Cap. 14

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14. Una clase de historia interesante.

Unas sillas aparecieron de la nada y el sombrero le insistió sentarse: —Bueno, Harry. Vamos a hablar.

Harry, sin saber cómo actuar, se sentó al frente de... ¿Él? ¿Ella?

—Puedo ver qué tienes algunos problemas en identificar mi género -dijo el sombrero-. No tienes que preocuparte por eso. Soy un sombrero... Aunque, los fundadores pusieron en mi parte de sus personalidades y creencias. Así que supongo que puedo identificarme con cualquiera.

«Hace mucho no utilizo este espacio para hablar, es emocionante -continuó el sombrero-. No, conocerte es emocionante. Por fin puedo ver el rostro del heredero de uno de mis creadores. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez»

Harry se quedó helado por un momento, sin embargo, fue un momento fugaz. Fue la misma magia de Salazar, que junto con los otros tres fundadores, crearon el sombrero seleccionador. Obviamente iba a darse cuenta de su título de Lord de la casa Slytherin.

—Sabes, puedo ponerte en Slytherin si así lo deseas -el sombrero señaló-. Después de todo, si eres Lord de esa casa, a de ser porque derrotaste al heredero indigno.

—¿Heredero... Indigno?

—¿No lo sabes? -ante la negativa de Harry, el sombrero continuó- No es sorpresa. La magia es difícil de comprender, incluso para los duendes. Tendré que explicártelo yo...

«La familia Gaunt, de la que proviene Voldemort, era una familia que detestaba a los muggles y a los nacidos de estos. Durante mucho tiempo tiraron por el barro todo en lo que Salazar había trabajado. Y así, poco a poco, todos olvidaron lo bueno que hizo Salazar, y vino rumor tras rumor, manchando su nombre. El odio era tan grande, tan pesado, que comenzó a afectar la magia de los suyos. Era espesa, asquerosa y maligna. Tanto era la corrupción, que la magia que Salazar había usado para crear las bases de su casa y el anillo había dejado de considerar dignos a los descendientes de los Gaunt. Pero llegó él, Tom marvolo Riddle. Era aire fresco, era la salvación de la línea de Slytherin. Pues él era un mestizo. Sangre nueva, limpia. Y yo... Lo encaminé por un camino de maldad -se entristeció el sombrero-. Ahora Harry, lo que diga a continuación son datos recogidos de las cabezas de otras personas. Las acciones de Tom... No, de Voldemort, llevaron a la magia de la casa Slytherin a agonizar. Ya no había perdón, no había salvación para esta. La magia se aferró a lo único que podía salvarla y limpiarla en ese momento. Un acto desinteresado, lleno de amor, una nueva oportunidad. El sacrificio de tu madre no es desconocido por todos. El director ha hablado mucho de ese día, cuando piensa que nadie lo escucha, por eso lo sé -explicó esa última parte-. Solo magia así podía salvar lo que quedaba de la casa de Salazar. Pero que tu alma se allá aferrado a este plano mortal... Eso es otra cosa. Verás, tu madre quiso que vivieras, pero la decisión final iba a ser tuya. Cuando aceptaste vivir, el sacrificio de tu madre se asentó en tu alma... Al igual que la magia de Salazar. Por eso eres su legítimo heredero. No porque seas su sangre, sino porque la magia así lo decidió. Y por fin, alguien digno llevará la carga de la casa Slytherin para llevarla con honor y grandeza.»

Harry estaba perplejo. Si, hace un tiempo había aceptado que era Lord Slytherin, incluso si ese título venía de Voldemort. Pero saber el por qué envió escalofríos por todo su cuerpo.

—Bueno, no perdamos el tiempo -habló con soltura el sombrero-. Hay que decidir cómo clasificarte. Y creo saber cómo hacerlo... Harry, creo que es hora de que tengas tu primera clase de historia -el sombrero tomó aire y comenzó.

«No es cosa nueva que Salazar detestaba a los muggles. Pero los respetaba hasta cierto punto. Eran tiempos difíciles y ser un mago rodeado de personas que no lo eran... Bueno, era peligroso. La caza de brujas estaba en su apogeo en ese momento. Sí, varios adultos se divertían dejándose atrapar y "quemarse" en las hogueras. Con hechizos y encantamientos salían ilesos de esos casos... Pero no era lo mismo para los niños nacidos de muggles -explicó con pesar el sombrero-. El terror y el dolor de esos niños cubrió la tierra. Y Salazar, lo creas o no, era una persona muy emocional. ¿O por qué crees que su anillo tiene buenos encantamientos anti-legeremánticos? Sufrió mucho por esos niños. Recorrió pueblos y ciudades, valles y desiertos, algo, un lugar seguro. Hasta que se encontró con Rowena Ravenclaw, quien le propuso crear un refugio, que serviría para enseñarles a todo aquel que tenga el don de la magia, todo para prepararlos al cruel mundo exterior. A su travesía se le unió Helga Hufflepuff, una temible bruja que en el fondo solo tenía buenas intenciones. Y un joven introvertido que no hacía daño ni a una mosca, Godric Gryffindor.»

