34° [Jisoo]

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—Vamos a un bar —Rosé susurra eso en mi oreja mientras me reparte besos por el cuello—. Conozco uno genial, te gustará.

—Rosie no es ni mitad de la semana... —murmuro— no puedo.

—Es justamente mitad de la semana, es miércoles. Ponte algo cómodo y vamos —gruñe ella.

—Rosé... —suspiro y ella se levanta jalando mi mano—. ¿Qué gano a cambio?

—A mí. ¿Qué más quieres? Avariciosa —gira sus ojos y yo sonrío.

El ego que tiene está más alto que el cielo, estoy segura.

—No me gustan las fiestas de ese tipo...

—Vas a divertirte, tuviste una cena aburrida, ahora vas a ir conmigo a éste bar, bailaremos, beberemos y nos besaremos toda la noche.

—Me interesa eso de besarnos, señorita —murmuro levantándome—. Voy por unos jeans.

—Pensé que no usabas otra cosa que vestidos y ropa interior diminuta —murmura riéndose.

Prometo que no es ropa interior pequeña, según ella sí, pero es normal... sólo algo sexy. En mi defensa es cómoda.

—Y tú sólo usas ropa interior de la sección infantil. No me sorprendería ver a los backyardigans saludandome un día.

—¡No metas a Tyron en ésto! —gruñe Rosé.

—¿Es en serio?

—Disfruto los dibujitos, ya te lo he dicho, amargada. Respeta mi flow.

—Eres tan...

—¿Sexy? ¿Increíble? ¿Perfecta?

—Rara —murmuro y ella se cruza de brazos.

—¿Qué esperabas? ¿Bragas de Piolín? —enarca una ceja.

Sonrío. Rosé con bragas de Piolín, de pronto tengo una sensación extraña, una especie de déja vu. He vivido ésto antes. Rosé y Piolín, lo medito unos segundos... ¡Estoy volviéndome loca!

—Tal vez. Te las compraré —comento finalmente.

—Que sean boxers o nada —Rosé camina y toma sus llaves—. Nos vamos en mi moto, Kim. Es hora de que empieces a vivir.

Me guiña un ojo y sale por la puerta.

Me gusta tanto.

Al bajar subimos en su motocicleta y ella me pide que tome su cintura

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Al bajar subimos en su motocicleta y ella me pide que tome su cintura.

—Uhm, no. Puedo desde aquí —comento tomando el asiento.

—No te lo pregunté, hazlo —niego y ella bufa—. Sí te caes no volveré por ti —comienzo a reír y ella gira los ojos—. Te lo advertí.

Como si fuese la gran cosa subir a una motocicleta. No han pasado tantos años desde que me subí por última vez a mi amada BMW R 1200.

No estoy tan vieja. Sólo han pasado... ¿cuatro años? Nada más.

Maestra Kim | Chaesoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora