Capitulo 2 - Parte 2 (Adam)

10 0 0
                                    

-¡¡que no iras solo he dicho, Adam!! –alzo la voz Selene, muy pocas veces decía mi nombre

-no es tu decisión, Selen, es mía- dije evitando no irritarme- si no te das cuenta soy tu superior, tu Reinante y te cuento todo esto para que lo sepas, no para que me lo niegues

-y yo soy tu Mentora, soy como tu voz de la razón y estamos hablando del Abismo de la verdad un lugar en el cual ninguna persona regresa

Coloque mi pie en la mesa e incline un poco mi asiento, apoyándolo solo con las patas traseras. Estábamos en la biblioteca, esta situación la tenía planteada diferente en mi cabeza, la idea era que Selene entendiera que me iría de Pueblo de Hierro en la mañana para buscar mi Talismán, pero resulto ser diferente, se estaba negando a dejarme ir solo, sin protección, quería mandarme con un ejército de Guerreros Herreros con habilidades excelentes en la excursión, no necesitaba esto, no sacrificaría a los pocos guerreros que tenía este pueblo, Selene estaba siendo molesta e insistente, conociéndola si llegaba a escaparme rastrearía mi olor y mandaría a alguien en mi búsqueda, necesitaba convencerla.

-soy suficientemente capaz de protegerme a mí mismo, Selene- dije mirándola serio- ir a ese lugar no me lastimara

-no, pero si te matara- dijo Selene

Me levante de mi asiento con brusquedad, arrastrando un poco la silla.

-esto es una pérdida de tiempo- camine asía la entrada- si no vas a cooperar fue un error decírtelo

- ¡¿A dónde crees que vas, niño insolente?! –dijo alzando la voz

-a preparar mis cosas para mañana

Antes de poder salir, Selene tomo mi muñeca me giro hacia ella y golpee con la espalda la puerta, sus brazos me rodeaban los lados como una jaula, ¿Qué clase de posición era esta?, parecía sacada de una película de romance cliché, además para tener una estatura baja lograba intimidarme.

-No, no te dejare ir tan fácil- dijo mirándome con amenaza

Estaba nervioso, me sentía intimidado y rodeado por una bestia que quería comerme. Sonreí de lado.

- ¿en serio? –con mis dedos levante su mentón, mirándonos a los ojos- ¿y cómo piensas hacer eso, Presidenta Selene?

No supe que es lo que hice, pero fue como si me estuviera burlando de Selene o si la estaba retando de alguna forma, su ceño se frunció de forma tan aterradora que me aplasté más contra la puerta cerrada queriendo que me tragara por el miedo que le estaba teniendo a mi Mentora, pero ella bajo la cara, dejo de encerrarme con sus brazos y pude relajarme un poco. Mi error. Un golpe bajo hacia mi estómago hizo que callera de rodillas, mientras recuperaba el aliento Selene coloco un pie sobre la puerta, apoyándose, tomo mi cabello entre sus dedos apretándolo un poco, jalo mi cabeza hacia atrás, por cómo estaba Selene ante mis ojos era gigante.

- ¡no olvides quien fue la que te entreno todos estos meses, mocoso insolente! – dijo con los dientes apretados

-y...no dudo de tus habilidades, Selene- dije con dolor- perdóname, no debí provocarte así

Su mirada se calmó un poco, suspiro pesado. Entonces cayo de rodillas, su cabeza se apoyó en mi hombro, no me moví.

-solo...no quiero perderte, desde que tengo memoria siempre he perdido personas importantes a lo largo de los años- se separó un poco de mí, su gesto era triste, me recordaba a...el- tengo miedo a que mueras

Las lágrimas salieron de sus ojos oscuros, fue por instinto, pero sabía qué hacer, tal como Edén mis manos hicieron lo suyo, tomaron su rostro que se veía más pequeño con mis manos, mis pulgares acariciaron sus mejillas, no se movía, le sonreí de forma apagada, esto no lo hacía con ella.

-confía en mí, Selen, veras como conseguiré mi Talismán y terminaremos con todo esto de Everoth- limpie una lagrima que caía de su cara- lo derrotaremos

Suspiro, liberando presión. Su frente se colocó con la mía.

-ten mucho cuidado, Am- susurro

-lo tendré, Selene

.

La acompañe hasta su habitación. Antes de que entrara del todo me volvió a mirar, me sonrió, le correspondí haciendo lo mismo, fue lo único que hizo después de entrar a su cuarto. Permanecí quieto un momento, entonces recargué mi cabeza sobre la puerta de Selene, tenía el corazón en la garganta, me sentía demasiado avergonzado, jamás en mi vida o en el tiempo que llevaba en esta tierra se me hubiera ocurrido tocar así a Selene, si alguien nos hubiera visto pensarían que éramos algo, terminarían viéndonos de manera extraña, yo ya estaba acostumbrado a rumores que se expanden como una epidemia, pero no sabía cómo Selene tomaría las cosas, carajo, tal vez me estaba preocupando demasiado, este lugar es diferente no era como de la ciudad gris de donde éramos Alex, Edén y yo, conocía las miradas y las burlas que te lastimaban, de alguna forma me dejaron dañado.

Suspire. Selene solo me cuidaba como una hermana mayor, cumpliría lo que me pidió, no moriría, conseguiría mi Talismán, derrotaríamos a Everoth.

Volví a la biblioteca, me senté en el sofá y miré la por la ventana enorme, la noche estaba despejada, dejando que la luna y las estrellas brillaran con intensidad, por mi cabeza paso la pregunta de ¿Cómo estarían los otros dos?, en especial a Edén, conocía a su Mentor lo suficiente como para saber que no la dejaría ir sola a ese lugar, así como yo no quería que se fuera, fui un tonto al subestimarla, ella llevaba más tiempo en esta tierra y conocía cada leyenda, lugar y peligros que se podía encontrar, claro que jamás se enfrente a unos, solo se los decían en los libros, pero con su Mentor podía confirmarle que cosas existían y que no, lograría protegerse ella sola. Me recosté en el sofá y respiré profundo.

Ya esperaba el amanecer.

Everoth y Los Tres Dragones - Parte 1 ( Alex) (Trilogía los tres dragones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora