CAPITULO 14

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Para ser cazador no solo se necesita tenacidad y sigilo, también lealtad y respeto por el equipo y por quienes conforman el liderazgo firme de Fosteville.

Eso lo sabía desde pequeña, lo que nunca me dijeron es que el respeto se va desbalijando con cada acción y la lealtad solo queda para dársela a uno mismo. No sabía que al convertirme en lo que más deseaba sería una asesina, mentirosa y fraude envuelta en un puesto honorable y un apellido de valor.

No sabía, y no lo supe hasta el momento en el que me encontraba ahora, sentada en los puestos de atrás de una Ford con el llanto de Ken grabado a fuego en mi cerebro junto con la imagen horrorosa del cadáver de Connie; mientras un hombre de servicio manejaba y el alcalde lo acompañaba en el puesto de copiloto. Russel se mantenía a mi lado, callado y pensativo mientras veía por la ventanilla.

Era increíble que cada cosa que había vivido allá, y más increíble aún era que nada había sido real. Nada... excepto la muerte de Ken.

De verdad hubiera deseado ser la persona que ante los ojos de los niños era, en cuanto veían la camioneta blindada del alcalde pasar por la plaza de la ciudad, aldeanos, comerciantes, niños y ancianos se amotinaban para poder ver a sus cazadores, a sus "héroes".

-Tienes el día libre, descansa- dijo el alcalde en cuanto aparcamos frente a la mansión de su familia, no dije nada, salí del auto y fui directa a la puerta por la que una vez pase creyendo que esto era lo que quería, creyendo en Fosterville y sus antiguas costumbres honorables.

Que equivocada estaba.

Me detengo en el gran salón, hay una pancarta enorme que dice "bienvenida" y globos a los lados, no cabe duda que eso ha sido idea de Ned. Martin, Asher, el musculitos tatuado y el ama de llaves me sonríen de pie en la escalera. Me mantengo quieta y como si se tratase de una prueba más doy un paso hacia adelante con cautela, escaneando el lugar y a ellos.

Esta vez no me sorprenderán con algo. Esta vez estoy preparada.

-Felicidades Kell- dice Ned sonriendo -Nos alegra que estés aquí.

Asher parece ser la única de ellos que nota mi incapacidad mental ahora, porque es la única que se acerca con pasos decididos. Como si me fuera a hacer daño, me coloco en posición de ataque pero (contrario a lo que esperaba) ella me toma de los hombros bruscamente pegándome a su pecho.

Petrificada, así es como estoy.

Todos se quedan boca abiertos mientras la chica de cabello corto me abraza fundiéndome en su cuerpo dándome calidez, los dedos me tiemblan cuando paso mis brazos a su alrededor. No sé qué pasa hasta que una a una mis lágrimas le manchan la camisa, estoy temblando tanto que solo logra mantenerme colecta cuando me aprieta más contra sí.

El dolor de cabeza disminuye un poco y mi piel se eriza. Asher se aleja solo un poco para verme a la cara -Sube, date una ducha y descansa, te llevare algo de comer- asiento sin ser consciente de porque su voz me suena como la mejor melodía del universo.

Obedezco como un robot dando pasos hacia la escalera, le paso por un lado a todos y sigo hasta el segundo piso, recorro el pasillo hasta mi puerta y la abro cerrándola luego de entrar.

Voy hasta mi habitación y me desvisto quedándome quieta al ver mi reflejo desnudo en el espejo del tocador, mi piel esta magullada y llena de sucio, los rasguños en mis hombros y el raspón de mi pierna se ven bien, al parecer el aerosol si sirvió para evitar la infección. Muerdo mi labio con tanta fuerza que por un momento temo arrancármelo. Pero no importa ya.

Entro al baño sumergiéndome en la tina llena de agua. Tomo la esponja más rustica y me limpio la piel con brusquedad mientras las lágrimas calientes me recuerdan que sigo viva y a salvo solo por la muerte de Ken, por la de Connie y la ida de Omar. Pude haber sido cualquiera de ellos, pero no, soy Kellid Cale y en momentos como estos me doy cuenta de que... si pudiera ser otra persona... lo seria.

CACERÍA [+18] (completa✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora