CACERÍA [+18] (completa✔️)

CAPITULO 27

-Mi niñez fue tranquila, me crie en las calles de Fostervian, era divertido hacer guerras de nieve, tenía muchos amigos y aunque mi familia se conformaba por una mujer que había venido de las tierras cavernosas de Fantlia, que por cierto ni siquiera era mi madre, fui feliz.

-No quiero oír tú triste vida- le digo hastiada.

-Te conviene escucharla en realidad- prosiguió Marlon aun con una sonrisa, le gruño pero no digo nada más dejando que continúe -Cuando cumplí seis como todo niño, comencé a tener preguntas ¿En dónde estaban mis padres? ¿Por qué me había dejado en manos de una mujer que ni siquiera tenía mi sangre? ¿Había sido por algo que hice? ¿Me porte mal? No tenía respuesta a ninguna, pero era tanta mi insistencia que la mujer que me crio decidió ayudarme.

>>En cuanto tuve once me inscribí en las clases de la guardia, quería un puesto importante, y el ayudar a otros y combatir siempre me había llenado de plenitud. Todo tomo su curso y en cuanto tuve veinte lord Geskal me envió en busca de mi familia, mientras yo iba a encontrar mi verdad la mujer que me crio se convertía en la dama de Geskal, no una igual a las otras. Ella era importante para él.

-Legna...- él asiente confirmándolo. Lo veo ceñuda, no me esperaba esto.

-Viaje, mucho. A ciudades fuera del mapa incluso, pero de una u otra forma sabía que había nacido en Fosterville, algo en mi me llamaba allí, mi habilidad me guio hasta allí.

-¿Tú habilidad?

-No creo que sea muy importante, pero siempre he sabido hallar cosas y personas, es algo mental, puedo cambiar recuerdos y alterar pensamientos, pero también logro rastrear gracias a ello, es como un don de brújula... o al menos así la llama mi padre- elevo mis cejas sorprendida.

-¿Hallaste a tú padre?

Hace un sonido nasal dándome la razón -Y a mi madre solo que... pase tantos años buscándoles que no llegue a pensar que quizás ellos me dejaron porque no me necesitaban, que quizás mi ausencia la había llenado otro ser, otro hijo.

Abro la boca indignada -No me digas que te regalaron por feo y después tuvieron otro niño.

Mis palabras hacen que se ría con ganas, me mira con ternura antes de negar -En realidad, era una niña. Aunque no me regalaron, solo me alejaron por precaución.

Frunzo mi ceño -¿Por precaución?

-Cuando los halle, ellos estaban bajo el régimen de Fosterville y los legados de sus viejas familias poderosas, entendí en cuanto halle a mi padre que no podía seguir allí aunque lo quisiera. La familia al mando del puesto de "alcalde" quería poder, más y más poder, mi habilidad es poco común por lo que era peligrosa- baja la cabeza con una mueca -Lo confirme poco después- confiesa en un tono triste.

-Te alejaron por amor.

-Algo así.

-¿Y eh... ¿Qué paso después?

-Mi padre era... importante, sigue siéndolo, solo que ahora ya no tiene el poder que antes poseía. Perdió su motivación, solo quedo su hija y es eh...- sus ojos se incrustan en los míos al tiempo que él se tensa -Kellid, necesito que prometas que no te enfadaras con lo que te diré.

Aprieto mis labios en una fina línea dando un paso atrás -Solo dilo.

Marlon se levanta y da un paso en mi dirección, el pulso comienza a alterarse -Soy Marlon Gray, hijo adoptivo de Legna Gray, mis padres reales son Vij Cale y...- niego caminando despaldas -...Sheina Poe, y tú...

-Basta...

-Tú eres mi hermana, Kellid.

-¡MIENTES!

Traga grueso negando con la cabeza -No lo hago.

-No hay manera de que tú...- mi pecho se hunde con desespero, ladeo la cabeza sintiendo un nudo enorme en mi garganta, si que había manera de que eso fuera real pero simplemente no... yo...

-Dijiste que tenías un secreto- le recuerdo -¿Es este?

-Kellid yo no...

-¡RESPONDE A LA PREGUNTA!

-¡NO, NO ES ESTE!- explota hastiado -Joder eres tan... difícil.

-Dímelo Marlon- me acerco a él arrancándome con fuerza la pulsera de diamante negro de la muñeca haciendo tintinear las cadenas que me apresan -Dímelo todo ahora y sabré si mientes.

-No miento, todo es ver...

-Solo hazlo, dímelo.

Pongo mi mano abierta en su pecho sintiendo el dolor de cabeza punzar. Las pulsaciones de Marlon son normales sin mencionar el pequeño subidón de adrenalina por el enojo. Está enfadado porque no le creo.

-Soy tú hermano Kellid, eso verdad- tenso mi cuerpo al percibir su pulso, no miente. Respiro con pesadez y nerviosismo -Y el secreto es... no es un secreto, solo es algo que no... no deberías saber...

-¡Dímelo ya!

-¡Fue mi culpa!- me mira determinado -Fue... fui yo, fue por mí.

Mi mente comienza a crear teorías y ninguna de ellas me gusta, contengo las lágrimas que amenazan con salir -¿El qué?

-Su muerte... la muerte de nuestra madre- la sangre me baja a los pies y antes de ser consciente ya estoy alejándome de él sintiéndome mareada -Tú ya me conocías, pero papá me obligo a que lo borrara de tú mente, me obligo a hacer que lo olvidaras todo y yo no...

-Cállate- las lágrimas calientes bajan por mis mejillas mientras mis oídos comienzan a captar todo, los pasos de Jaylen afuera, el sonido de la aspiradora a lo lejos en el gran salón, mi acelerado palpitar y el respirar irregular de mi hermano frente a mí.

Mi hermano...

Jadeo cayendo de bruces al suelo, todo me da vueltas, y el ruido no me ayuda en nada, suelto un quejido adolorida en cuanto miles de recuerdos que no sabía que tenía pasan por mi cabeza. La punzada se acentúa y Marlon se arrodilla junto a mí sosteniéndome en sus brazos.

Oigo su voz lejana llamándome pero no le prestó atención, solo puedo ver a una vieja yo con un padre más joven y a Marlon riendo de no sé qué, estamos sentados en un sillón. Mamá nos está contando una historia mientras papá le besa la mejilla a cada rato.

Papá luce relajado, con menos cansancio. Mamá está feliz, lo sé porque no para de hablar. Yo estoy feliz, con Marlon abrazándome de lado mientras me ve sonriente.

Siento mi cuerpo temblar y mi piel erizarse mientras todo se revuelve sumergiéndome en un poso oscuro. Ya no logro escuchar a ver alguna cosa, no siento mi cuerpo ni a quien me sostiene, intento mantenerme consciente pero no lo logro.

Nada. Ya no hay nada.