Harry Potter esta teniendo un horrible día.
Enterarse que su padre no es realmente James Potter lo dejó muy confundido.
Enterarse que dentro de él está un pedazo del alma de la persona que mato a sus padres lo dejo asqueado.
Harry pensó que al ser u...
—No entiendo como terminamos aquí -dijo Ron, quien se encontraba limpiando algunos trofeos de forma brusca-. Todo esto es culpa de ella.
—¿Disculpa? -exclamó Hermione- El que tuvo la grandiosa idea de ir a volar con las escobas a la mitad de la noche fuiste tú.
Su voz era baja pero poderosa. Pudo haberse visto intimidante si no tuviera jabón en todo el cabello.
—Basta los dos -suplicó Harry-. Terminemos esto en silencio y luego podremos ir a dormir, ya que parece que les hace mucha falta.
Los dos leones se detuvieron y miraron a Harry con ojos de cachorro. El peligro suspiró y volvió a su trabajo.
Esta iba a ser una larga noche.
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Un día antes.
—Hola Harry -saludó Hermione, acercándose a los dos niños sentados frente a la chimenea-.Te importa si me siento un rato a leer, es que los demás sillones están ocupados.
Curiosamente su excusa era cierta.
—Hermione -reconoció Harry a la niña, sonriendole-. Por supuesto. Siéntate.
Todo el intercambio era visto por Ron, quien se encontraba más irritado por la presencia de la leona: —Como que hace hambre, ¿no? Harry, mejor vamos a la cocina, mis hermanos me dieron estas pistas para poder encontrarla. -dijo sacando unos cuantos pergaminos, que a simple vista conducían a cualquier lugar menos a la cocina.
—Ron, puedes aguantar un poco, la cena será dentro de una hora aún.
—¡Ah, Harry!, cierto -exclamó Hermione-. He estado leyendo este libro de pociones que me hizo tener una teoría...
—Por supuesto que estarías leyendo -interrumpió Ron-. Es lo único que sabes hacer. ¿No te cansas de hacerlo siempre? Es agotador la sola idea de pasar la vida únicamente con libros al rededor. No tienes ni la más mínima idea de lo que es diversión.
Hermione parecía mortificada por las palabras de Ron. Con voz aguda le dijo: —Claro que se divertirme, yo...
—¿Ah, si? Bien, dinos, señorita sabelotodo -dijo groseramente-. ¿Qué haces para divertirte? Porque a mi me gusta explorar el castillo, jugar ajedrez, al snap explosivo y amo ir a volar. Y puedo decir con seguridad que no te gusta hacer ninguna de esas cosas.
Hermione parecía que iba a explotar de lo roja que estaba. A ella le encantaba leer y hacerse un mundo en su cabecita, pero sabía que para otros eso no era divertido. Y debía admitirlo, de las cosas que dijo Ron ninguna le gustó. Aunque...