03.

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    COMPRENSIÓN

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COMPRENSIÓN.

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Conner despertó al día siguiente, sintiéndose sumamente confundido. Al instante en que abrió los ojos, observó el lugar en el que había estado durmiendo. Ya se había acostumbrado a los rayos brillantes del sol sobre su rostro, con la vista panorámica de los árboles, que cuando vio el cielo azulado no supo que pensar. De pronto su visión se interceptó por una maraña de cabello castaño y le costó un momento identificar el rostro de Daryl. Conner había dormido con la cabeza recargada en el hombro del cazador, mientras que Daryl a su vez reposaba sobre su cabeza, uno encima del otro.

Tardó unos momentos en recordar que había conocido a un nuevo grupo y la última vez que estuvo con ellos fue durante la excursión en busca de suministros luego de encontrar la iglesia. Se le revolvió el estómago y unas ganas de gritar le surgieron. No sabía cuánto tiempo había pasado desde esa ocasión, ni cómo había llegado a ese lugar, con el hombre que lo despreciaba a su costado.

Miró por primera vez el ojo morado de Daryl, producto de la batalla en Terminus y entonces recordó que uno de los suyos había cometido un acto que puso los ojos del hombre sobre él. La idea de que algo igual de desastroso hubiese ocurrido para terminar en esa situación, lo alteró. Antes de que pudiera pensar en otra cosa, se encontró levantándose del suelo a hurtadillas mientras mantenía los ojos abiertos en pánico.

Daryl se quejó, su cabeza quedó sobre el aire cuando Conner se apartó y le fue imposible continuar durmiendo. Conner lo veía con una expresión de horror, mientras Daryl estaba bostezando sin apartar los ojos de él.

ㅡ ¿Cómo es que.. tú... yo...

Pero confesar no recordar nada era exponerse a sí mismo. No estaba listo para esa conversación. Para su suerte, Daryl se estiró al mismo tiempo que se ponía de pie mirándolo sin interés.

ㅡ Tienes la cabeza dura ㅡ dijo con voz aún más ronca por haber despertado. Conner separó los labios, repentinamente en pánico mientras ideaba algo que decir, pero para su suerte, Daryl distinguió su incomodidad y le mostró una expresión relajada, la primera dirigida hacia él ㅡ. Nuestra charla aún no ha terminado.

Bang, Bang! (Daryl Dixon) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora