Aloha Oe - Neteyam Sully (Avatar)

001.

—¿Disculpa? — ella enderezó su postura, poniendo total concentración a las palabras de su padre, Reya, su hermana, la miró con ojos de preocupación.

No lo creía, o quizá no lo quería creer, todo se sentía tan irreal en ese momento, ella se sentía fuera de si. Sabía que ese momento iba a llegar, es decir, fue criada toda su vida para eso y se le inculcó aquella idea desde que tenía memoria.

Pero justo ahora se sentía indefensa, bajo la mirada de su padre, Tonowari.

—Tu madre y yo lo hemos decidido, ya es hora.

Esas palabras la terminaron de desmoronar, igual que cuando su padre le prohibió mantener el contacto con su hermano espiritual, igual a cuando su Tulkum, ese hermano desapareció de su vida y aunque lo haya buscado a escondidas de su padre, nunca lo encontró.

—No, no puedes hacerme esto —inconscientemente se puso de pié tirando aquella manualidad que se encontraba haciendo junto a Reya.

No supo de dónde sacó el valor en ese momento, pero de repente se sintió tan fuerte, quizá porque Reya estaba ahí, apoyándola con su mirada.

—Que te he dicho de responderle a un Olo'eyktan.

Ahí estaba él, exigiendo el respeto como el líder que era, y en cierto modo se lo merecía, pero Tonowari nunca había exigido el respeto como padre.

El mayor alzó su postura, momentos después suavizó su mirada al ver la postura de Le'ah, al saber que camino estaba tomando esta charla que el planeó que fuera 'tranquila'.

—Mira, ya estás mas que preparada para ser una líder del este clan, la Tsahìk.

Tsahìk había sido un título que nunca le había quedado, se mantenía mayormente en tierra desde sucesos anteriores, y por eso mismo sentía que la conexión con su entorno, con Eywa ya no era tan fuerte.

Pero en todos estos años aprendió a callar, después de todo, él era el líder, su padre, y simplemente tenía que seguir sus órdenes, por su bien y por el bien del clan.

Tonowari, al ver el silencio de ella continúo hablando.

—He recibido más informes de caza de Tulkums, Le'ah, es cuestión de tiempo que lleguen a estás tierras.

—Si pero los Tulkums ya no habitan aquí.

—Pero pueden regresar, en cualquier momento.

Derrotada, volvió a sentarse sintiendo la mano de Reya acariciando su espalda suavemente en forma de consuelo.

Eso le daba ánimos, es decir, si las cosas se daban, tenía que tener presente que todo lo hacía por el clan, por sus hermanos.

—Bien —pronunció en casi un murmuro—, dime con anticipación cuando iremos a visitar los clanes.

Tonowari hizo una seña de aprobación y dejó el lugar.

La habitación quedó en silencio, el ambiente había quedado tenso y el rostro de Le'ah decía mucho más que las palabras.

Tomar cargo del clan no era tan malo, era un sueño que siempre había querido cumplir de pequeña, ser líder, dirigir y guiar a sus hermanos, tanto de sangre como los que no.

Pero todo sueño no se cumple fácil, Tonowari le había puesto una condición: si quería dirigir el clan, debía comprometerse con un primogénito de otro, solo para unir fuerzas, ser un solo clan, y claro, para que ella no esté sola en el liderazgo.

Ya que todo clan siempre tiene sus dos líderes, el Olo'eyktan, quién era el líder del clan, y luego estaba la Tsahìk, quién era la líder espiritual.