CAPITULO 33

29 3 0
                                    

No sé en qué momento me dormí.

Me rasco el ojo sentándome en el terroso suelo, los árboles se ciernen sobre nosotros con impotencia ocultándonos, estiro mis brazos traqueando mi espalda. El cielo nocturno luce apagado sin una estrella, la luna se oculta tras las nubes grises y el viento frio me termina por espabilar.

Con cuidado, me levanto sin hacer ningún movimiento brusco para no despertar a Gerold que está a mi lado, Omar esta acurrucado con la cabeza sobre su brazo y Ned duerme sentado a su lado, camino hasta mi hermano y lo reviso asegurándome de que este bien. Se remueve un poco con mi presencia pero no despierta, le beso la frente y me alejo suspirando. Veo a un lado a papá y a Russel, el último esta golpeado por todas partes, tiene el labio partido y en la nariz sangre seca mientras que mi padre la herida en las costillas se le ha vuelto abrir manchándole de sangre la camisa.

Dudo en acercarme a verlo o no, sus latidos me preocupan, son demasiado lentos... al final les paso por un lado y camino sin rumbo por el espeso bosque.

A lo lejos logro ver un pequño charco lleno de agua cristalina, me sumerjo unos minutos para luego salir quitándome los restos de lodo, me aseguro de tener mi arma y emprendiendo mi caminata. Conecto el intercomunicador manteniéndolo en línea solo por si acaso.

Todo se me salió de las manos, debí a ver prestado más atención o al menos ser más precavida, pero no lo fui. Ahora todos estaban mal por mis decisiones.

Parece que sus vidas están en mis manos y no se en que momento empezó a ser así.

<<¿Y tú? ¿Tú que ganas Kellid?>> las palabras de Asher aquella vez vienen a mi mente con un tono acido, odiaba que tuviera tanta razón siempre ¿Qué estaba ganando yo con esto? Lo estaba haciendo todo para intentar protegerlos y nada salía bien, había sobrevivido cinco días sin la ayuda de ninguno, había sobrellevado una condena que se me impuso solo por portar un apellido deshonrado disfrazado de leyenda, me había ido mejor siendo egoísta....

Gruño chocando mi brazo con fuerza contra un árbol acomodando mi hombro dislocado, solté un último alarido doloroso antes de caer de rodillas manchándome de tierra los pantalones.

Si, estaba mejor sola... no los necesitaba, no los necesito.

Ellos son los que necesitan de mí, gracias a mí siguen con vida, estoy segura de no tenerme en sus vidas Sawyer ya los hubiera asesinado a todos.

Me tenso cuando percibo un movimiento delante de mí a unos metros de distancia, me pongo de pie con calma pero a cambio recibo un gruñido animal, mis sentidos se pusieron alertas y antes de siquiera preverlo mis dedos comenzaron a desprender la neblina purpura. Mis pupilas se extendieron y cuando alce la vista oí de inmediato un doloroso quejido, pero no era mío.

Mis ojos se fijaron en la gran sombra que se retorcía en el suelo rascándose la cara como si quisiera quitarse algo, el ardor.

Di unos pasos adelante entrando al campo abierto y allí fue que lo distinguí -¡Lú!- la neblina purpura desapareció y sentí mis ojos volver a la normalidad, de inmediato el animal dejo de revolcarse en el suelo, se queda quieta respirando con anormalidad -¿Lú?- me acerco despacio y ella se levanta de golpe lanzando un zarpazo, retrocedo asustada con sus ojos fijándose en mí.

Se detiene cuando me enfoca, parece reconocerme porque se sienta en el piso y ladea la cabeza moviendo su cola gatuna.

¿Le había hecho daño solo con mirarlo? Al parecer sí, me acerque estirando mi mano a su cabeza, Lú se acercó dejando que sintiera su suave pelaje contra mi piel -Buena chica...- le rasque tras las orejas al hibrido poniéndome frente a su pecho -Tú nunca me mentirías ¿Verdad?- suelta un ronronea disfrutando las caricias.

CACERÍA [+18] (completa✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora