Maestra Kim | Chaesoo

22° [R - J]

[ROSÉ]

Mientras bailaba con Talia, el ambiente solo se calentaba aún más. Ella realmente sabía bailar bien.

Las canciones más populares del momento sonaban dentro de la fiesta, realmente no es mi estilo de música, pero bailar no le hace mal a nadie.

Aunque preferiría estar bailando a Nirvana en casa con mi pijama de dinosaurios para ser sincera. Nirvana es una gran banda, de mis favoritas diría yo.

Talia se acerca a besarme nuevamente y siento una mano jalando mi brazo.

—Nos vamos —gruñe una voz familiar. Observo y es Kim.

Joder.

—Sueltame, hey —me giro en dirección a Talia— ¡Yo te llamo! —Ella me lanza un beso y yo sonrío—. ¡Mierda, Jisoo!

Me saca a rastras de la fiesta y yo me rindo a la mitad del camino. Siento que ya habíamos vivido ésto... ambas en una fiesta mientras una le hace una escena de celos a la otra, porque a mi nadie me saca de la cabeza que Kim está celosa. Tengo un deja vú de que alguna vez Kim y yo discutimos en medio de una fiesta... ¿Estoy loca acaso?

—¡¿Qué coño te pasa?! —gruño y ella gira sus ojos— ¡Oh, no! ¡No vuelvas a mirarme así! —toma mi mano y entrelaza sus dedos con los míos para llevarme al estacionamiento.

—-No seas inmadura y camina —me suelto de su agarre.

—Mi futura novia está dentro, permiso —me doy media vuelta y siento los brazos de Jisoo rodear mi cintura para mantenerme en mi lugar, y levantarme en su espalda a caballito— ¡Jisoo, hija de puta, sueltame!

—No, no lo creo, cariño. Vamos.

—Ni li crii ciriñi —la imito y giro mis ojos—. Como te odio —la veo sonreír.

Que linda sonrisa tiene la hija de puta, como me gusta.

Ella se acerca a la puerta del copiloto y me baja. Me cruzo de brazos y me niego a entrar.

—Dejé a tu hermanita sola y a mi Félix.

Gira sus ojos. Me cansé de pelear para que entienda.

Debería castigarla.

—Volverán en el auto de Jennie, está estacionado fuera del club. —Bufo y ella ríe—. Te ves linda enojada.

—Más linda me veía bailando con Talia y comiendole la boca —gruño.

Ella mira hacía otro lado, me apoyo en la puerta del copiloto y ella apoya los brazos a cada costado de mi cara.

—Deja de hablar sobre eso —noto como algunas venas de su frente se marcan.

Sexy.

—¿O qué? Estoy harta de tus putos celos. Todo te jode pero no actúas, y sí tú no me quieres, soy libre de-...

Sus labios chocan contra los míos y siento su cuerpo acorralarme contra el auto.

Toda la borrachera se me bajó con ese beso. Intento separarla por hija de puta, pero me detengo en cuanto toma mis manos con las suyas y las pasa por su cintura. Con su lengua acaricia mis labios y los abro lentamente.

Su lengua se encuentra con la mía y siento todos mis sentidos perderse. Algo así como escuchar borroso.

Sí, escucho borroso, no sé si por la cantidad de alcohol que ingerí o porque Kim me tiene a sus pies.

Acaricio su cintura con la yema de mis dedos, ella sonríe contra mi boca y toma mi cintura también.

Debido a sus tacones es un poquito más alta que yo. ¿Cuánto miden sus tacones? ¿Dos metros? ¡Ella es un llavero! No puede verse tan alta.