Maestra Kim | Chaesoo

49° [J - R] Final

[JISOO]

—Ella está... fatal —susurro—. Ella me odia, ella cree que Suzy y yo-

—Suzy también cree que tú y ella tienen algo. No ha dejado de venir a preguntar por ti. No sé que decirle.

—Le dije que no a sus últimas tres invitaciones a cenar. Se va mañana o en dos días, no recuerdo —murmuro.

—¿Por qué no quieres estar con Rosé? —pregunta Taehyung—, aparte de lo obvio.

—Porque estamos en etapas diferentes y a largo plazo sólo... nos lastimaríamos —suspiro—. Siento que ya he vivido ésto, es como si en otra vida yo-

—Tú hubieses sufrido por ella y ahora ella por ti —asiento lentamente—. Te conozco tanto, Jisoo.

Suelto una risita entre las lágrimas que caen por mis mejillas. Tiene razón, me conoce tanto.

Cambio de tema para evitar que el dolor me siga consumiendo.

—¿De quién te enamoraste y por qué no me haz dicho? —se tensa rápidamente—. Te conozco tanto, Taehyung —imito su tono de voz.

—Park Jimin —murmura—, ese jodido... niño bonito —gruñe— ¿Qué tienen los Park?

—Todo —murmuro—. Lo tienen todo.

Bebo de mi cerveza y acaricio mi cabello.

Rosé lo tiene todo. Y ya no es mía. No puedo seguir lastimándola así.

—Me voy —murmuro rápidamente.

—¿Qué?

—Me voy, Tae. Necesito irme de ésta ciudad. Rosé no quiere verme y yo... no puedo soportar seguir lastimando al amor de mi vida.

—¿El amor de qué? ¿Irte? ¿Qué? Espera, tiempo. Tiempo, Jisoo —habla rápidamente mi amigo— ¿A dónde te irás? —pregunta él y yo suspiro.

—A donde no vuelva a verla.

[ROSÉ]

—Rosé, debes levantarte —Jimin me mueve—, Rosé, hay que ir a la universidad y-

—Una mierda, hoy tenemos clases con Kim. No quiero —gruño—. No quiero ver a esa imbécil.

—Amas a esa-

—Sí, ahora cállate y déjame en paz, Jimin. Hoy no tengo ganas de vivir —murmuro.

—Nunca tienes ganas —suspira agotado.

Sé que soy difícil de llevar, pero sólo quiero que todos se alejen y me dejen en paz. No quiero arrastrarlos a mi mierda, quiero estar sola, porque no quiero lástima, no quiero que se compadezcan de la pobre Rosé.

—Pero nunca fue tan en serio —suspiro y me levanto—. Me daré una ducha.

—Ro...

—¿Qué? —me giro y lo observo. Está mirando mi librero con los cómics.