Después de hablar con millones de Elficos por fin podía estar un momento sola.
Me canse demasiado rápido de los saludos, reverencias, risas, sonrisas, blablablá. Con sumo cuidado y sin que me vieran regrese a la segunda planta donde se encontraba el árbol enorme. Decidí curiosear un poco por los pasillos de la segunda planta, me dirigí a la izquierda y caminé por el largo pasillo oscuro donde solo entraba la luz de luna por las ventanas enormes, tenia pensado entrar en alguna habitación, pero no había ni una, encontré algo mejor que esconderme en una habitación. Me detuve frente a una pintura gigante, la luz de luna hacia que la pintura brillara, era una pintura de una familia. Dos adultos y tres niños de alrededor de siete u ocho años, supe de inmediato quienes eran ellos.
Universo y Tierra con sus hijos.
La verdad era la típica pintura de la familia con semblante serio al igual que los niños. Aunque sus miradas se vieran serias y sin ánimos, podía jurar que sus ojos brillaban de amor. Me alegraba por fin poder ver como eran ellos, Víctor una vez me menciono que solo podría ver como eran los Antiguos y los Reinantes en pinturas y solamente en la Cuidad. Los mire fijamente, quería llevarme cada detalle de esta pintura en mi mente, para luego replicarlas en mi diario, claro si es que lograba captar la belleza de cada detalle. Cerré los ojos para recordar cada detalle.
Tierra, de cuerpo delgado y piel pálida como si fuera de mármol, su cabello largo de un verde brillante como si el sol iluminara el césped y ojos enormes de un verde esmeralda. Universo, alto y fornido con una mirada profunda con sus ojos del color del fuego, su piel levemente tostada como una rama de canela y su cabellera algo larga y risada color de la noche profunda. Ambos vestían como reyes en esa pintura, joyas brillantes, trajes finos y elegantes dignos de un rey y reina. Ahora sus hijos. La del medio claro que era Eclair, con su preciosa piel oscura chocolate, cabello corto del color de la nieve fresca, con sus ojos de pestañas blancas y ojos color zafiro, estaba sentada con las manos entrelazadas y las piernas rectas, además de vestir un vestido blanco con encaje azul, llevaba una corona pequeña de plata con piedras de lapislázuli, a su lado derecho estaba un niño algo alto, su piel pálida como la de su madre, pero no demasiado, su cabello perfectamente peinado hacia atrás color negro como el de Universo, sus ojos eran violetas, como la amatista, vestía un traje negro con cadenas y botones de oro, sacaba un poco el pecho, me dio aires de que era el Reinante de Adam, más que nada por su traje oscuro. Por ultimo el que se veía como Alex, pero en pequeño, Rabit, con su piel morena como la de su padre y los ojos verdes como su madre, tenia su cabello rizado castaño, tenia el cabello igual hacia atrás bien peinado, con un traje color cobre y botones de plata.
Abrí los ojos. Podía recordar cada detalle. Por alguna razón sentía algo de nostalgia, pudiera ser que esta pintura no capturara su mejor forma de mostrar que eran una gran familia, además de poderosa. Seguí caminando por el pasillo y encontré otra pintura, esta vez más natural donde solo estaban Tierra y Universo, juntos, mirándose a los ojos, sonriendo, bastante enamorados, podía notarlo en sus miradas, en especial en la de Universo que le sonreía de manera coqueta y hacia que la mano de Tierra tocara la suya. Pase a otra donde solo estaba Tierra, bailando, con un vestido blanco y con una gran sonrisa, se veía deslumbrante y hermosa, pase a otra pintura que fue de mis favoritas. Estaban los tres Reinantes, abrazados o más bien Eclair los abrazaba de manera forzada, pero parecía que a los otros dos no les importaba, Rabit y Eclair sonreían mientras Mondragón ponía una mueca algo avergonzado, me causo gracia, porque podía imaginarnos a nosotros, Alex, Adam y yo.
-bonita pintura, ¿no? – sonó una voz familiar, era Cendérele, se coloco a mi lado mirando la pintura- es una de mis pinturas favoritas
-se ven demasiado felices- dije
-sí, hago lo posible por que no se gaste la pintura, son especiales
La reina Elfica paso a mi lado, hacia otra pintura. Nos quedamos viendo la pintura de un Dragón verde brillante de perfil, era Tierra en su verdadera forma.
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Everoth y Los Tres Dragones - Parte 1 ( Alex) (Trilogía los tres dragones)
FantasiTres pueblos. Tres profecías. Tres Dragones. Alex, Adam y Edén son tres estudiantes que terminan en una Tierra desconocida, donde cada uno tendrá que asumir su papel de Reinante, su descendiente Dragon. Buscar los Talismanes de dragón que tienen e...