𝖢𝗅𝗈𝗌𝖾𝗋 𝗍𝗈 𝖽𝖾𝗌𝗉𝖺𝗂𝗋

𝖨𝗇𝗏𝗂𝗍𝖺𝖼𝗂𝗈𝗇𝖾𝗌 𝖺𝗅 𝖻𝖺𝗂𝗅𝖾

-¿Cuándo se dirán que se gustan?
-No lo sé, pero ya no soporto escuchar a Harry hablar todo el día sobre él.-- Confesó el pelirojo cansado.
-Ni yo a Draco, la gente se vuelve algo idiota cuando se enamora.
Los tres chicos miraban desde la puerta de la biblioteca a los dos enamorados, quienes se sonreían de vez en cuando y seguían leyendo.
Ninguno de los tres le había dicho al otro sobre los sentimientos de sus amigos, pero se podía notar a kilometros de distancia, eran demasiado obvios. Sin contar el como se pusieron cuando su "amistad" habia terminado sin siquiera llegar a empezar.

-No han faltado a ninguna lección juntos, y aparte pasan tiempo en la biblioteca, es increíble.
El timbre sonó para entrar a clases.
-Harry, vamos.
El trio de oro se fue a la clase de McGonagall, la cual esta vez fue en otro lugar.

-Bueno alumnos, como todos saben, la próxima semana se llevará a cabo el baile de navidad, así que con los demás profesores decidimos dar unas cuantas clases de baile.
Los alumnos se miraron entre ellos y empezaron a murmurar.
-Bien, quién será el primero?-- La profesora miró entre todos los estudiantes.
-Señor Weasley, venga por favor.
-Yo?-- Ron dijo algo asustado.
-Si, usted, venga.
Sus dos hermanos mayores le hicieron burla desde su lugar mientras el joven iba hacia la profesora a paso inseguro.

-Manos en la cintura.
-¿Dónde?-- Todos empezaron a reír bajo, la señora tomó las manos del pelirojo y las acomodó en el lugar dicho.
-Bien, las señoritas deben tener las manos en los hombros de caballero y un, dos, tres, un, dos, tres.
Empezó a guiar el baile.

-Nunca dejen que se olvide de esto.-- Dijo Hary mientras reía en dirección a los gemelos.
-Jamás.-- Respondieron al uníso.

-Esto es ridículo... Si seguimos así seremos los únicos sin acompañante para el baile.-- Dijo Ron preocupado. Enseguida su cabeza fue redirigida hacia su examen de una manera no muy amable por parte de Snape.
-Bueno, no solo nosotros, Neville tampoco.-- Dijo en un tono burlesco.
-Entonces no tiene caso que siga practicando.-- Los dos amigos rieron.
-Por si no lo sabían, Neville ya tiene pareja.-- Les respondió Hermione algo molesta.
-Eso es deprimente.
Bajó la mirada a su examen y suspiró frustrado.
Un papel de parte de su hermano llamó su atención, lo tomó y leyó en su mente.

  "Dense prisa o las mejores chicas se escaparán."
Devolvió el papel.
-Y tú con quién irás?-- Preguntó confundido.
Su hermano sonrió y le lanzó un papel a una de las chicas, ella volteó a ver al pelirojo.
-Angelina, ¿Te gustaría ir al baile conmigo?-- Dijo en un tono bajo y con señas, la chica sonrió.
-Claro, me encantaría.
Sonrió y le guiñó el ojo a su hermano menor, este volvió a suspirar y arrugó la nariz. Al mirar a su lado cayó en cuenta.

-Hermione, tú eres una chica.-- Harry negó levemente ante el comentario de su amigo y luego tiró del suéter de su amigo al ver a Snape aproximarse.
-Qué observador.-- Lanzó sarcásticamente.
-Ven con alguno de nosotros.
Se quejó al recibir un golpe por parte del profesor, Harry soltó una risa y también fue golpeado.
-Para un chico ir solo es vergonzoso, pero para una chica es... Deprimente.-- La castaña frunció el ceño y se dió la vuelta para levantarse.
-No iré sola, porque aunque no lo creas alguien ya me invitó.
Se levantó y fue a entregar su libro al profesor, volvió una última vez y miró enfadada a Ron. --Y dije que si.
Sin decir más salió molesta del comedor.

