Capitulo 2 - Parte 11 (Adam)

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Estaba en mi tercer día de viaje hacia el Abismo de la verdad. Desde hace horas que me estaba siguiendo.

Tome un gran trago de agua y limpie las gotas que caían por mi barbilla, me encontraba sentado sobre la rama de un árbol, mire hacia abajo, no se encontraba nadie, solté un suspiro, sabía que me estaban observando, su aroma me llegaba, era tenue, pero lo suficiente para saber que me estaban persiguiendo. Estaba seguro que eran ladrones de ese pueblo Mixto que pase hace un día, si mi olfato no me fallaba eran dos Tick Tack ya que sus aromas eran más potentes juntos y un Alila, no tardarían en irse, los dos Tick Tack tendrían visiones mías yendo hacia el Abismo de la verdad, nadie se acercaba a ese lugar y ese pueblo es de los poco que están por estas áreas. Suspire, consulte el mapa que me dio Edén, a cómo veía aun me quedaban dos días más de viajes, el mapa tenia marcados los lugares a los cuales iría Edén y Alex. El primero en llegar seria Alex y Edén tardaría un poco más dependiendo si no se sobre exigía con sus alas, lo bueno es que la hice llevarse el ungüento por si llegaba a pasarle lo mismo de la otra vez. En lo que llevaba de viaje notaba bastantes cambios en el entorno, los árboles frondosos que conocía se volvieron simples ramas desnudas de corteza arrugada gris además de que le césped cambiaba a tierra carbonizada y eso tenía una explicación, de un libro pequeño que me entrego Edén antes de irme me hablaba de este lugar.

Decía que este sitio fue antes un bosque de lo más hermoso, sobre esta parte de la tierra estaba construida un segundo Reino más grande que la Ciudad Elfica que conocía, era uno de los más poblados por razas diferentes que convivían en paz, pero con la llegada de Everoth llego el caos, todo se marchito y se quemó, dejando ruinas y destruyendo una gran población de gente inocente, justo al lado de esas ruinas se formó el Abismo de la verdad, un sitio donde las almas que Everoth dejo desparramadas se quedaron clavadas, se decía que esa antigua población ocultaba secretos, secretos que nunca supieron que fueron revelados, hay el nombre del Abismo, se decía que escuchabas los susurros de los muertos diciendo las verdades que antes ocultaban, provocándote locura y haciéndote decir tus verdades que ellos absorben como alimento, haciéndote después una alma más que quedar clavada en ese lugar. No sabía si creer lo que me decía un libro, pero en esta tierra había visto un poco de todo, incluyendo la magia. Tome mis cosas para irme, mire antes mi alrededor, aun percibía los aromas de esos Mixtos, además de eso el antes bosque permanecía en calma, sin ninguna otra señal de vida que no fuera yo o esos tres idiotas que me estaban siguiendo, estire mis brazos y baje de un salto para caminar un momento. Mire el cielo, estaba gris, como si se estuviera a punto de caer una tormenta, me detuve y tome una gran bocanada de aire, mi alrededor olía a ceniza, escuche como una rama se rompía y gire hacia mi derecha donde me encontré a un Ciervo de asta azules, una criatura magnifica y bella que me miraba con sus ojos oscuros, además de ser una de las pocas criaturas que absorbía magia de su entorno para sobrevivir, su piel y astas se vendían muy bien en los mercados de los Elficos a lo que tenía entendido, por lo menos te daban dos bolsas repletas de gemas Elficas dependiendo del estado de la piel y las astas que eran de un azul eléctrico. Nos miramos un momento y entonces cuando di un paso al frente salió corriendo, no lo perseguiría, no valía la pena seguir a una criatura que no mataría, justo cuando estaba caminando otro ruido escuche y esta vez metálico, comencé a correr, sabía lo que era, solo esperaba que no hubiera caído, me detuve a medio camino cuando los aromas de los Mixtos estaban más potentes, me trepe a la copa de uno de los árboles y alcance a verlos.

Tuve razón al principio, eran dos Tick Tack y un Alila y vi como el ciervo estaba atorado en una trampa, no dudaron demasiado en matarlo de inmediato, fue un sonido desagradable el cómo cortaban su carne, debí salvarlo, pero así era esto. Permanecí quieto, observando como cortaban al ciervo en partes y guardaban la piel con cuidado, como veía los Tick Tack no tuvieron visiones de mi llegando, tal vez por la distancia o...realmente no lo sabía, sus dones eran extraños e impredecibles, me les quedé escuchando.

Everoth y Los Tres Dragones - Parte 1 ( Alex) (Trilogía los tres dragones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora