El rayo del sol traspasaba la puerta de cristal que daba al jardín, no tenía idea de que hora seria, pero tomé la sabana y cubrí mi rostro para seguir durmiendo. La habitación se calentaba lentamente por el sol, pero bastante agradable que no me molestaba estar cubierto por las sabanas de seda, olían bien, cálidas y suaves y entonces jalaron de ellas bruscamente, como me encontraba enredado en ellas caí al suelo, golpeándome la cabeza, sobé mi nuca y vi las piernas de Adam.
-buenos días, princesita- se sentó en la cama
Suspire de manera pesada.
- ¿Qué no existen maneras más fáciles de despertar? –frote mis ojos para poder ver mejor
-existe, pero para ti? –alzo una ceja mirándome- puede y solo en tus sueños lo haga
Coloque los ojos en blanco, me quite del suelo y recogí las sabanas, por un momento mientras las sacudía mire a Adam, no llevaba camiseta y solo usaba su pantalón de seda oscura violeta, no se veía muy bien, estaba desaliñado además de que se veía con cara de pocos amigos y eso que siempre la tenía, pero esta vez se le notaba mucho más.
- ¿Qué hora es? –dije sentándome a su lado
-no lo sé- se recargo en la cama- debe de pasar del medio día, no logre dormir nada en la noche
-acaso...
-alguien o algo intento entrar a mi habitación y llevarse los Talismanes, todo el tiempo me sentía vigilado- de un salto salió de la cama- las sirvientas llegaran pronto, despertare a Edén
Salió de la habitación, dejándome solo.
Como dijo Adam las sirvientas llegaron con ropa limpia y algo para que desayunáramos. Después de comer y vestirnos salimos de la habitación. La hora de las respuestas estaba a punto de llegar.
Antes de que vinieran a buscarme escondí entre los cajones la mascarara, lo que dijo Adam me dejo inquieto, no estaba dispuesto a cometer un error.
Las mismas Elficas que nos atendieron nos guiaron por los pasillos hasta la entrada por donde llegamos, nadie dijo nada, el silencio era tan tenso que comencé a comerme los pellejos de los dedos, Edén noto eso y tomo mi muñeca, sus labios se movieron para decirme algo, no lo entendí, pero con solo su tacto ayudo a que me relajara un poco. Las Elficas abrieron una puerta enorme echa de madera pulida y oro, mientras abrían una leve ráfaga de ciento nos dio en el rostro, lo que nos esperaba al otro lado nos dejó sin palabras, entramos con asombro y cerraron la puerta. Wau. Fue lo que salió de Edén al entrar a un gran salón de fiestas, paredes, suelo y techo hechos de mármol con grandes ventanas donde entraba el sol además de balcones lo que más nos asombrara era el árbol al fondo del salón, verde brillante y con flores que le colgaban como lianas además de que justo en frente estaba un trono de oro rosado con raíces de árbol que tenía flores rosadas rodeándolas como una erupción de fuego detrás. Además de admirar la belleza del salón nos quedamos en el medio de la habitación, ansiosos y con bastante miedo.
-este lugar es...-hablo Edén quitando algo de tensión
- ¿hermoso? –dije –lo es y bastante
-les agradezco la adulación, mis Reinantes- hablo una voz
Todos miramos hacia el árbol, bajaba por unas escaleras que no las notamos, una mujer bajaba con lentitud el resonar de sus tacones provocaba eco en el salón, se nos acercó y pude verla mejor. La belleza de los Elficos me parecía magnifica. La mujer Elfica tenía piel de porcelana como una caracola de mar de fuera y su interior rosado como sus mejillas, su cabello caía como cascada por sus hombros además de ser el color de la ceniza al igual que sus largas pestañas con ojos enormes, su iris del color de nubes de tormenta a punto de soltarse, se veía bastante joven además de tener esos peculiares aretes puntiagudos que le hacían de orejas, solo que los de ella eran más largos que salían de su cabello, llevaba un vestido color crema que le quedaba bien con su piel, bastante simple para alguien de la realeza, además de que no llevaba corona alguna, se inclinó ante nosotros.
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Everoth y Los Tres Dragones - Parte 1 ( Alex) (Trilogía los tres dragones)
FantasíaTres pueblos. Tres profecías. Tres Dragones. Alex, Adam y Edén son tres estudiantes que terminan en una Tierra desconocida, donde cada uno tendrá que asumir su papel de Reinante, su descendiente Dragon. Buscar los Talismanes de dragón que tienen e...