resúmen: le das sexo oral por primera vez a ymir.
nota: es un o.s muy cortito.
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están en el camino de regreso de un bar lésbico, donde ustedes dos estaban viendo un acto de comedia y bebiendo cervezas y cócteles y divirtiéndose tanto que ninguna de ustedes quería que terminara así. ymir con sus jeans negros ajustados, una camisa combinada con cadenas doradas y un bonito sostén de encaje que te llama la atención de vez en cuando, y tú con el atuendo más bonito que tienes porque quieres impresionar a ymir, quieres ser la pareja más bonita a su lado que todas envidian, te ha dicho que eres bonita toda la noche, susurrándotelo al oído, declarándoselo a la camarera, preguntándoselo a sus amigas y fulminándolas con la mirada hasta que estuvieron de acuerdo, y ella te está llamando bonita ahora, la chica más bonita que ha tenido nunca.
—Mírate, lo haces tan bien para mí.
estás entre sus muslos, la barbilla brilla y gotea, las mejillas un poco pegajosas y la mandíbula duele discretamente, pero Ymir tiembla a tu alrededor con cada movimiento aprendido de tu lengua.
—Joder bebé, comiéndome tan bien, ¿estás segura de que nunca has hecho esto antes? —Sacudiendo la cabeza, cierras los ojos y gimes ante el sabor de ella inundando tu boca, cálido, pegajoso y tan, tan bueno.
Descubriste que a ella le gusta que la chupen hace mucho tiempo; su cuello, sus dedos, su correa, así que tiene sentido que agarres sus labios y succiones y tires suavemente antes de aferrarte a su clítoris y ahuecar tus mejillas.
—¡Ja! Correcto, no te detengas ¡Mierda!
Ella está a medio camino de aullar, empujando con una mano la parte superior de tu cabeza para acercarte más y la otra empujando debajo de su parte superior, pellizcando y apretando su pecho con cada ondulación de sus caderas. Ella te está usando, frotándose contra tu cara y haciendo que tu agarre en su clítoris caiga, pero está bien, tiene la pelvis en el ángulo correcto para que puedas enrollar tu lengua dentro de ella, sin ritmo o patrón real porque es tu primera vez, pero ella se corre sin embargo, toda estática y sacudida en su vientre, apretando tan fuerte sobre tu lengua retorcida y retorcida que resoplas y gruñes, y eso la envía aún más al límite.
Con los muslos temblando, el pecho agitado y apenas capaz de decirte una palabrita sucia, está asombrada por su pequeña y bonita bebé arrodillada entre sus piernas, sus ojos llenos de inocencia, preguntándose cómo lograste que se corriera tan fuerte y ¿de qué? ¿Sentada allí, gimiendo cuando lo hizo, apretando sus muslos con dedos temblorosos y teniendo esta falsa confianza en ti cuando en realidad eres solo un dulce sol que nunca ha chupado un clítoris en su vida?
—lo llamo mierda, esta no es tu primera vez, —jadea Ymir, sintiendo que trazas pequeños besos sobre su monte de Venus y acaricias la prolija mata de cabello allí.
—Lo es, lo prometo —murmuras, mirándola tímidamente—, ¿puedo intentarlo de nuevo? Quiero ser realmente buena.
—No necesitas tanta práctica bebé, en absoluto, créeme.
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créditos, honeymaki