Salomé

9.GABRIEL: Atrevido y apresurado.

Junto con Israel entro al teatro, de nuevo tengo que solucionar el desastre de Octavio.

Su vicio en verdad le esta trayendo muchos problemas, los socios cada vez están más hartos de sus borracheras.

Israel, mientras guardaba su contrabajo en su estuche, me comenta;

-En verdad muchas gracias Damián, alguien tiene que representar a tu padre frente a todo el equipo.-

-No es nada, las gracias te las doy a ti por llevarlo hasta la residencia.-Le dije mientras me acomodo el cuello de la camisa que con prisa me puse.

-Eres impresionante, Sólo tienes 17 años y ya tienes toda la confianza de tu padre.- caminamos por el pasillo mientras el también acomodaba su desgastada camisa.

-No es para tanto, Él de máxima confianza es Octavio, su heredero y mano derecha, él es el que más se parece a mi padre.- le reste importancia algo fastidiado.

-Tu eres idéntico a tu madre, Tus ojos son igual de verdes y tu cabello mucho más oscuro que el de Tavo.- me comentó reflexivo.

-Mi madre sólo me dio eso, no he recibido absolutamente nada de ella.- reclamé, es curioso, Israel se gana rápidamente la confianza de las personas.

-No la juzgues, tu padre es tan....-se detuvo un momento.

-Manipulador.- complete la oración.

-Exacto.- Contestó mientras me revolvía el cabello como si de su mascota se hablase.

Entramos al estudio donde estaban un montón de personas llevando a cabo una sección fotográfica... Israel me susurra para explicarme;

-¿ves la joven modelo? Ella es la joven promesa de la que te hablo tu hermano.-

-Ca... Ca... claro.- conteste tartamudeando, es realmente hermosa, me deja sin palabras, nunca había visto una joven tan bella como ella, es oficial, necesito conocerla.

La joven al notar nuestra presencia se acerco a nosotros... Saludó efusiva a Israel;

-¡Señor Israel! ¿Cómo esta el señor Octavio?-

-Esta bien, lo lleve a su apartamento... Por cierto, él es Damián Péren, hermano de Octavio.- indicó presentándome.

-Mucho gusto, encantado de conocerte.- le dije en el tono más amable que pude.

-El gusto es mío joven Damián, yo me llamo Salomé.- comentó con cortesía.

-Sólo dime Damián, joven Damián es demasiado sofisticado, por cierto que bonito nombre.- le sonreí casual.

-Me gusta lo sofisticado.- refuto

-Yo me retiro... Tengo cosas que arreglar con el publicista... Los dejo.- salió del lugar Israel.

En cuanto se fue aproveche la situación, le dije:
-¿te puedo decir algo?-

-si quieres.- contestó con duda.

-eres bellísima.-

De inmediato se sonrojó y con tono molesto reclamó -Gracias por el cumplido pero no creo que...- en eso llegó una asistente de escenario y nos interrumpió.

-Señor Péren, la Señora Alexandra lo espera en la sala de juntas.-

-en un momento voy.- le indique y salió de inmediato.

-creo que debes continuar con tus obligaciones.- dijo mientras se daba la vuelta aún molesta.

La tomé del brazo y antes de que se fuera le dije:
-Creerás que soy un atrevido o que voy muy rápido pero en verdad creo que eres diferente y especialmente hermosa, quisiera conocerte más... ¿Tienes algo que hacer en la noche?-

-No creo poder salir contigo.- Contestó sin ánimos.

-Paso por ti a las 7.-bese su mano y salí del lugar sin esperar su respuesta pero sintiendo su mirada fulminandome por la espalda.

Es oficial tengo una cita con la bella Salomé Herreta.