☆ 𝖧𝖺𝗋𝗋𝗒 𝖯𝗈𝗍𝗍𝖾𝗋, 𝖾𝗅 𝖾𝗇𝖼𝖺𝗇𝗍𝖺𝖽𝗈𝗋

326 49 0
                                    

-Entonces le dí la carta y te juro que estaba temblando, y cuando me la devolvió tenía una cara seria y yo juré que todo se había ido a la mierda, pero cuando miré la hoja había marcado el si! Dios, se veía tan lindo cuando me sonrió.
Pansy lo miraba ir de lado a lado en la habitación mientras contaba mil veces la historia de como todo se había solucionado.
-No entiendo qué le ves a Potter.
-No lo sé, es un idiota, pero es un idiota tan tierno.-- La chica rodó los ojos.
-Me das asco enamorado.
-Cállate. ¿Qué hora es?
-Son laass...-- Miró su reloj. --4:45 p.m
-Ya no falta mucho y yo me veo horrible.
El chico se acercó a su espejo y se arregló un poco el cabello.
-Debería echarme gel en el cabello?
-No, parecerá como si una vaca hubiera pasado su lengua por tu cabeza.-- Apenas terminó de hablar se quejó por el poleron que Draco le había lanzado a la cabeza.
-Cierra la boca. Está bien esta polera verdad?
-Draco, pongas lo que te pongas a Potter le gustará igual.
-Cómo sabes eso? Ugh, siento que me veo horrible.
-No te ves horrible tonto, te ves genial.
Suspiró frustrado y cerró los ojos.
-Deja de pensar un poco en tu apariencia, mejor practica calmar tus nervios.
-Si... Tienes razón.

-Llegaste mas temprano

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


-Llegaste mas temprano...-- Habló Draco con una leve sonrisa.
-Si, yo... Quería venir pronto, ya sabes, debo practicar.
El rubio se sentó frente a él y sacó la guía que Snape le había entregado.
-Estaba pensando que quizás deberíamos conocernos más, ya que ahora somos amigos.-- Sugirió el moreno. El otro dejó la guía de lado y asintió.
-De acuerdo, me parece bien.
-Bien... ¿Tu color favorito?
Draco rió.
-No es un poco obvia esa pregunta?
-Claro, verde no? No lo pensé muy bien...-- Se rascó el cuello con una sonrisa. --Uhm... Tienes hermanos?
-No, soy hijo único.
-Yo igual, al menos tenemos algo en común.-- Se sonrieron.
-¿Lugar favorito en Hogwarts?
-La biblioteca, sin duda. ¿El tuyo?
-Hmm, no sé si el campo de Quidditch o mi habitación. Es como un 50/50.
-¿Algún pasatiempo?
-Hmm...-- Miró hacia el lado mientras pensaba. --Leer, dibujar y escribir.
-Bien, a mi me gusta volar en mi escoba y leer también.

Sus miradas conectaron en el cómodo silencio.
-¿Te gusta bailar?-- Preguntó el ojigris.
-No mucho, realmente.
-No te gusta o no sabes?-- Dijo con una sonrisa burlona.
-Probablemente se bailar mejor que tú.
-No lo niego, tengo dos pies izquierdos.-- Rieron. --Aparte de mi profesor de pociones podrías darme unas cuantas clases de baile, como el baile de navidad se acerca, no quiero pasar vergüenza.
-¿Por qué haría eso?
-Quizás para pasar mas tiempo conmigo.-- Draco intentó ocultar la sonrisa que amenazaba en salir, tampoco iba a negar que queria pasar un poco más de tiempo con su nuevo amigo.
-Bien, te enseñaré.
-Entonces... Mañana a las 6?
-Me parece bien.
Ambos sonrieron. Si una tercera persona los hubiera visto probablemente habría afirmado que se veían como dos idiotas enamorados.
Aunque... Eran dos idiotas enamorados.

-Tu sonrisa es linda.-- Soltó Harry sin pensarlo mucho. Enseguida la cara de Draco cambió de blanco a rojo.
-Uh... Gracias, supongo.
-¿No tienes ningún cumplido para tu nuevo amigo?-- Y si que tenía, tenía cientos.
-Hoy te arreglaste un poco más el cabello.-- Harry rió, y el rubio pudo jurar que era la risa más hermosa que había escuchado en toda su vida.
-Eres muy malo dando cumplidos, Draco.
-Tu risa...-- Empezó a ponerse nervioso bajo la mirada del pelinegro. Dios, ¿qué hechizo le había lanzado para ponerse así solo por su mirada?
-Mi risa...?
-Es linda... Es muy linda.-- Se atrevió por fin a terminar la oración, ahora el que estaba sin palabras era el ojigris.
-Oh, no esperaba que terminaras la frase.

Quería correr, correr lejos y hacerse bolita en su cama, en donde sus cálidos y tiernos ojos grises no pudieran engatuzarlo.
-Yo tampoco, sinceramente...
Draco bajó la mirada y suspiró mientras su expresión cambiaba lentamente.
-¿Todo bien?
-Harry, yo... Tengo una pregunta.
-¿Cuál es?-- El otro empezó a jugar con sus manos sin levantar la vista.
-¿Cómo demonios es que no me odias?
-¿Qué? A qué te refieres?

Tomó aire.
-Sabes a lo que me refiero. Harry, he hecho tu vida imposible por 4 años, no logro comprender como es que no me odias. Quizás tienes un corazón de abuela o eres realmente imbécil para perdonarme tan fácilmente, o tal vez tengas un plan de venganza en el que incluya acercarse y luego destuirme completamente, aunque no te juzgaría, creo que me lo merezco después de lo que te he hecho pasar.-- Rió secamente mientras el moreno lo observaba en silencio.
-Draco, hay una razón por la cuál decidí acercarme a ti y hacer las pases...-- El rubio subió la mirada hacia los ojos grises del otro.
-¿Cuál es? Porque debe ser una razón realmente grande para compensar lo que te he hecho.
El silencio inundó la sala nuevamente mientas se miraban, Draco intentando decifrar en su mirada alguna trampa o algo que delate el "plan" que podría tener, pero no había nada... Solo unos brillantes e hipnotizantes ojos.
-Draco, yo...

-Potter, Malfoy.-- La voz de Snape sacó del trance a ambos jóvenes, quienes rápidamente se levantaron.
-¿Terminaron su lección?
-Si, todo bien.-- Afirmó Draco.
-¿Y porqué siguen aquí? Largo.-- Recogieron sus cosas y salieron de la sala de pociones.

-Bueno... ¿Qué me ibas a decir?
-Yo...-- Bajó la mirada y sonrió. --Nada, era solo una tontería.
-Oh, está bien... Entonces, nos vemos mañana.
-Si, adiós.
Se despidieron y cada uno fue a su respectiva sala común.










𝖢𝗅𝗈𝗌𝖾𝗋 𝗍𝗈 𝖽𝖾𝗌𝗉𝖺𝗂𝗋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora