Everoth y Los Tres Dragones - Parte 1 ( Alex) (Trilogía los tres dragones)

Capitulo 2 - Parte 14 (Alex)

La luz del sol me cegó al salir del agua, nadamos a la isla que se encontraba más cerca que de la orilla de donde llegamos y se encontraba Péndulo. Nos quedamos en el borde de la isla, recostados tomando aire.

-Liz...¡¡Lizandra!! – salí del agua y la saque de la orilla- ¡¿Estas bien?! ¡¿Qué fue lo que hiciste?!

-¡¡Alex!! – se me abalanzo, abrazándome con fuerza- ¡qué alegría, pensé que te perdería!

Suspire. Me separe de ella con lentitud, tome sus mejillas frías y mi frente toco con la suya, cerré los ojos, estaba a su lado, me avía salvado, ¡¡¡Pero eso no justificaba el hecho de ponerse en peligro!!!, le di un cabezazo.

-¡¡maldita idiota!! ¡¿Cómo te atreviste a entrar al lago?! – le grite

- ¡¿Ah?! –froto su frente- ¡¡¡para salvarte idiota!!!

-¡¡no debiste hacerlo, hubieras dejado que me ahogara y tomar el Talismán!!

- ¡¿Qué eres tondo?! ¡¡le prometí a la Presidenta protegerte y llevarte a casa!!

-¡¡¡ESTA NO ES MI MALDITA CASA!!!

Quedamos en silencio. La mirada de Lizandra era de traición, me avía pasado, la lastime, me quite el cabello de la cara, me aleje más del agua y me recosté en el césped de la isla, mire un momento las hojas en movimiento del árbol, cubrí mis ojos con el antebrazo.

-perdóname- dije con voz baja- no fue...mi intención

Lizandra exhalo.

-tranquilo, sé que no lo era- escuche como caminaba hacia mi lado y se sentaba- necesitamos volver

-pero...

-no volveré a dejarte solo- dijo con firmeza- estuviste a punto de morir ahogado y yo...lo estaba presenciando

La mire y ella cubrió su cara. Sollozaba. Mierda.

-si no fuera...una estúpida Hibrida- se dijo- hubiera llegado a tiempo

Tome sus manos.

-no vuelvas a decir eso, eres un ser maravilloso, hermosa, inteligente, valiente y arriesgada, no pienses eso de ti- limpie sus lágrimas- necesitamos un plan para evitar a los Miradores

- ¿Qué fue lo que viste cuando estabas en trance?

-no...no lo recuerdo- mentí

Me avergonzaba decirle lo que me mostraron los Miradores. Me mostraron engaños, vieron mis deseos más profundos y los volvieron realidad en mi cabeza, algo que ahora me desagradaba desde que Lizandra me saco del trance, algo que siempre quedaría en mi cabeza era el rostro de Edén, besándome, diciendo que me quería, deseaba borrarlo, no era verdad, pero el sentimiento de quererlo de verdad...me daba asco ser tan patético. Tome aire y mire el agua, los Miradores no nos siguieron hasta la superficie, tenían una debilidad si no tenían donde esconderse, si mal no recordaba sus raíces no eran lo bastante gruesas, se podrían cortar con facilidad si es que llegaran a atraparnos, una idea llego a mi cabeza, pero necesitaba a Lizandra.

- ¿Cuántas Ciruelas de mar nos quedan? –dije

Saco las frutas moteadas de la bolsa, nos quedaban tres.

-okey, tengo un plan, tendrás que ayudarme con los Miradores mientras yo tomo el Talismán, intentare hacerlo lo más rápido posible- asintió- ¿no te ha llegado alguna otra visión?

-no, siendo una Hibrida mis visiones llegan tarde, probablemente lo tenga dentro del agua, si me quedo quieta no me ayudes, durara unos segundos y volveré en mí, tu procura tu Talismán- asentí con inquietud a lo que me estaba diciendo- bien- tome una ciruela y ella también- ¿listo?