45° [J - R]

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[JISOO]

—Lo siento tanto. No debería... —acaricio mi rostro suavemente—. Me...

—Hey, Jis. No tienes que justificarte —Suzy acaricia mi espalda—. Mi abuela dijo que podías quedarte toda la tarde si gustas.

—Debo corregir exámenes —murmuro apenada—. No te preocupes, Suzy. No quiero abusar de la hospitalidad tuya y de Lena.

—No lo haces, mi abuela te ama y yo... disfruto pasar tiempo contigo, Jisoo —sonríe y acaricia mi mejilla.

—Gracias por cuidar de mi en éstos momentos, Suzy. Realmente no sé que habría pasado sí no llegabas, yo... simplemente...

—¿Pasó algo antes de eso? ¿O sólo fue un ataque de pánico?

—Tuve un ataque de pánico, porque... —Suzy me observa expectante. Con una mirada dulce, no deja de acariciar mis nudillos.

¿Realmente debería decirle?

—No te sientas presionada, Jis. Todo a su tiempo —le sonrío y su rostro armonioso sigue igual de relajado. Ella realmente es muy pacífica.

Mi teléfono comienza a sonar. En la pantalla el número de Félix con el nombre 'Hijo de Tuan'. Muy creativa.

Contesté y la voz de Félix sonó desde el otro lado. Estaba agitado.

—¡Rosé tuvo un ataque de pánico! —grita él. Mi cuerpo se tensa—. Estamos en el hospital, Kim. Debes venir.

—¿Qué le pasó?

—Junho, su hermano... Jimin. Pasó algo y... —murmura bastante ido. Está asustado.

—Okay, Félix. Voy por allá —hablo rápidamente—. Envíame tu ubicación.

Cuelgo y Suzy me observa preocupada.

—¿Qué sucedió?

—Rosé y Félix... debo... muchas gracias, Suzy. Debo irme —beso su mejilla y le doy un abrazo.

Al separarme noto que está sonrojada y me sonríe. Luego de eso me fui rápidamente a la dirección que Félix me indicó.

 Luego de eso me fui rápidamente a la dirección que Félix me indicó

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[ROSÉ]

—¡Que no me toquen! ¡Sueltenme! ¡¿Dónde está mi hermano?! —grito nuevamente. Lo he hecho unas doce veces en los últimos cinco minutos, han intentado sedarme—. Necesito ver a Jimin, ¡después de eso pueden matarme si quieren!

Necesito saber dónde está Jimin. Necesito saber que está bien.

—¡¿Dónde está mi-...?!

—Rosé —Kim ingresa a la habitación y me callo de inmediato. Se acerca a la camilla y toca mi rostro— ¿Cómo estás?

Tomo sus mejillas y la beso. La necesito, y la necesito mucho. Ella está tensa al inicio, pero luego se relaja. Rodeo su cuerpo con mis brazos y me aferro a su cintura como si mi vida dependiera de ello.

Maestra Kim | Chaesoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora