𝗖𝗦» Kim Jisoo: Graduada con honores de la mejor universidad de Moscú a los 24. La mejor de su generación y una respetada maestra desde hace dos años. Maneja más de 5 idiomas.
Park Chaeyoung: Estudia psicología porque cree que... Realmente sólo es...
Me desperté porque mi celular no dejaba de sonar, noté que Rosé estaba abrazandome y yo reposaba sobre su pecho desnudo.
Miré el móvil y tenía veinte llamadas perdidas de Mark, doce de Taehyung y uno que otro whatsapp. ¿Por qué tanto alboroto?
La hora marcaba las 10.30 am. Mierda.
Me levanté rápidamente y Rosé comenzó a removerse.
—Rosé... —la moví mientras me ponía la bata para ir a ducharme— Rosé.
Ella abrió los ojos y le sonreí. Me miró asustada.
—¡¿Qué?! ¡¿Qué pasó?! —se cubre con las sábanas— Oh, no... No... ¡¿Qué es ésto, maestra?!
¿Qué? ¿No se acuerda? ¡No le di nada! Lo juro. Oh, Dios...
Comienzo a asustarme al ver que su rostro de espanto no cambia. ¿Qué coño pasa?
—¿Rosé? —hablo asustada y ella comienza a reír.
Oh, esta pequeña hija de...
Inhalo profundamente y me giro rápidamente.
—¡Debiste ver tu cara! —ríe Rosé—. Oh, joder. Kim que linda te ves asustada.
—Que te den, Rosé —me encierro en el baño y me quito la bata.
Jodida niña y sus jodidas bromas.
Siento la puerta ser abierta y Rosé está observandome.
—¿En tu casa no hay puertas? —gruño y ella sonríe.
—Claro que sí, pero me gusta molestarte. ¿Nos duchamos juntas, maestra? —murmura ella acercándose en pasos firmes y lentos.
Toma mi cintura desnuda, ella lleva solamente un sujetador de deporte y sus boxers de dinosaurios.
—No, no podemos. Vamos tarde a la universidad.
—Lleguemos un poco más tarde entonces... ¿No quiere jugar, maestra Kim?
Trago saliva. Joder... Me pone.
Me besa y camina lentamente hasta que entramos a la ducha.
Bueno... no puedo negarme así.
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—¡Buenos días, alumnos! Lamento haber faltado a la primera clase, tuve algunos pendientes —murmuro rápidamente.
Siento que tocan la puerta y evito sonreír. Me giro, de pie tras el cristal Rosé me regala una sonrisa.
—Lamento llegar tarde, me quedé dormida y... —La detengo.
—¿Autorizaron tu entrada? —Asiente— Ve a tu asiento.
Rosé camina hasta Félix y se sienta a su lado. Hoy lleva su camisa negra un poco más abierta dejando ver su sujetador deportivo y unos jeans negros ajustados.
