CAPITULO 23

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Habría deseado poder hacer algo más por mí misma, pero resulta que todos sabían que sucedía menos yo.

Me acurruque más en la manta gruesa que Martin me había dado, ya sabía porque habían escogido este auto, aunque era el más grande y pesado estaba más equipado que los demás, la maletera estaba llena de armas y cosas primordiales.

Habían desde cepillos de dientes hasta granadas de gas, no sabía a dónde íbamos pero si estaba segura de que algo grande se venía sobre nosotros.

Ya llevamos diez horas en el auto, no había hablado con ninguno, ni siquiera cuando paramos cerca de un risco para que ellos atendieran sus necesidades y yo las mías. No sabía si estaba más molesta con ellos o conmigo misma.

Algo no me estaban diciendo y mi cerebro había dado en el clavo al suponer que era Ned quien lo sabía todo.

Quizás si no tuviera tanto orgullo habría manejado la situación de otra manera y todo hubiera sido diferente, pero para horror de ellos y satisfacción mía, mi orgullo era más grande que cualquier montaña nevada del Fostervian al norte de Fosterville, a donde al parecer nos estábamos dirigiendo.

El frio ya azotaba mi cuerpo sin tapujos y los arboles empezaban a aparecer con hojas tan blancas que a la luz del sol o la luna parecían plateadas.

-Bien, adéntrate en el bosque al lado izquierdo, a unos quince kilómetros hallaras una carretera- Martin seguía guiando a Russel mientras Ned intentaba dormir cómodamente en su puesto, lo cual era absurdo e imposible, el puesto de copiloto era diminuto y él tenía un cuerpo voluptuoso y exagerado.

Suspire ansiosa.

Papá...

Tenía la pequeña esperanza de que pudiera verlo al llegar a Fostervian, si no recordaba mal, allí era en donde estaba, o al menos hay lo habían enviado Stenz y Fenerti.

Mi aliento salió como una pequeña nubecita que se desapareció en el ambiente encerrado del auto, pegue mi mejilla a la ventanilla fijándome en el exterior, Russel se había adentrado en el bosque, aún no había camino por lo que las marcas de las ruedas se tallaron en la tierra.

Fruncí el ceño levemente, me gire hacia los chicos, Martin parecía estar discutiendo mentalmente consigo mismo viendo no sé qué en el mapa, Ned al fin parecía haberse dormido y Russel estaba tan serio como siempre.

Al parecer ellos no lo habían notado, pero había algo afuera que había congelado el ambiente, sentía el cambio de clima en mis vellos erizados. Alce mi mano con lentitud hacia el vidrio. Cerré mis ojos levemente al tiempo que mis dedos hacían contacto con la superficie. Un escalofrió recorrió mi columna vertebral al tiempo que una chispa de electricidad quemaba la yema en la punta de mis dedos.

Solté un chillido dando un brinco hacia atrás por lo imprevisto, caí despaldas en el asiento golpeando mi cabeza con la rodilla de Martin -Oye, oye...- el rubio me dio un empujón hacia el otro lado -...al menos dame primero un beso Kell.

Russ miro de soslayo hacia nosotros, al parecer eso había llamado su atención, le rodé los ojos y luego me erguí volviendo a ver por la ventanilla.

Una sombra blanca paso veloz hacia un lado, no estaba loca, había acertado -Hay algo afuera.

Mi amigo de la infancia detuvo la camioneta bruscamente provocando que la cabeza de Ned chocara de lleno con la puerta a su lado, el musculitos tatuado espabilo espantada mirando a todos lados -¡¿Qué pasa?!

-Silencio- espeto Martin notando la sombra, esta vez pasando por su lado -Si hay algo fuera...

Russel miro a los lados confuso, el ambiente se volvió más frio calándome en los huesos, Ned se petrifico al ver la sombra blanca. Ahora estaba frente al auto.

CACERÍA [+18] (completa✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora