Eres tan gay —me burlo rápidamente.

—Y tú tan lesbiana.

—Sí, lo soy. Mucho más con Kim cerca.

—Entonces ve y follala —ríe él— ¿No que eso te gustaría?

—No sólo eso... realmente me gusta Kim para algo más que sólo tener sexo... yo quiero conocerla.

—Conocerla. El amor tan estúpido y dulce —menciona él—. Entonces... la invitas a lo del viernes sí te corresponde. Conseguiré un sitio privado y precioso, de ser así.

—¿Sabes que te quiero, no? —pregunto y él asiente.

—Lo sé, yo también a ti, Rosé.

—Sí fuese heterosexual yo te daba.

—Lo mismo digo, aunque... no me imagino queriendo follarte, lo siento.

—Ni yo a ti, es que ni ganas me dan de intentar imaginarlo.

Ambos nos reímos y realmente las charlas con Félix logran relajarme. He tenido los ánimos en el suelo, perdí a mis otros dos mejores amigos y Félix junto al juego Kim... han hecho definitivamente todo más llevadero.

—¿Li? —el rubio me observa— Gracias por estar aquí.

—Gracias a ti por querer ser mi amiga, es difícil conseguir a gente que quiera acercarse a un autista homosexual de más de veinte años. El promedio de vida de la gente como yo es hasta los treinta años con mucha suerte.

—¿Qué te puede suceder luego de eso? —pregunto rápidamente.

—Me puedo suicidar si soy muy infeliz.