Everoth y Los Tres Dragones - Parte 1 ( Alex) (Trilogía los tres dragones)

Capítulo 3 - Parte 4 (Alex)

El Baile Real de la Ciudad Elfica llego.

Me estaba terminando de arreglar. Era la segunda vez que me estaba lavando el cabello ya que no me gustaba como me lo estaba arreglando la sirvienta que se tuvo que ir dejándome solo con este problema, además de que descubrí que tenía una frente enorme, mi cabello rizado me lo cubría bastante bien para que no lo notara. Quite el exceso de agua con una toalla y me mire en el espejo, mis rizos estaban más largos, necesitaría un buen corte regresando a casa, acomode mi traje, ¿realmente me veía bien?, el traje fue echo solamente para mí como regalo de la Reina Cendérele. Llevaba puesto una camiseta blanca con botones con una corbata negra, llevaba igual un chaleco color negro y un saco color mostaza que tenía botones de metal negro, además de que el saco tenía un degradado en la parte inferior con forma de relojes, me coloque nuevamente los guantes que venían en conjunto de color negro, la verdad...esta ropa no iba conmigo, más que nada por el color, además de que tenía que llevar un sombrero de copa, me sentía como una versión rara del sombrerero loco. Suspire. Esto no era lo mío, volví a tratar de acomodar mi cabello y Adam entro a mi habitación.

-no te ves mal-dijo Adam

-si bienes a burlarte de mí, pierdes tu tiempo, no estoy de humor para que te burles de mi apariencia- dije sin mirarlo

-esta vez no es burla

Salí del baño y pude ver a Adam mejor y se veía fantástico. Se veía como de la realiza, llevaba un traje violeta oscuro, su saco tenia encaje que brillaba con la luz de la habitación además de que tenía hombreras y cuello alto, se estaba acomodando sus guantes de cuero negro, en vez de una corbata tenía un pañuelo blanco, tenía ventaja de que su cabello era más corto que el mío y no necesitaba peinarse, además de que su arete de pluma lo cambio por uno de un diamante pequeño, Adam se abotono los botones de plata que tenía su saco con cola larga.

- ¿Por qué me vez tanto? –dijo mirándome

-te...te vez...

Se me acerco demasiado que me puse nervioso, me giro al espejo que tenía en frente y tomo un peine y comenzó a arreglarme el cabello, peinando un lado de mi cabeza, alaciando mis rizos, tomo el sombrero y soltó una risita ya que tenía engranajes de oro de decoración, me lo coloco.

-listo, como todo un payaso –se vuelo Adam

Me hizo sentir más ridículo de lo que ya me sentía.

-gracias por bajarme más la autoestima, Adam- me coloque los guantes- no es mi culpa no verme tan señorial como tu

-es una broma- me acomodo mi sombrero- te vez bien

Esto era nuevo. ¿Cuándo fue la última vez que Adam me ofendió o discutimos?, se estaba comportando diferente y demasiado, lo volví a mirarlo y se acomodaba su saco.

- ¿te sientes bien? –dije

-sí, ¿Por qué?

Antes de que pensara en algo que decirle tocaron mi puerta, la voz de Edén sonó al otro lado de la habitación.

-chicos, ¿se encuentran vestidos?

-si-contesto Adam

Edén abrió la puerta de manera lenta y al entrar me quede sin aire al verla. No tenía palabras para describir lo nervioso y enamorado que me estaba sintiendo en ese momento, además de que no tenía palabras para describir lo bella, hermosa y magnifica se veía Edén. Llevaba puesto un vestido azul cielo que tenía muchas alas de mariposa además de que su escote era de corazón y se sujetaba por unos listones que se amarraban a su cuello, tenía su cabello peinado en una trenza que se veía bastante complicada en hacer, pero se le veía bastante bien y hacia que su rostro se viera más descubierto y limpio, llevaba unos aretes simples de zafiro además de un brazalete que llevaba puesto en el antebrazo izquierdo con una piedra preciosa algo grande en el medio, la avían maquillado un poco, sus mejillas con un rubor rozado, labios brillantes y una sombra de ojo azul electro. Radiante. Se veía radiante. Sus ojos azules cristalinos me miraron y me sonrió, acelerando mi corazón.