Harry se da cuenta de sus sentimientos por Draco, pero este último aún no está preparado para tomarse de la mano.
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Inspirado en Despair - Leo.
La historia transcurre a principios del 4to año, aquí Harry no part...
-Draco, puedes calmarte? El joven se movía de un lado a otro de manera insistente. -No puedo, es que no entiendo... -¿Qué no entiendes? -Por qué me siento así, eso es lo que no entiendo Pansy! La chica comió unas cuantas papas fritas.
-Será porque quizás te está empezando a gustar? -¡No! Imposible. -Pero si mira como estás ahora. -Yo... El chico revolvió su cabello y cerró los ojos. El solo imaginar como podrían reaccionar sus padres o sus demás amigos ante el hecho de que le gustara otro hombre lo hacía sentirse sofocado y en pánico. El rechazo de todas sus personas cercanas, quedarse solo... Se sentía culpable de tener esas emociones. -Hey, draco. La pelinegra se acercó a él ya preocupada y lo detuvo. -Todo esta bien, si? -No, nada está bien... Si él me empieza a gustar, mi vida se iría a pique. -Pero como sabes eso? Las personas que realmente te valoran por como eres no te dejarán solamente porque amas a alguien que no es "socialmente correcto", y si ellos deciden irse pues que se vayan a la mierda, tú no debes sentirte culpable por algo que no controlas Draco... Respiró hondo e intentó recomponerse.
-Aparte, no puedes negar lo que sientes por él. Negó y fue a sentarse a su cama, agarró su cabeza entre sus manos y suspiró. -He visto como lo mirabas. Y he visto miles de veces como él te mira a ti. Draco, nunca te había visto ponerte de esa manera con alguien... Quiero que seas feliz, independientemente de si es un chico o una chica, y no estarás solo, yo no te dejaré solo, si? Se agachó y puso su mano en la mejilla del joven, quien tenía los ojos aguados por las palabras de su amiga. -Gracias... en serio... Se fundieron en un cálido abrazo y después de un rato logró calmarse.
-Agh, me veo horrible... Se quejó al verse al espejo. -Bien, que harás? -Qué haré con qué?-- Dijo mientras se daba vuelta a su amiga, quien rodó los ojos. -Con Potter, qué harás con Potter. -No tengo ni la menor idea... -Puedo proponer algo en tu lista? Deja de comportarte como un reverendo imbécil con él, y también con sus amigos. El rubio suspiró y se mojó la cara. -Te comportas como si te hubieras estancado en el primer año. -Es mi única manera de sobrellevar mis sentimientos cuando estoy con él.-- Se defendió mientras se secaba el agua de la cara. -Pues tendrás que aprender otra manera, porque si no yo misma te daré un puñetazo en la cara para que te des cuenta del patán que eres.-- Draco suspiró y se acercó hasta donde estaba la chica.
-Aún no estoy listo para decirle lo que siento, simplemente intentaré lidiar con todo y comportarme mejor frente a él. -Bien, vas mejorando. -Carajo, creo que me estoy volviendo loco...-- Se lanzó en la cama boca abajo. -Crees? -No, me estoy volviendo loco, y por ese idiota de Potter... No puedo creerlo, en serio.-- Hundió su cabeza en la almohada. -Cómo le haremos con Crabbe y Goyle? -Yo me encargo de esos dos, tú solo encárgate de no entrar en pánico frente a tu chico. Sacó la última papa frita y se dispuso a salir del cuarto. -No es mi chico. -Ajá, nos vemos.-- Rió al ver la cara roja de Draco y se fue. Creía que no iba a llegar viva para ver a su mejor amigo enamorarse, pero parece que Potter si tenía sus trucos.
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