Harry se da cuenta de sus sentimientos por Draco, pero este último aún no está preparado para tomarse de la mano.
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Inspirado en Despair - Leo.
La historia transcurre a principios del 4to año, aquí Harry no part...
Harry estaba tan inquieto que lograba marear a Ron de tantas vueltas que daba. -Harry, cálmate. -¿Cómo quieres que me calme? No puedo calmarme, qué pasa si todo sale mal y todo esto se va a la basura? -Amigo, son recién las 8 de la mañana en un domingo, puedes dejarme dormir un rato más aunque sea? -No! Debes ayudarme a ir a comprar las cosas y debemos arreglar todo. ¿Cómo le haré para que Draco vaya allí? No puedo llevarlo yo, y no irá con ustedes... Y si le dejo una nota? -Eres muy molesto aveces. Hundió su cara en la almohada. -Yo estoy casi entrando en una crisis nerviosa y tú quieres seguir durmiendo? -¿No puedes dejar tu crisis nerviosa para mas tarde? -No, Ron! No puedo! -Envidio tanto a Neville... No sé como puede dormir con todo este ruido.-- Dijo el pelirojo en voz baja mientras observaba al otro chico dormir plácidamente.
La hora del desayuno finalmente llegó y los chicos bajaron y se dirigieron al gran comedor. -¿Qué les pasa? -Harry está en una crisis nerviosa y no me dejó dormir en toda la mañana.-- Dijo Ron mientras cerraba los ojos. -¿Tienes todo listo? -No, no tengo nada, por eso estoy así. -¿Cómo que no tienes nada, Harry? Dios... Bien, habrá que ir a comprar todo durante la tarde. -Pero cómo le haremos para llevar a Draco al lugar? -Creo que sé quién puede ayudarnos. Tú no te preocupes por eso. Luego del desayuno los chicos fueron a comprar las decoraciones para adornar el lugar, al llegar Pansy los esperaba en la entrada. -¿Qué necesitas Mione?-- Preguntó mientras caminaba junto a ellos. Harry miró a Hermione sorprendido y frunció levemente las cejas. -¿En qué momento tú y pansy se hicieron amigas?-- Susurró en el oído de la castaña. -Te contaré luego. Llegaron al salón donde una semana atrás McGonagall les había dado las clases de baile, era el lugar perfecto ya que era grande y nadie se pasaría por allí. -Harry, debes contarle tu plan a Pansy, ella nos podrá ayudar.-- El chico la miró unos segundos y suspiró. -Bien... Quiero declararme a Draco hoy, pero necesito que alguien lo traiga aquí, puedes hacerlo tú? -Claro, eso es sencillo.-- Sonrió agradecido. -También hay que preocuparse de que nadie entre. -Eso déjamelo a mí.-- Propuso segura la pelinegra. -Bien... Ahora solo queda arreglar todo y ya. Los 4 chicos acomodaron todo y lo dejaron listo para el momento especial, ahora quedaba arreglarse para el gran baile.
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-Demonios... Demonios, Demonios. Repitió repetidas veces mientras se miraba en el espejo desde distintos ángulos. La puerta se abrió y Harry se quedó quieto observando a Ron, el cual tenía una cara de espanto. -¿Qué es eso?!-- Dijo mientras se daba la vuelta y lo miraba. -Eh, mi ropa. -Dios... Al menos la tuya se ve bien y no tiene estas cosas blancas o como sea que se llamen-- Se quejó. -Bueno, no está tan mal, la tuya es más... tradicional.-- Habló en un intento de calmar a su amigo. -¿Tradicional? Es anticuado Harry! Haré el ridículo con esto puesto, me veo como mi tía abuela Tessie...-- Levantó el brazo y olió su axila. --Huelo como mi tía abuela Tessie. Se dió la vuelta y miró su reflejo, detrás suyo su amigo también lo observaba. -Mátame Harry.-- Suplicó. -No te ves mal Ron. -Claro, me veo horrible. Negó y después de un largo rato decidieron bajar y dirigirse al Gran Comedor.