CACERÍA [+18] (completa✔️)

CAPITULO 36

El zumbido de disparos me rozan los oídos. Abro los ojos lentamente parpadeando, sigo en el sótano amarrada a la silla, muevo mi cabeza hacia el oscuro pasillo cuando oigo un fuerte golpe.

Mis extremidades se paralizan espantándome, mi instinto de supervivencia me grita que huya pero mi cuerpo no reacciona, no puedo hacer nada, mis pensamientos se nublan y se mezclan entre sí ofuscándome ¿Qué carajos está sucediendo? Entro en pánico cuando capto unos pasos a lo lejos gracias a mi don. Comienzo a tirar de mis cadenas en un inútil intento por ponerme de pie mientras los pasos se vuelven más rápidos acercándose.

Suelto un alarido cuando la cadena que me amarra me hace sangrar las muñecas con hilillos rojos que bajan hasta mis dedos en donde el humo morado comienza aparecer, pero estoy demasiado débil como para hacer algo, levanto la cabeza asustada cuando una silueta alta entra en mi campo de visión. Lo primero que veo es un arma apuntándome, justo a la cara, unos dedos largos tomando el mango y luego los brazos, la persona se acerca más dejando que la luz amarillenta le dé en el cuerpo dejándome ver su rostro.

-Marlon...

-¡Killy!- mi hermano baja el arma de golpe abriendo los ojos de par en par, corre a mi puesto cayendo de rodillas frente a mi mientras me revisa por todas partes -¿Esta-as b-bien..?

El llanto no lo deja hablar pero logro entenderle, mi corazón da un vuelco agotado dejando salir un profundo sollozo -A-Ahora si lo e-estoy- farfullo entre lagrimas dejando que me abrace mientras hundo mi cara en su cuello...

Doy un respingo cuando me lanzan un balde de agua helada sobre la cabeza.

Parpadeo recuperando mi vista, la sangre seca me dejo un gusto metálico en los labios y la perdida de la misma me tiene débil, me cuesta alzar la mirada hacia Asher que parece genuinamente fascinada al verme.

-Qué bueno que sigues con vida- se mofa con sus orbes negros fijos en mi -Podre divertirme otro poco.

Mis ojos buscan por toda la estancia esperanzados pero de a poco esa esperanza se transforma en una espesa tristeza. Sigo aquí encerrada, sola, nadie ha venido por mí.

Fue solo un sueño.

Encaro a la chica de cabello corto viéndola con desprecio, exhalo para poder recuperar el aliento.

Si antes estaba cansada ahora estoy exhausta. Cada uno de mis nervios esta alerta y ese baño de agua fría me mantiene espabilada, Asher se larga luego de un rato dejándome amarrada a la silla, intento zafarme pero no lo logro así que decido calmarme y mantenerme colecta.

El dolor de mi mandíbula me hace divagar un par de minutos creando más escenarios falsos en los que salgo de aquí a la fuerza, cada uno más distinto que el anterior, lo único que los une en un perfecto objetivo es la sangre. Sangre en mis recuerdos y fantasías. Su sangre. Esparcida por el suelo, las paredes y mi ropa. Su sangre derramándose en mis manos y sus ojos celestiales llenándose de sombras sin vida.

Kellid basta.

Me riño mentalmente por estar anhelando la muerte de otro ser humano. Por más macabro y vil que sea. Por años la humanidad ha luchado incansablemente por sobrevivir un día más, por tener el honor de ver la luz de la luna a lo alto del cielo oscuro cada noche o el viento gélido en las mañanas cuando el sol resplandece con sus primeros rayos cálidos. Dicen que la sociedad sobrevive gracias al amor y la compasión pero, ¿Qué pasa cuando esos valores se convierten en obstáculos?

Porque para mí así fue.

Esos mismos valores que habían formado la estructura de mi existencia entera se había vuelto en mi contra desmoronándome, mi padre, los que creí mis amigos, mi hermano y las personas que había llegado a conocer durante estos dos meses, todos me habían metido de alguna manera. Cada una de sus acciones me había traído a tomar represalias y por ello estaba pagando ahora. Atada a una silla sin movilidad alguna sufriendo por sobrevivir.