- ¡aggg, carajo! –me queje
Estaba en el suelo, Adam estaba de pie frente mío, cruzado de brazos, giro los ojos y suspiro.
-no estas concentrado- dijo ignorándome- necesitas tener la mente clavada en tu Reliquia, solo piensa en que quieres activarla, olvídate de lo demás
-hago lo que puedo- le conteste molesto- pero no me ayudas en nada empujándome al suelo, Adam
-fue solo un pequeño "empujoncito" de aliento- dijo con una media sonrisa
Suspire. Hacia una semana que Adam me estaba enseñando a usar mi Reliquia, también a defenderme de alguna forma, esa idea avía sido de él, supuestamente me enseñaría a protegerme de los Sinalmas, la verdad solo era para burlarse de mí y lograr golpearme. Edén dudo un poco al respecto de esa idea, pero al final accedió. Durante esta semana avía practicado con la máscara, no lograba ningún avance, tanto que me estaba frustrando bastante, avía veces que tanto era mi enojo que escapaba dentro del Refugio quejándome y después volvía a intentarlo, esta vez que me estaba esforzando al máximo a este idiota se le ocurre empujarme, desconcentrándome.
-solo te burlas- le dije mientras me ponía de pie- es lo que te encanta hacerme desde que comenzamos a entrenar
-cálmate, Alexito, intento ayudarte
-pues tus métodos son terribles- me quite la mascara
-no te enojes conmigo, trato de ayudarte a dominar tu Reliquia, puede y necesites otro método para lograr activarla
- ¿y ese método es empujarme y hacerme enojar?
-puede y lo sea
- ¡no puedo contigo! - dije mientras alzaba mis brazos y los bajaba en un golpe seco
Me adentre a la Casa Refugio. Edén me avía mencionado que Adam tenía un caparazón duro y que por dentro era alguien suave y delicado, ¡¿Por qué demonios le creí?!, era un sujeto molesto, un total brabucón, solo era "suave y delicado" con Edén, para mí se veía como mentiras y se desquitaba conmigo, no sé si lo aria con alguna otra persona. Me encerré en mi habitación, tire la máscara al suelo y me lance a la cama, tome una almohada y la apreté contra mi cuerpo, mi enojo no solo era por lo molesto que era Adam, si no también conmigo mismo, supuestamente soy un Reinante, tal vez simplemente me estaba mintiendo a mí mismo haciéndome creer que lo era, pero y si realmente lo era, ¿Por qué la máscara no reaccionaba a mí? ¿en serio era un Reinante? ¿podía seguirme mintiendo?, ¡ahhh!, que molesto, mentiroso o no, no sé qué estaba haciendo, tome la almohada y grite en ella, amortiguando el ruido, quisiera que esto fuera un sueño. Tocaron mi puerta.
- ¡lárgate, Adam! -grite
Nuevamente tocaron la puerta. Me levanté con brusquedad, me dirigí a la puerta.
-te dije...-tomé la perilla- ¡que te largaras!
Al abrir la puerta me encontré a Edén.
-E... ¡Edén! –mi cara ardió de vergüenza, mire el suelo- per...perdóname
-está bien- sonrió- ya me han gritado antes, estoy acostumbrada
Rasque mi nuca, la mire. Llevaba puesto un vestido de mangas largas, llevaba sus sandalias y tenía el cabello suelto, no llevaba sus alas puestas.
- ¿cansado? –pregunto
-irritado más bien
- ¿no lo lograste hoy?
Suspire, apoye mi frente en la esquina de la puerta.
-no, no lo logre
-no te desanimes, lo lograras, necesitas tiempo para aprender- dijo sonriéndome
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Everoth y Los Tres Dragones - Parte 1 ( Alex) (Trilogía los tres dragones)
FantasíaTres pueblos. Tres profecías. Tres Dragones. Alex, Adam y Edén son tres estudiantes que terminan en una Tierra desconocida, donde cada uno tendrá que asumir su papel de Reinante, su descendiente Dragon. Buscar los Talismanes de dragón que tienen e...