-Pff..-- Ambos vieron a la chica irse. --Crees que nos mintió?
-Supongo que si...
-Bueno... Tenemos que armarnos de valor y hacerlo hoy, tenemos que tener pareja cuando lleguemos a la sala común.
Snape volvió a darles una colleja a ambos amigos, se quejaron y siguieron en lo suyo.

Harry y Ron se pusieron en misión Buscar Chicas para poder llevar al baile, pero al parecer todas tenían pareja.

  "Ya tengo"
  "Lo siento, iré con alguien más."
  "Ni en sueños."
Y así con la gran mayoría.

-Ey, ahí están las chicas de la academia, quizás podríamos invitarlas a ellas.-- Dijo Ron, Harry estuvo de acuerdo y se pusieron en camino hacia el grupo de chicas, las cuales apenas los vieron hicieron una cara de disgusto y se fueron.
-Esto es imposible... Por qué todas las chicas están ocupadas?
-Ni idea...
Ambos suspiraron frustrados y volvieron dentro. Harry pudo ver por el rabillo del ojo a Ginny, la cual iba junto a Luna en dirección a la biblioteca.
-Ron, sigue tú, yo voy enseguida.-- El pelirojo hizo caso algo desconcertado y se acercó rápidamente a las chicas.
-Hola Luna, Hola Ginny.-- Ambas devolvieron el saludo.
-Ginny, quería preguntarte algo.
-¿Si?
-¿Quieres ir al baile de navidad conmigo?-- Dijo con una sonrisa, las chicas se miraron entre ellas y la peliroja se rascó el cuello.
-Yo... Lo siento, pero ya me invitaron.
-Oh, claro, no pasa nada, lo siento...
Suspiró rendido y volvió a la sala común.

Un grupo grande entró a la sala mientras escoltaban a Ron, quien parecía en completo shock.
-¿Qué pasó?-- Preguntó el pelinegro acercándose rápidamente a Hermione y Ginny.
-Invitó a Fleur al baile.
-Bueno, le gritó. Fue algo aterrador.-- Comentó Ginny.
-Tú sabes que me gusta verla caminar... Mucho.-- Empezó Ron. --Y yo... Quería invitarla pero me entró pánico.
-Y ella te rechazó?-- Hermione habló y se tapó la boca al ver negar a su amigo. --¿Aceptó?!
-Yo... Salí corriendo antes de que pudiera decir algo.
Se quejó y se tapó la cara. En la habitación aprecieron las gemelas Patil.
-Hola Harry.-- Saludaron al uniso con una sonrisa, el chico asintió con la cabeza y volvió a su amigo. De repente, una idea inundó su cabeza.
-Oigan, chicas...

-Bien, por fin tenemos parejas.
-Me hubiera gustado invitar a Draco al baile...
-Amigo, ¿cuando te le declararás? Llevas casi desde principios de año enganchado a él y aún no le dices nada.
-Pero yo no le gusto.-- Dijo Harry mientras miraba sus manos.
-Harry por favor, no has visto cómo te mira? Quizás tú no te das cuenta porque eres realmente lento, pero es obvio que a Malfoy también le gustas.-- Soltó al fin el pelirojo ya cansado.
-Tú crees?-- Se miraron y los ojos de Harry empezaron a brillar.
-Claro.
Sonrió y dirigió su mirada al fuego.
Tenía tantas ganas de contarle todo a Sirius y a Lupin, consideró escribirles una carta hace unos meses, aunque en ese entonces seguía confundido. Pero ahora que estaba seguro quería compartirlo con los que habían sido sus padres.

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Estamos llegando al final 😦😦