15. SALOME: Cena de Muerte

102 4 5
                                    

Busco en mi armario un vestido decente para la cena de esta noche... No recuerdo muy bien el motivo pero solo se que tengo que verme radiante.

Me decido por un vestido corto negro entallado de mangas hasta el codo, unos tacones rosados y me rizo el cabello.
Salgo de mi cuarto y me dirijo al comedor donde Israel, Julio, Sara junto con Brenda y sus hijos ya me esperaban.

Me senté frente al señor Israel y la señora Sara comenzó a servir.
De inmediato Julio comienza a conversar con Brenda sobre sus estudios en la universidad de Costa del Sur, pero no les puse nada de atención pues tenía otro asunto frente a mi que me esta volviendo loca.

El señor Israel no se controlaba ni un poco para disimular la forma en que me observaba.
Sus ojos se clavaron en mi rostro y cuando nuestras miradas se cruzaban solo sonreía y continuaba con su acoso.

Estoy muy sonrojada... Su sonrisa y mirada son muy distintas... Casi parece que le atraigo.

Sandra termino de servir y se sentó junto a él, comenzamos a cenar y ella me saco de mis pensamientos comentando:

-¿Le pasa algo niña?-

-Eh?- le conteste evidenciando mi distracción.

-La noto muy distraída... Ya se que es lo que tiene, ¿como no me di cuenta antes? Ese brillo es sus ojos...- sentenció ella mientras me analizaba.

-¿A que se refiere exactamente?- Levante una ceja sin comprender.

-El Señor Israel te gusta demasiado.- Sonrío mientras yo sentía un escalofrío por todo el cuerpo. Mire al señor Israel y este solo tenía una amplia sonrisa.

-Yo... no...- me quede reflexionando un segundo sobre que debía contestar... Me deje llevar por el impulso. -El Joven Israel me gusta demasiado.- admití sin ver a nadie mas que a el señor Israel que solo sonreía y me miraba.

Él se levanto dirigiéndose hacia mi, retiró mi silla de la mesa y se puso de cuclillas frente a mi, estaba inmóvil no sabia que hacer, solo lo tenía enfrente ... Su rostro frente al mío... Se acercaba cada vez más a mi labios, esta a punto de besarme pero no lo hace, solo sonríe de manera maliciosa.

Sus labios rozan los míos y de repente él se aleja... Guarda unos segundos de silencio hasta que comenzó a reírse a carcajadas, una risa con tintes macabros y malvados.

Una lagrima cae por mi mejilla, él al ver esto la limpia aun con una risita irritante, trató de "consolarme" diciendo:

-¿Eres estupida? Ya no llores, tu fuiste la culpable de esto... Es que aun no puedo comprender como creíste que me podrías gustar... Eres una simple chiquilla, inmadura e infantil... escúchame bien... Jamás podría amarte, no eres lo suficientemente mujer para mi... Eres solo...-

-Una niña.- lo interrumpí mientras las lagrimas corrían sin control por mi rostro.

-Exacto... Bueno al menos no eres tonta... Te explicare mejor... Los hombres generalmente solo buscan a las muchachitas como tu para divertirse... Y a mi, ni para eso me atraes... Nunca nadie te tomara en serio, pero no te sientas mal siempre hay un muchacho estupido que tal vez si te tome enserio.- se acercó un poco a mi y me dijo en el oído... -Además tu y yo sabemos que estas muy trastornada y jamás podría enamorarme de un... monstruo.-

Mis manos templaban de frustración y sobre todo explotaba de ira... No puedo controlarme, ya no habla Salomé... Ahora habla la rabia:

-Así que soy un monstruo? Esta bien, soy un monstruo... Pero... Al menos déjame demostrarte lo que realmente es ¡un monstruo!- gritando me lance sobre el y le apuñale el abdomen con un cuchillo que estaba sobre la mesa...

Me detuve con la respiración agitada mientras observaba a su despedazado estomago y el gran charco de sangre... Era increíble pero seguía respirando.

Al ver a esa figura al que por mucho tiempo adore luchando por no asfixiarse con su sangre comencé con un llanto infantil... ¡No quiero que Israel este muerto! ¡Lo quiero conmigo a mi lado!

Tengo el rostro lleno de sangre... Mis puños tiemblan de frustración... Y no puedo dejar de ver la entrecortada respiración de ese pecho que con facilidad me consoló y me hizo sentir segura... No me importa que él no me quiera, simplemente estar cerca de él me haría feliz.

No quiero que el sufra... Tomo su mano, Me acerco a su rostro, le beso la frente y finalmente le corte la yugular... Dejó de respirar.

Abrazo su pecho y grito de desesperación... Mi señor Israel está muerto.

Lo abrazo durante algunos minutos... No me quiero separar de su helado cuerpo... Estoy empapada de sangre.

Siento a alguien detrás de mi... Me quedo paralizada, cuando por fin puedo voltear la cabeza hacia atrás siento una cachetada.

Abro los ojos, tengo la respiración entrecortada e Israel está en pijama tomándome de los hombros para calmarme.

Solo fue una pesadilla.

Cuando por fin entiendo lo que esta pasando lo abrazo y continuo con el llanto... El solo acaricia mi cabello y me devuelve el abrazo... Me tranquiliza:

-Todo esta bien, aquí estoy y nada te va a pasar... No es mi intención lastimarte... -

-Ese no es el problema, ¡El problema es que yo te lastime a ti!- grite histérica.

-Lo mas probable es que me lastimes... Pero así es esto, para tener hermosos momentos con alguien debes arriesgarte a ser lastimado.- me abrazó fuerte de la cintura y en algún momento del fuerte llanto me quede dormida.

SaloméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora