Por fin sonaba el reloj. Las 10 en punto.
Por fin libre de ser yo misma sin los ojos de Víctor sobre mi nuca.
Tome mi libreta que estaba oculta en un cajón, cada vez que la tomaba acariciaba la portada de cuero, un bello detalle de una de mis Ayudantes, el termino criada o sirvienta se me hacía un término un poco vulgar a alguien que te ayudaba ya sea en tareas que no podía hacer, por eso ayudante era algo mejor. Moví las páginas que ya estaban escritas y pare en las que estaban en blanco, tome mi pluma y la remoje en tinta azulada, comencé a escribir.
Querido diario. ¿Las chicas de ahora seguirán haciendo eso?, reí, tanto tiempo en esta tierra sin nombre que ya había olvidado lo que hacían las chicas normales de mi edad. Escribí lo de cualquier otro día, lo molesto que se volvía Víctor cada día, lo hermoso que era el Pueblo Alila, cada día que pasaba me enamoraba más de él, sus costumbres, belleza, elegancia, la forma en como contaban la historia de cómo antes surcaban los cielos en el Reino de la nube, junto a los Antiguos, una bella historia que no me cansaba de escuchar en diferentes versiones y en letras. Un hombre que conocía la galaxia y su esposa creadora de vida y sanadora. Mientras seguía escribiendo una leve ráfaga de viendo toco mi nuca. Sonreí, estaba aquí, me observaba, una mirada oscura como la noche más estrellada sin luna que me gustaba sentir. Siempre se sentaba al borde de la ventana que estaba al lado de mi habitación, justo detrás de mí, lo imagine sentado con una pierna apoyada en el borde de la ventana y la otra colgando.
- ¿Qué escribes ahora? –me dijo
-lo mismo- cerré la libreta y giré para verlo, como siempre estaba sin zapatos- ¿Qué no puedes conseguirte zapatos?
-ya estoy acostumbrado a estar sin ellos, además con o sin zapatos Elinor no me dejaría entrar
-no discutiré eso- sonreí- ¿Qué ocurre ahora?
Dejo de mirarme. Desde que nos conocemos conocía cada expresión y movimiento que hacía, esta vez jugaba con la pluma de metal de su arete, algo lo intrigaba y conocía esa intriga.
- ¿llego? –dije, yendo directo al grano
-eso creo, no estoy muy seguro de que lo sea
-Adam- me le acerque, apoyándome en el borde de la ventana- aunque no lo parezca, debemos intentarlo, ya han pasado dos años desde que lo estamos esperando, además el Portal de Alquimia nunca se equivoca al momento de llamar a un Reinante.
>> ¿Dónde está?
-En Pueblo Reloj
-bien
- ¿estas, segura de esto? ¿Qué pasa si no es el Reinante que esperamos?
-como dije, el portal nunca se equivoca, fue lo mismo con nosotros, solo que nosotros terminamos en nuestros respectivos pueblos y este chico o chica termino en medio de la nada.
Adam curveo los labios, dudoso.
-tu eres la mente en este grupo, ¿Qué es lo que se te ocurre? –dijo mirándome de nuevo
-esperaremos hasta mañana, e iremos al Pueblo de los Tick Tack
Adam sonrió de lado y levanto una ceja.
- ¿Un Herrero y una Alila en el pueblo de los Tick Tack? –rio un poco- interesante combinación, ¿podrás con esto, Reinante Edén?
-ay querido hermano- dije con un suspiro- siempre dudando de mí, soy una de las descendientes de la Reinante mayor, si no escuchan los are escucharme.
Nuevamente el reloj hace ruido. Las 12 en punto. El mañana era hoy. Y el tercer Reinante ya estaba en esta tierra.
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Everoth y Los Tres Dragones - Parte 1 ( Alex) (Trilogía los tres dragones)
FantasyTres pueblos. Tres profecías. Tres Dragones. Alex, Adam y Edén son tres estudiantes que terminan en una Tierra desconocida, donde cada uno tendrá que asumir su papel de Reinante, su descendiente Dragon. Buscar los Talismanes de dragón que tienen e...