«Una noche, luego de haber recorrido tres días sin descanso los pueblos de antaño, Rowena tuvo una visión de un cerdo verrugoso, conduciendo a un lugar escondido entre las montañas, cerca a un lago. Era el lugar ideal para poder hacer sus sueños realidad. Solo faltaba crear un edificio capaz de mantener muchos niños, e incluso, Miles de personas más en tiempos de crisis. Helga, que venía de una familia oscura y antigua, donó todos los elfos que poseía para ayudar a levantar el lugar, y luego, para servir a este. Fue un trabajo duro, pero por fin era realidad el colegio. Los primeros años fueron difíciles, no muchos Lord's permitían que sus hijos estuviesen varios meses lejos de sus mansiones, conviviendo con magos criados por muggles. Pero el colegio fue ganando popularidad, y más personas comenzaron a venir. Helga, que conocía cuánto daño podía hacer la frivolidad y el odio al venir de una familia como la suya, creo una casa en dónde se recompensa el trabajo duro y la lealtad.»

«Rowena vivió casi toda su niñez siendo marginada. En su familia solo los varones recibían educación, y ella al tener un hambre insaciable por aprender cosas nuevas, decidió enseñarse ella misma. Al final, creó una casa en dónde se recompensa la inteligencia y la creatividad. Godric por otro lado... Era un miedoso. Y el lo sabía. Sin personalidad, dependiente de los otros, era como un cero a la izquierda. Era un excelente mago, experto en transfiguración y runas, pero su miedo le impedía avanzar. Un día, acompañando a Salazar por ingredientes de pociones, se encontraron con un dragón. Este se despertó y Godric se paralizó. Pero cuando Salazar estuvo a punto de morir... Algo despertó dentro de él. Con fuego ardiente en sus venas, saltó para enfrentarse al dragón con una furia comparada a la fuerza del sol. Al final comprendió que los más miedosos, al enfrentarse a la adversidad, pueden llegar a volverse los más osados. Así que creó una casa que valoraba el Coraje y la valentía.»

«Por último, tenemos a Salazar. Él vivió una vida normal, por así decirlo. Si bien la crueldad no tocó personalmente su vida, si lo hizo con los que se encontraban a su alrededor. El vió como miles de niños eran perseguidos y asesinados solo por haber sido bendecidos con magia. Vió arder en llamas a personas que el no pudo salvar por más que lo intentó. En su corazón llevo un gran pesar por años. Hasta que decidió dejar de ahogarse en la pena y el dolor, y visualizó un futuro mejor para todos. El quiso creer que podía haber un cambio, si se atrevía a perseguirlo. Por eso creó la casa de la ambición y la astucia, dos de las características que el creyó necesarias para ver realidad su visión.»

«Como verás Harry, la historia es diferente de lo que se suele recordar. Y al contarte sobre ellos te pregunto... ¿Que casa eliges?»

Harry estaba sorprendido por la pregunta del sombrero: —¿Q-Qué?

—Te daré la oportunidad de escoger... Creo que te he contado lo suficiente para que puedas elegir más sabiamente a qué casa perteneces.

Las palabras del sombrero llevaban un peso que Harry no podía aguantar. Era lo que siempre quiso, escoger su propio destino. Pero ahora se veía más difícil que antes. La casa que elegiría se marcaría en sus túnicas durante 7 años. Debía ser sabio y elegir con cuidado.

Harry se consideró inteligente. El buscaba el conocimiento desde hace mucho, queriendo encontrar una salida de los Dursley. Y ahora, el conocimiento era una oportunidad real, algo que necesitaría si quería sobrevivir ante el mundo mágico. También se consideró muy trabajador. Desde que era muy pequeño, el trabajo constante era un rato libre de los insultos y palizas que normalmente le daban su primo y su tío. Trabaja y hazlo bien, era uno de los lemas que Harry se repetía una y otra vez cuando le encerraban en su armario.

Harry se consideraba muy ambicioso. Incluso cuando quería negarlo en su pequeño rincón, el siempre soñaba con la libertad. Harry esperaba y planificada el día en que su momento llegaría. Y era astuto, debía serlo si quería sobrevivir, literalmente. La casa de Slytherin era con la que más se identificaba Harry... Entonces, ¿Por qué dudaba?

Porque no se trataba de lo que Harry había tenido que hacer para pasar desapercibido, sino de lo que hizo para poder escapar de una vida que nunca fué para él. Porque fue el valor lo que Harry necesitó para responder la carta que cambió su destino. Porque fue el valor lo que le hizo abrir las cartas de su madre, aún cuando temía lo que pudiese encontrar ahí. Fue el valor lo que lo hizo decidir sentarse en un espacio infinito y vació con un sombrero con forma humana para decidir de una vez por todas para donde se dirige su corazón.

—Antes de sentarme aquí sabía lo que quería... Y ahora, puedo confirmar que mi decisión no ha cambiado -dijo Harry.

El sombrero seleccionador dió una gran sonrisa antes de exclamar: —¡Bien, supongo que ya decidiste tu destino, y tú destino es ser un...!

—¡...GRYFFINDOR! -se escuchó la voz del sombrero por todo el colegio.

Krypto-MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora