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Le'ah caminaba directo al muelle, algunos de su pueblo la saludaban y ella correspondía ese saludo. Sus hermanos habían salido antes que ella, así que se vio el la obligación de salir también.

Oel ngati kameie, Le'ah —saludó uno de su pueblo, ella hizo lo mismo.

—Te veo.

—Frutas para el camino —Le'ah puso sus manos, siendo estas llenadas con pequeños cortes de frutas marinas.

Irayo* —tomó una pequeña porción y la llevó a su boca, sintiendo el exquisito sabor de esta—, kìyevame*.

Eywa nugáhu*.

Siguió caminando a su destino, comiendo frutilla para poder terminar antes de llegar.

—Hola —quién apenas llegaba se ubicó a su lado—, si viniste.

—Neteyam —ella desaceleró su paso y le ofreció algo de frutilla—, claro que iba a venir, ¿que te hizo pensar que no?

Neteyam miró con curiosidad aquella fruta, luego tomó unos cuantos trozos.

—Por la reacción de tu padre y madre deduje que son estrictos contigo.

—Uhmm —Le'ah llevó otro trozo mientras pensaba una respuesta—, tienes razón, sin embargo aquí estoy, gracias a ti.

Neteyam arrugó su nariz mientras sonreía.

—Dame más —se acercó a ella para poder conseguir otros trozos de frutilla, ella esquivó eso—, ¡oye!

—Ya comiste —rió y llevó una grande porción a su boca—, bromeo —le entregó lo que había quedado en sus manos, unoz trozos aceptables.

—No, ya no quiero.

Ella negó ante la actitud de él.

—Entonces no comas —Le'ah volvió a llevar un trozo a su boca.

—No, mejor si dame.

Ella le extendió su mano, el tomó esta vez una gran porción.

—¿Nervioso? —Le'ah limpio sus manos entre si.

Neteyam terminó de masticar aquella frutilla, siendo deleitado por el sabor, algo que no había probado antes.

—Un poco -—él también limpio sus manos—, en mi hogar solían haber pequeñas cascadas o ríos, así que mis hermanos y yo solíamos ir a nadar, sin embargo esta es la primera vez en un mar.

Ella tenía una mirada comprensiva.

—La primera unión con el mar es una experiencia que queda guardada en nuestros seres, y eso ocurre ocurre cuando nacemos, el mar une todas las cosas —ella le tomó el hombro, animándolo—, tendrás muy presente esta experiencia, porque ya eres conciente de las cosas a tu alrededor.

Neteyam llevó sus orejas atrás y sonrió, sientiéndo como su miedo y nervios abandonaban su cuerpo.

—¿Extrañas tu hogar? —preguntó ella de repente.

Aloha Oe - Neteyam Sully (Avatar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora