¡Lo daria todo por ti!

Mi pasado

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NARRA DYLAN

Los días de entrenamiento se han vuelto más animados gracias a Marck. Hablar con él mientras levantamos pesas o corremos en las caminadoras me hacia sentir menos cansado al entrenar.

Su compañía era muy agradable, eso no lo voy a negar, pero he notado que es muy atento, y eso es un detalle muy tierno en su comportamiento. De hecho ahora mismo es día de entrenamiento nuevamente, y como de costumbre estamos tomando un corto receso de las pesas y flexiones.

— Toma —ofreció extendiéndome una botella fresca de agua tomando asiento a mi lado en el suelo.

— Ya te dije que no te molestes en seguir comprándome agua —reproché tomando su muy amable acción, pero se volvía tedioso.

Durante todos estos días ha estado ofreciendome amablemente una botella de agua en los descansos, es un detalle muy generoso, pero no era necesario en lo absoluto.

Yo puedo comprar la botella de agua con mi dinero, y no hacerlo me hacía sentir inútil de alguna forma.

— Perdón, no puedo evitarlo —excusó sonriendo despreocupado meneando la punta de su cola como un gatito.

— "Que tierno" —pensé con una pequeña sonrisa en mi rostro mirándolo, pero no me convenció— Sí claro, que difícil es no dejar que otros hagan cosas simples —respondí con notorio sarcasmo bebiendo después un poco de agua. A su respuesta le faltaron fundamentos.

— creí que...te estaba ayudándote a reducir costos...lo siento.—agachó su cabeza mirando la botella entre sus patas con ojos de cachorro, luego dirigió esa mirada hacia mí.

Marck era muy enternecedor. Sus felinos ojos de pupilas dilatadas con las orejas hacía atrás y la expresión de culpa en su rostro, era algo conmovedor para cualquiera. Se veía tan tierno que por un instante quise acariciar sus orejas y decirle que podía seguir comprando todas las botellas de agua que quiera para ambos.

Pero sé bién que es una trampa, una muy tierna...pero no caería...

—...Marck...—miré su rostro mordiendo mi labio inferior tratando de resistir y contrarrestar los efectos de su ternura, pero fue inútil— ¡Demonios Marck! —me rendí ante su cautivadora trampa. Y esas palabras bastaron para que el contrario supiera que obtuvo la victoria.

— ¡ja! Sabía que te rendiriás —río gozando su victoria regresando su rostro a la normalidad, ahora encajaba su rudo cuerpo con su masculino rostro.

No soy de esas personas que niegan lo obvio solo por llevar la contraria, y no negaré que el enorme mastodonte que me acompañaba podía ser un macho lindo y super tierno aveces.

— Solo por esta vez, a la próxima no caeré —advertí en una sonrisa, pues al verlo festejar su victoria parecía un cachorro engreído. El solo sonrió más y bebió su botella de agua

Fue entonces que el tierno rosa se torno al rojo pasión cuando accidentalmente un Marck ignorante recargado en su brazo izquierdo dejó caer una seductora gota de agua entre sus expuestos y fornidos pectorales, bajando por sus abdomen de roca hasta llegar a la tira de su shorts rojo. Juntamente terminando su travieso recorrido en dirección al bulto entre sus piernas.

Mi rostro ardía en un sonrojo indiscreto en cuanto noté que había recorrido la trayectoria de la gota de agua en su totalidad.

— "Que macho tan sexy...si que la tiene grande~..." —pensé con un fuerte sonrojo en mi rostro mirando el punto donde la gota fue direccionada. La entrepierna de Marck.

En ese momento sentí una pequeña corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo, dejando a su paso una sensación de calidez que aumentaba lentamente hasta convertirse en calor.