Only We Know

😢

Sin clases

Después de que Seokjin se fuera, Jungkook se sintió de todo menos aliviado, era cierto que ese día no fue el mejor, había terminado con su novia.

Y el le echaba la culpa a su profesor, pues así le hizo saber su novia, que lo acuso de infiel.

Supo que no debio alzarle la voz, pero no pudo contener su colera, era culpa de él porque nunca usaba un supresor para ir a sus clases y siempre andaba exparciendo su aroma alrededor de su casa, bueno, desde su parecer, ya que su casa siempre olía a Jin cada vez que el omega iba a darle clases.

Sin embargo, como menor de edad y alguien que se concideraba respetuoso y que valoraba mucho a los omegas, concluyó que su accionar fue erroneo. Por eso estaba esperando tanto este día, para que cuando su profesor llegara pudiera pedirle disculpas adecuadamente.

No obstante, Jungkook, no sabía que Jin no iria toda la semana. 

Las tres y media en punto y su profesor no aparecia, lo cual era raro, ya que Jin era muy puntual... bueno no tanto, siempre llegaba unos cuantos mimutos retrasado, pero ahora si se paso. 

Media hora tarde ya era demasiado.

—¡Omma! El profesor aún no ha venido—dijo por el telefono.

—Oh Kookie, Seokjin, no irá, esta delicado de salud.

—¿Delicado de salud?

—Sí—dijo su madre antes de despedirse y colgar.

—Esto es pura mierda, bueno, no tiene nada de malo si visito a profesor , ¿verdad? —se cuestiono el alfa así mismo.

Jungkook se ecamino a la casa de Jin en su motocicleta, justo estaba quitandose el casco cuando ve al mismo alfa de ayer saliendo de aquella casa.

—Por su puesto, enfermo... No puedo creer que pierda dinero solo por estar con su pareja... ja' y decia que no tenía ni un perro que le ladre... que mentiroso.

Y apesar que la colera estaba empezando a consumirlo, decidio seguir con su plan. Bajo de su moto y se dirigio a la puerta para comenzar a tocar insistentemente el timbre.

Seokjin que estaba debil y no tenía ni la más minima gana de abrir la puerta a quien puta sea que estaba tocando. Cerro sus ojos e intentó dormir, pero no podía y mientras más insisitia la persona que tocaba la puerta más se irritaba.

Se paró de mala gana y fue a abrir la puerta.

—¡Te dije que llevaras todo lo que necesitas y no me jodas! —gritó el omega ni bien abrió la puerta, creyendo que sería su odioso primo a quien encontraia tocando la puerta.

—La proxima no te abro, mierda, que irritante eres, joder, entiende que si no te abrí la puerta es porque no me daba la gana... avanzate, entra y luego te largas! —dijo Jin sin siquera fijarse en si era su primo o no.

El omega dejo la puerta abierta y estaba por subir a su habitación cuando escucho una voz que no le pertenecia a nadie de su familia.

—Teacher...

Jin volteo abrutamente y oberservo al intruso en su casa.

—¿Que haces aquí?

—Yo...

—Para lo que sea que hayas venido, dimelo en otro momento—dijo mientras se acercaba al alfa, para despacharlo.

Jungkook se sintio abatido no solo porque estaba presenciando un Seokjin muy diferente al que su profesor solía mostar. Sino que también , sus fosas nasales se llenaron del refescante aroma que emanaba del omega.

Seokjin tomó del brazo a Jungkook, para jalarlo fuera de su casa y cuando lo tuvo fuera e iba a cerrar la puerta Jungkook lo detuvo.

—Omega... —escucho salir de los labios del alfa mientras que la mirada de este se ponia seria y sus pupilas se tornaban doradas, indicandole que el alfa del niño estaba dominandolo.

—Vete de aquí— ordenó Jin.

Sin embargo, la siguiente acción del alfa lo tomó desprevenido.

—¡Oye! ¡Sueltame! —gritó el omega, sintiéndose asustado por como el alfa lo abrazó de la nada y ahora tenía la nariz en su glándula de olor.

Seokjin estaba transpirando frío, primero porque estaba casi en media calle con tal escena y segundo porque su omega, no estaba disgustado con tal acción.

Intento meterlos a ambos dentro de la casa y cuando lo logró, intento llamar la atención de Jungkook.

—Hey, alfa... sueltame si...

Jungkook negó en el abrazo, mientras apretaba más el cuerpo de Jin al suyo.

—Hyung... hueles muy bien... —alago mientras pasaba la lengua por el cuello del omega.

Seokjin se estremeció, joder... su cuerpo se estaba poniendo más caliente a cada segundo que el alfa lo estimulaba.

—Jungkook... sueltame... okay... no quieres hacer esto... piensa en tu novia.... —intentó mientras le daba palmaditas para llamar su atención.

Cosa que el alfa ignoró épicamente.

—Mío.—declaró Jungkook, mientras pasaba una de sus manos por dejaba de su polo, llegó a uno de sus pezones y lo apretó, logrando sacar un gemido del omega.

Seokjin, por un lado estaba muy excitado, Jungkook no solo estaba tocandolo sino que también estaba soltando sus feromonas, como marcandolo con su aroma.

Por otro se sentía patético, el alfa nunca haría eso si es que no estuviera siendo inducido por su celo.

Cuando sintió un líquido derramar entre sus muslos y la mano del alfa haciendo su camino hacia allá. Tomó conciencia y valor para golpearlo y salir corriendo a la cocina en busca de un supresor para inyectarle al alfa.

Por suerte lo halló rápidamente y cuando el alfa volvió a tomarlo entre sus brazos Seokjin no dudo en inyectarle el medicamento.

Jungkook cayó desmayado casi al instante.

Seokjin estaba temblando, dios... casi jode su vida, su carrera... todo...

Miro al alfa en el suelo por unos instantes antes de jalarlo hacia la sala.

Se inyectó a sí mismo un supresor, aun sabiendo que no duraría mucho tiempo, por su misma condición.

Jungkook despertó a la media hora, confundido se levantó del sofá y fue a buscar a la última persona que recordaba haber visto.

Encontró a Jin en la cosina, inyectandose solo Dios sabe que.

—Hyung... —llamó.

Seokjin volteo a observarlo detenidamente.

—¿Hyung? ¿Con quien crees que hablas, eh?

—Lo siento, teacher...

—Olvídalo Jungkook, mejor regresa a casa, tu mamá debe estar preocupada, ya es bien tarde.

Jungkook aún confundido asintio y salió de la casa.

Seokjin por su lado se encerró en su cuarto y abrazo fuertemente su almohada que estaba vestida con la polera del alfa.

Era el peor ser humano del mundo, ya lo sabía, pero eso no cambiaba el hecho de que el aroma del alfa lo calmara.

—¿Por qué oleras tan rico? —cuestionó Jin mientras se imaginaba en los brazos del joven alfa.

—Es injusto que seas muy joven para mi... —hablaba a medida de que iba quedándose dormido por el efecto del supresor.

—Te odio...