Tomo un cigarrillo, lo enciendo y pongo en mi boca.
Estoy sólo es casa, Sandra y Julio se fueron al parque... Salomé salió con Damián.
Sentado en la sala, me relajo fumando y oyendo una composición de hace unos años... Fue una época difícil.
De imprevisto tocan la puerta, apago el aparato y me dirigí a abrirla.
Era la última persona que esperaba ver...
-Veo que sigues fumando.- Dijo la mujer pasando al departamento.
-El vicio me mantiene cuerdo... ¿que haces aquí?- le dije aún sin poder creer que estuviera aquí.
-¿No te da gusto verme?- dijo fingiendo tristesa.
-Por supuesto, estas hermosa.- le dije abrazándola.
-Y tu eres el mismo flacucho narizón.- se burló dejando sus maletas en el suelo.
-¿a qué debo tu tan inesperada visita?- le cuestione invitándola a tomar café.
-Me ofrecieron cambio de plaza y no me resistí.- Dio un sorbo a la taza.
-¿Piensas quedarte en ciudad capital?- deje caer los cubiertos.
-¿No te da gusto?- su mirada se entristeció.
-Claro que si Brenda... Pero me sorprende mucho.- recogí el desastre provocado.
-¿Te molesta que nos quedemos aquí mientras consigo departamento?- sus bonitos ojos verdosos suplicaron.
-Claro que no... Espera, ¿Dijiste quedemos?- pregunte olvidando la cortesía.
-Mis hijos viene conmigo.- me dijo emocionada.
-¿y tu esposo?- pregunte con esperanza de una respuesta negativa.
-Nos divorciamos.- debo admitir que me alegra bastante.
-Lamento que no funcionara.- mentí un poco.
-No es nada, así nos podemos dar otra oportunidad.- sonrió mostrando sus discretos oyuelos.
-Lo intentare... Pero no podemos fingir que el pasado no pasó.- le advertí.
-Verás que funcionará.- Guiño un ojo.
-¿Dónde están tus hijos?- le pregunte curioso.
-Pasaron por la cena, en cualquier momento llegan.- dijo mientras alguien tocó el timbre.
-deben ser ellos.- me levanté a la puerta.
Abrí la puerta y la señorita Salomé entró diciendo:
-Señor Israel, ¿Cómo esta? le traje un pastel de crema delicioso, es el favorito de Julio...- Se detuvo al ver a la mujer sentada en el comedor.
-Salomé, ella es Brenda, Brenda ella es Salomé mi compañera de trabajo e inquilina.- le dije presentándola.
-Un gusto.- le saludó muy desconcertada.
-El gusto es mío...- le dijo también algo sorprendida pero con amabilidad.
Estoy segura que no se llevarán nada bien.
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Salomé
Mystery / ThrillerSalomé es una joven pianista promesa de tan sólo 15 años... Su increíble carrera empezó desde antes de que aprendió a caminar y aunque todos esperaban grandes cosas de ella, tenía otros intereses. Era una joven increíblemente adorable, hasta su form...