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Salud y Celo

La situación llevó a Jin a una depresión y ansiedad que él nunca notó, pero por sus acciones cualquiera podría hacerlo.

Primero, su naturaleza segura y amigable, volvió a ser huraña y tímida, si alguna vez reía, era falsamente. Si antes para él era normal que la gente lo abrazara o tocara, ahora evadía el contacto físico de alfas, betas y hasta de omegas, que su consciente le decía que no eran confiables.

A parte de eso había dejado de alimentarse adecuadamente, hubo días en que comía mucha comida chatarra así como había días que no probaba ni un solo bocado de comida como ni una gota de agua.

Solo se quedaba echado en la cama con el celular en mano, bien cobijado. O a veces solo lloraba en silencio recordando lo sucedido.

En todos los meses que estuvo en Seúl terminado su último ciclo universitario, se la pasó con estrés y ansiedad, y no necesariamente por los trabajos, sino por algo más.

Era casi religioso para él pensar que la madre Luna pronto se daría cuenta de su sufrimiento y se lo llevaría a su lado. Cosa que no sucedió.

Si estaba sufriendo, era solo por su maldita culpa, todo porque no pudo decir que no a la tontería que le habían propuesto. Todo porque su maldita filosofía le decía que tenía que tomar las oportunidades cuando estas llegaban. Todo porque estaba cansado de gastar mucho dinero en su salud, solo porque aun era virgen.

Sí, Jin tenía una enfermedad que hacía que su cuerpo estuviera en un constante desbalance hormonal,  lo cual lo llevaba a tener celos irrgulares.

Eso más el desbalance emocional por lo sucedido con su amiga, al final causó que su celo esta vez le llegará unos meses sí y otros no.

Y aunque amara los niños, de hecho, deseaba tener mellizos, si en ese momento le decían que estaba en cinta, él no lo pensaría dos veces antes de abortar.

¿Cabía la posibilidad de que la madre Luna lo castigué?, sí. Pero, eso no importaba cuando no estaba preparado mentalmente, mucho menos económicamente para tener hijos, a eso agregarle que él quería que sus hijos sean producto del amor y no de un encuentro engorroso.

Además era su cuerpo después de todo y aunque corriera con el riesgo de nunca más volver a ser padre, no le importaba, si estaba, iba a deshacerse de eso.

En ese tiempo él no estaba económicamente bien, por lo que nunca pudo hacerse una prueba de sangre y ni siquiera la prueba más barata podía costearse para saber si había vida creciendo en él. Así que estuvo en la incertidumbre por más de 6 meses, vivió asustado y preocupado de estar cargando con el error más grande de su vida.

Y, aunque hubo meses en que su celo le llegó retrasado, no se confiaba, porque hasta ese momento Jin era irregular y había muchos casos de Omegas irregulares en cinta.

Y de ser el caso que fuera muy salado, había ideado un plan por si las moscas, llegara el día en que tuviera que afrontar sus errores.

Si estaba en cinta y ya no había como abortar al cachorro, iba a darlo a luz para luego dejarlo en un orfanatorio. No había de otra, eso era mejor a hacerle sufrir en sus manos.

Cruel, sonaba cruel, pero él no lo quería. Seguro después a sus 80 años se arrepentiría, pero ahora no.

Seokjin acepta que es un maldito irresponsable y quizás hasta un monstruo por pensar de esa manera, pero nadie le iba a quitar la idea y la determinación de hacerlo.

Sin embargo, eso fue quedando en segundo plano en estos meses en la que su atención fue puesta en cierto joven alfa.

Y ahora es donde Jin, sonreía contento, su celo parecía haberse estabilizado y el peso que cargaba poco a poco dejaba de agobiarlo.

Pero claro, no todo fue color de rosas, su nuevo interés le causo unos cuantos estragos emocionales.

Y ahora es cuando Seokjin determinaba al celo como su peor semana del mes.

Bueno, lo fue desde que admitió su gusto por aquel joven alfa.

El primer celo después de aquella vez, la pasó normal, podía controlar sus feromonas, sus emociones estaban estables y podía disimular su disgusto y para nada se sentía ansioso o con ganas de que el alfa lo note.

Sin embargo, este celo, le vino con toda la mierda, aparte de que de vez en cuando deseaba intensamente que el alfa lo cuidara en esta etapa, su omega estaba soltando desmesuradamente sus feromonas. 

En estos momentos, se notaba en su rostro el interés por el joven alfa, buscaba ser reconocido y aunque Seokjin sabía que estaba caminando por terreno inestable, siguió o bueno lo hizo hasta que notó que el alfa estaba cortejando a una linda omega de su grado.

Y aquí comenzó la peor parte, porque estaba desganado, triste y cualquier mínima cosita lo irritaba.

El día de hoy terminó castigando a una de sus alumnas porque la nena no hizo caso en guardar un libro de otra área que no era la suya, antes Seokjin lo hubiese pasado, pero hoy no lo hizo.

En el transcurso del día trató de motivarse, pero todo siguió yendo a la mierda.

Sus compañeros de trabajo y sus niños se dieron cuenta, pero lo único que él podía explicar era que le estaba dando la gripa. Ya que estaba terminantemente prohibido que un omega vaya a trabajar en su época de celo.

Y así terminó el día, enojándose con todo el mundo, desahogándose en la ducha, culpándose y sintiéndose inferior que nadie.

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