𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟒

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Allie

Las decepciones durante nuestras vidas suelen ser cosas que analizamos y pensamos: me gustaría volver al pasado y cambiarlo. Haber evitado llevarme esa desilusión. 

En esos momentos, pasamos por alto que esta vida no es un camino recto. Tiene subidas, bajadas, y a veces también podemos caer en grandes hoyos. Podemos tener muchos disgustos a lo largo de nuestro recorrido, pero siempre nos llevaremos una enseñanza o un recuerdo de lo que fuimos en su momento. 

Personalmente, no me consideraría como una persona valiente. Pero si se que me estoy esforzando por seguir adelante y vivir mi vida como cualquiera merece. Pero a veces me preguntaba si yo lo merecía, hasta que me quitan la venda de los ojos. Como cuando te tapan los ojos por mucho tiempo, y luego de abrirlos no puedes ver con claridad.

—Esperen, ¿al menos puedo tener contexto de lo que está pasando?

Sarah preguntó con confusión, acomodándose sobre el sofá grisáceo frente al televisor. 

Me quedé a su lado de pie, cruzada de brazos. 

Ambas estábamos envueltas en toallas, con nuestro cabello húmedo por la terrible lluvia que atravesamos para llegar hasta casa de George. Aunque estuviésemos a un puto paso de distancia.

—Buena pregunta... —pensó George mientras revisaba un armario viejo. —Si quieres saberlo todo, —tomó unas cuantas mantas y las lanzó sobre el sofá. — debes ponerte cómoda. 

—Ey, tampoco que fuese una puta película. 

—Si si, lo que digas. —George contestó despreocupado. 

Sarah se mantuvo en silencio y yo la recorrí con la mirada. Su pelo ondulado se acentuaba más así, húmedo. Sus pequeños ojos oscuros paseaban por el sótano de George.

Solíamos jugar mucho aquí cuando éramos niños, a las escondidas específicamente. También nos reuníamos todos a hacer pijamadas y mirar películas. No había estado aquí desde... desde que Kit se alejó de nuestro grupo.

Nos quitamos de encima las toallas y me acomodé junto a ella, abrazando mis piernas contra mi pecho. descansé mi barbilla sobre mis rodillas, atenta a cada movimiento de George hasta que decidiera explicar porque mierdas estábamos aquí.

—Bien, voy a contarte la historia... un tanto resumida. Atenta chica lesbiana.

George se sentó sobre la alfombra frente a nosotras. Sarah asintió lentamente mientras acomodaba la manta al rededor suyo. 

—George será mejor que hagas esta mierda rápido. —aseguré.

—Bien. Había una vez un chico emo que tenía un maravilloso grupo de amigos. En eso, sin que nadie lo sepa, él se enamora del chico con cara de hetero y viven un lindo romance gay. 

—Wow, maravillosa historia Georgie. —Kit negó con la cabeza. 

—Cierra la boca. —advirtió George rápidamente. 

—Cuando pensé que comenzaban a llevarse bien otra vez...

Él solo hizo un ademán para que me callara, lo que hizo que rodara los ojos. 

—Bien... Luego de eso, el señor cara de hetero abandonó al grupo repentinamente, por lo tanto al chico emo también. 

—No fue así. —aclaró Kit. 

—¿Y cómo carajos fue? Dime. 

—Yo terminé con él luego de que mi padre nos descubriera. A partir de ese momento me prohibió juntarme con ustedes porque creía que eran mala influencia para mi. Así que me obligó a convivir con Austin debido a la amistad que tiene mi padre con el señor Stewart. —explicó.

Los ojos nunca mienten © [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora