resúmen: montar muslo.
armin arlert
armin necesita que le digan qué hacer. Sabe que eres tú quien hace todo el trabajo y todavía le gusta que tengas que forzar lo que quiere de él. Sus manos siempre están tan nerviosas sobre tu piel, tan inseguras de lo que debería estar haciendo con tu cuerpo. Le encanta tener tu coño caliente contra su muslo desnudo, sentir cada gota de tus jugos recorriendo su piel mientras lo usas para correrte.
—¿Qué quieres, mi amor? ¿Quieres que me quite estas bragas?
—S-sí. Joder, joder, eres tan caliente. Podría correrme en mis pantalones con solo verte así, mi amor.
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porco galliard
a porco le encanta bromear contigo. Sus palabras nunca se detienen cuando estás montando sus gruesos muslos. Nunca hay un momento en el que pueda negar que te dejes llevar por él, especialmente cuando tus gemidos por él son tan desesperados y hermosos. Sabe exactamente cómo ponerte en marcha, rebotando su pierna, flexionando sus cuádriceps, hará cualquier cosa para que ruegues por él.
—Mírate, niña, follando mi muslo como si ni siquiera estuviera aquí. Apuesto a que quieres montar mi polla así también, ¿eh? Haz que te corras primero y luego lo pensaré, bonita.
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levi ackerman
levi se enoja mucho cuando quieres usarlo. Siempre es cuando está ocupado con algo, y la única razón por la que se enoja es porque no puede brindarte la atención adecuada que mereces. No le importa que lo uses como un juguete para follar, solo desea poder follarte correctamente. Lo perderá por completo si intentas besarlo en cualquier lugar.
—Cuidado, mocosa. ¿Por qué nunca puedes estar necesitada así cuando tengo tiempo libre, eh? Siempre tienes que venir aquí y hacerme enojar mientras te corres. Ni siquiera puedes follarme el muslo correctamente, mírate luchando por correrte sin mi ayuda.
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jean kirschtein
jean apenas puede soportarlo cuando montas su muslo. Él no puede manejar el calor que estás irradiando o los gemidos que emites directamente en su oído. Se necesita todo para que él no te folle en ese momento y lugar. Sus manos están tan apretadas en tu piel que se ve obligado a soportar verte darte placer con él. Solo quiere hundir su polla en ese agujero tuyo que gotea y que le está arruinando los pantalones.
—Por favor, joder, por favor bebé, te necesito tanto. Mira lo duro que soy para ti, no puedo más, necesito tu coño.
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eren jaeger
eren es tan malo cuando lo usas. Él sabe muy bien que no puedes hacerlo solo, lo necesitas, más que solo sus muslos. Le encanta verte luchar por correrte, rogándole que te folle adecuadamente para que finalmente puedas correrte. Podría observarte durante horas tratando de correrte, escuchando tus súplicas de que no puedes hacerlo sola.
—Querías esto, niña bonita, vas a correrte en mi muslo por tu cuenta antes de que puedas tener mi polla. Te ves tan desesperada jodiéndome así, qué patético que ya ni siquiera puedas hacer que te corras.
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reiner braun
reiner es muy alentador para ti. No quiere nada más que verte sentir eufórica. Sus labios están constantemente sobre los tuyos, tragando tus gemidos mientras te frotas contra sus músculos. Reiner hará cualquier cosa para ayudarte a correrte, sin siquiera pensar en dejarte colgada.
—Eso es, bebé, te ves tan hermosa montándome así. Te vas a correr para mí, ¿sí? Córrete para mí y haré lo que quieras, solo quiero escuchar esos gemidos tuyos.
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connie springer
connie es adicto a ti. Tiene que rogarte que montes sus muslos, no se cansa de sentir tus jugos calientes goteando por su piel mientras lo usas. Es como su propio porno personal cuando puede recostarse y ver cómo te follas con él. Una y otra vez suplicará por ti, sin importarle si tiene la oportunidad de correrse.
—Una vez más, por favor, muñeca. Sé que estás cansada pero necesito que vuelvas a correrte sobre mí, por favor. Sólo uno más y puedo cuidar de ti, ¿sí? Sé que puedes hacerlo por mí.
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erwin smith
erwin es exigente contigo. Tan reprimido por el estrés y la frustración que solo quiere verte complacerte con él. A él no le importa si estás ocupada, manos grandes agarrarán tus caderas y te tirarán hasta su regazo. Él es muy útil también, guiando tus caderas contra su muslo, el pulgar presiona tu clítoris hasta que tus dientes se hunden en el hueco de su cuello para amortiguar tus gemidos.
—Ha sido un día tan largo, mi amor. Te ves tan hermosa cuando te corres, quiero verlo, quiero oírte gemir mi nombre. Puedes hacer eso por mí, ¿verdad?
fuente, papijean.