Tarde

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Marck: ¿listo? —pregunté en un susurro en su oreja, con una sonrisa.

Dylan: si —respondió,  terminando de comer su algodón de azucar.

Aparte mis patas de su vista, dejando que sus bellos orbes azules oscuro observaran un cielo negro salpicado en toda su extensión con infinitas estrellas blancas algunas más grandes que otras, iluminando con luz estelar el negro cielo. Un escenario perfecto y sin duda que vale la pena apreciar. Una de las estrellas calló a gran velocidad  convirtiendose en una estrella fugaz, dejando tras ella una estela que se desvaneció en un instante.

Dylan: wow...esto es...es...—dijo dejando el palillo del algodón de azucar a un lado.

Marck: increíble —terminé su comentario observando el cielo al igual que él.

Dylan: no, iva a decir hermoso. Pero eso también —díjo riéndose.

Yo tambien reí un poco por su comentario. Ambos nos quedamos miando el hermoso paisaje natural en silencio, disfrutando de la vista, aunque más disfrute tener a Dylan conmigo.

Dylan: gracias —agradeció volteando a verme— hace mucho que no me divertía en tan poco tiempo —dijo sonriendo.

Marck: de nada —respondí con una sonrisa tambien.

Dylan se puso de pie despues de voltearse y se dijo:

Dylan: ya vuelvo.

Se marcho dejandome ahí sentado mirandolo cominar hacia la feria nuevamente. Yo segui observando el bello panorama. Era una obra maestra, una obra que la naturaleza nos entrego, el ambiente silencioso y calmado, perfecto para dormir. Las estrellas brillaban con intencidad, y me llevan a pensar en Dylan.

Ese hermoso lobo con un hojos azules oscuros, un color hermsos y profundo. Con una bella sonrisa con la capacidad para contagiar su alegría y energia positiva, ese carisma alegre, amable, tierno, y un poco infantil. Y ese hermoso y esculpido cuerpo que me invita a cometer el mas delicioso de los pecados, seduciendome a probar cada parte de él, pero tambien una maldición al no poder tocarlo. El era lo más cercano a la perfección que existe, lo voy a conquistar, sin importar qué, lo tendre entre mis brazos, despertarlo con besos por la mañana y en la noche hacerlo disfrutar la escencia del placer si el me lo permite. Lo necesito, lo amo, el es mi luz, no dejare que nadie lo dañe, y si no soy bueno para él, y no me ama...entonces me marcharé y dejare que otro lo haga feliz, lo ame y proteja tanto como yo...

Dylan llegó hace unos minutos al parecer y no lo noté, así que llamó mi atención diciendo:

Dylan: oye, ¿estas bien? —preguntó para llamar mi atención sentandose a mi lado esta vez.

Marck: si...solo pensaba...—respondí mirandolo tomar asiento.

Traía entre sus patas una lata de cerveza y soda. Me extendió la vevida alcohólica, de mis preferidas, la corona, la acepté con gusto. Después de entregarme la vevida,  el abrio la soda, que tomaria en un momento. Luego de dar un sorvo a su vevida sacó su teléfono y reprodujo "Astronomy" de Conan Gray. Haciéndo un ambiente calmado, mas de lo que ya era.

Marck: gracias —díje sonriendo por el presente.

Dylan: no hay de que —respondió veviendo su soda con una sonrisa después.

Minutos pasaron y Dylan se acerco mas a mí disimuladamente mientras mirábamos las estrellas, aunque no disimulaba muy bien. Yo hice lo mismo, hacía frío así que supuse que era por aquello que se acerco a mí. No pude sentirme un poco desepcionado al pensar en esa posibilidad, pero es poco probable que se acercara a mi de esa manera, tan cerca que podia sentir el calor que producian nuestros cuerpos al estar juntos solo porque sí.

¡Lo daria todo por ti!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora