Only We Know

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Un poco tarde

Seokjin se sentía como un adolescente con su primer amor.

Y era verdad, porque en su adolescencia nunca tuvo su primer amor, sólo un tonto enamorado que a sus ojos no lo valoro.

Por eso era un hecho de que Jungkook estaba jugando ese papel ahora.

Una parte suya, le aterraba porque sabía cómo es la juventud y aunque el no sea tan viejo, le llevaba 5 años.

Y por más que confiara en Jungkook, no podía confiar en sus amigos.

Por eso paraba ansioso cada vez que el alfa no se comunicaba con el.

Tenía miedo de quedar como un tonto, un estúpido adulto que pensó que podría ser amado por un adolescente.

Tenía miedo de ser usado y, sin embargo, confío en aquel alfa.

Y a decir verdad, no quería arrepentirse, porque sabía que sí eso pasaba, cerraría su corazón definitivamente.

Se acerca la Navidad, se suponía que Jungkook regresaría, o eso fue lo que le dijo hace una semana.

Y a diferencia de lo que pasó el semestre pasado. Jungkook no se comunicó con el.

Aumentando la ansiedad del pobre omega.

Seokjin se puso a pensar desde lo más común, como que el alfa haya tumbado su teléfono en el water, que lo hayan drogado o en el peor de los casos que haya tenido un accidente.

Paso la tarde esperando un mensaje como mínimo.

Se ducho y para despejar su mente se puso a hacer manualidades navideñas para sus pequeños retoños.

Once de la noche, cansado. Decidió irse a la cama, tomó su teléfono y se puso a leer aquella novela que por más que ya la había leído más de 30 veces, seguía amandola.

No sólo por el trama, sino porque era la única novela que lo llevaba en una montaña rusa de emociones y con la cual se excusaba para llorar.

Doce de la noche, seguía leyendo estaba en la parte donde el protagonista era maltratado por su pareja sin razón alguna.

Seokjin seguía llorando, no era justo que ese tonto maltrate a su marido sólo porque no le gustaba estar casado con él. Si iba a hacer eso, mejor hubiese perdido su empresa. ¿Porque prefiro algo material al amor que decía profesar le a su amante,

Una de la madrugada, Seokjin sentía los ojos pesados, poco a poco se estaba quedando dormido cuando de repente su celular comienza a sonar, asustado contesta, sin siquiera mirar quien era.

-¿Bueno?

-Hyung...

-¿Cómo estás? ¿Todo bien?

Seokjin ni siquiera lo pensó cuando soltó esas preguntas.

-Hyung...

En ese momento a Seokjin lo distrajo el sonido de algo arañando la puerta principal de su casa.

-Kook, un momento-pidió Jin sin colgar la llamada.

El omega camino hacia la puerta y efectivamente había algo o mejor dicho alguien, tratando de entrar.

-La otra no te abro, ¿estás son horas de llegar a casa?-regaño Jin a su gato mientras lo miraba entrar en casa como si minutos antes no hubiese estado haciendo un alboroto.

Puso el teléfono cerca de su oreja de nuevo.

-Kook, lo siento, ¿qué me decías? ¿Como estás?

-Hyung, no cierres la puerta.