14.GABRIEL: Anciedad por esos hermosos ojos.

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Entro a la residencia en silencio para no despertar a nadie... Camino un poco y de imprevisto una de las sillas de la cocina gira hacia mi, es Octavio:

-¿No crees que es algo tarde?- me cuestionó mientras le daba un sorbo a la taza de café.

-No eres mi padre para regañarme por ese tipo de cosas.- seguí caminando.

-¿Con quien saliste?- siguió con el interrogatorio.

-Con Teresa, Quetein Teresa.- me burle y seguí caminando.

-La señorita Salomé es muy hermosa ¿no lo crees?- menciono sin ninguna expresión en su rostro.

-Tienes razón... Salí con Saly ¿Te molesta en algo?- lo enfrente molesto.

-Sólo te digo que tengas cuidado... Yo con Salomé tengo solo algunos encuentros y conocí a su último pretendiente, como ya te habrás dado cuenta es bastante... Explosiva.- Trague saliva.

-¿A... A qué te refieres exactamente?- tartamudee nervioso.

-¿Qué es lo que tiene el cuello de tu camisa? ¿Labial?- apuntó a una mancha roja.

-¡No te importa Tabo!- salí del lugar.

Subí corriendo a mi alcoba y de inmediato me quite la camisa... Con la respiración agitada abrí la regadera de la ducha y tome mi celular... Llame a Saly;

-¿Hola?¿Damián?- bostezó la vocecita del otro lado del teléfono.

-Hola Bonita...- saludé nervioso y con un nudo en la garganta.

-¿Qué pasa Damián?- insistió en ir directo al punto.

-¿Quieres comer conmigo mañana?-

-Claro... ¿Sólo por eso me llamaste? Suenas nervioso.- preguntó desconcertada.

-Necesitaba oír tu voz... Saly... No puedo dejar de pensar en ti.- sonreí como un idiota.

-Es por eso o... Sigues nervioso por lo otro.-

-Un poco pero...- me interrumpió.

-Damián, si no te puedes controlar creo que esto no va a funcionar.-

-¡No! No te preocupes podré controlarme... Me gustas demasiado.- respondí desesperado.

-Nos vemos mañana para comer... Duerme bien.- colgó dejándome con la respiración entrecortada.

Mis ojos se humedecieron, ¿qué rayos me esta pasando? Sólo es una muchacha... Me esta trasformando en algo que no soy... ¿Porque siento que necesito verla para sacar esta ansiedad?

Entro al baño y empiezo con fuerza a lavarme las manos hasta los codos... me siento sucio.

Me quito toda la ropa y me meto a la ducha... Las lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas... Soy un estúpido... Todo lo que hice por un par de besos.

Todo lo que hice por unos ojos hermosos y unos labios rosados.

SaloméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora