20.JULIO: Un mal café

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¿Ridículo? ¿Excesivo?
La perfección solo puede lograrse si se tiene bajo control hasta los mas insignificantes detalles.

Un mal café sería simplemente impensable, así que si no puede ser preparado por un experto prefiero realizarlo yo.

El teatro bohemia es una joya arquitectónica e histórica de Ciudad Capital, pero la cafetera de los camerinos es en extremo corriente, simplemente no puedo tolerar semejante atrocidad de bebida.

--Julio, ¿Siempre pelearas con todas las cafeteras de los teatros donde me presento?-- la vocecita de la niña Salomé se reía desde la puerta.

--Búrlese lo que quiera niña pero en verdad la mediocridad de las máquinas me causa demasiado conflicto.- limpio el borde de la taza mientras pongo mis propios granos de café y tomo el tiempo con la maquinaria abierta para observar todo el proceso.

--Prometo que en tu cumpleaños te comprare una de esas cafeteras portátiles.-- entró en el camerino dejándose caer en el sillón.

--¿Ya leyó la correspondencia?-- le pregunte al notar los sobres en el escritorio.

-Ni siquiera me había percatado de su presencia ¿algo importante?-- comenzó a quitarse los tacones para recostarse.

--Su padre respondió a la invitación para la presentación de abierta de temporada.-- le mostré el fino sobre color hueso y un sello en la esquina con la "H" de Herreta mientras lo abría.

--Lo que son las cosas, no recuerdo siquiera invitarlo.- sonrío mientras tomaba un dulce de la mesita central e infantilmente jugueteaba con sus pies.

--Le ahorre la cortesía, dice, "Es para mi un placer saludar a mi pequeña hija y me siento lleno de júbilo al saber que estará en un teatro tan renombrado como el bohemia..."-- Me interrumpió sonriendo con impaciencia.

--¿Vendrá o no?--

--Es un hecho que vendrá...- me acomodé las gafas.

--¿Y mi madre?-- abrió sus ojos con curiosidad.

--Con el peligro de su embarazo y la boda temo que no podrá presentarse pero le manda muchos saludos y ya llego la invitación al evento.-- le entrego el sobre.

--Mi madre... Seguro tendrá un bebe hermoso.-- sonrió al ver el sobre de celofán trasparente protegiendo el fino papel de la tarjeta.

--Seguramente... respecto a su padre... Informa que tiene un concierto con la filarmónica en el centro de la ciudad para esos días y aprovechará para verla en su cumpleaños.-- cambie bruscamente de tema, tome mi café terminado y me senté en el sillón frente a ella.

--Lo supuse, Cuanto tiempo a pasado ¿Tres años?--

--Al menos, desde la ultima vez que lo vio usted a crecido demasiado... El no la reconocerá.--

--No se que haría sin ti, Julio, eres mas que mi mejor amigo.-- me sonrió.

--Usted es encantadora niña, es un placer hacerme cargo de... T.... T... T-i... Ti...-- tartamudee esperando que no sonara tan mal como en mi mente.

--Buen intento por tutearme Julio.- rió un poco

--Gracias Niña...-- sonreí mientras le daba un sorbo a la taza.

Tocan la puerta del camerino y después de dar el permiso correspondiente entra en Joven Jokovic cargando una caja enorme, lo que sorprendió a la niña Salomé y de inmediato se sentó bien y se acomodó el overol.

--Lamento si los importune, solo venia a traerle algunos vestidos que le mandan a la señorita Salome del taller de vestuario.-- dejo la caja en  una silla.

--No debió molestarse.-- sonrió la niña aun apenada por el encuentro inesperado tratando de esconder sus pies descalzos.

--No es molestia, aunque estoy sorprendido de la cantidad de vestidos... A mi tan solo me alistaron un traje negro nuevo y un par de camisas.--

--Que ya le hacían falta.-- comenté tomando la manga de su vieja camisa amarillenta.

--Julio, no seas grosero.-- me regaño la niña sorprendida.

--Tendrá que disculpar el atrevimiento Señor Jokovic, pero dada la confianza de compartir el mismo techo... Tengo que expresarle mi desconcierto, como un chelista tan renombrado como usted puede andar por la vida con una camisa tan vieja y manchada.--

--Entiendo perfectamente señor Franchet, solo que prefiero usar mis camisas viejas para ir a trabajar... Ya tendré alguna gala para estrenar.-- sonrió tranquilo acercándose a la cafetera. --¿Ya probaron el café?Es realmente malo...-- se sirvió una taza y dando un sorbo frunció el ceño con desagrado.

--Es terrible, como agua de...--

--Calcetines.-- completó el señor Jokovic

--Exacto...-- respondí sorprendido.

--Siempre le decía eso a mi madre, No debía preocuparse por no poder comprar una cafetera... De todos modos modos el café sabia a agua de calcetín, el café que ella preparaba era 100 veces mejor.-- se sentó junto a mi cruzando sus piernas.

--Debe ser un muy delicioso café.-- comentó la niña Salomé mientras sacaba el primer vestido de la caja.

--Lo era, tengo días que no puedo encontrar una bebida igual... Mi madre murió el mes pasado.-- bajo la mirada pero conservando aun su sonrisa.

--Entiendo...-- comente mirando de reojo el reloj ¡Pero que tarde es! Debería estar ya arreglando los últimos detalles para el ensayo general de esta noche.

--Jóvenes, los dejo un momento... Ustedes también deberían arreglar su presentación, en dos horas con 17 minutos es el ensayo general y ustedes solo practican por separado.--

--No se preocupe señor Franchet... Ahora lo hablo con la señorita Salomé.--

--Será rápido Julio, suerte con tus trámites.--

--Los veo después.- salí de el camerino dejándolos solos.

La niña Salomé es tan penosa con el Señor Jokovic... Solo espero que lleguen a un común acuerdo...

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⏰ Última actualización: Mar 26, 2016 ⏰

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