𝕀𝕟𝕤𝕚𝕕𝕖 𝕄𝕪 𝕄𝕚𝕟𝕕 [𝐓𝐎𝐌𝐀𝐑𝐑𝐘]

𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐕𝐈𝐈𝐈

Hogwarts, Ubicación Inconcebible, Escocia, Gran Bretaña

Sábado 29 de mayo de 1993

22:10 PM

Tan pronto como se aclaró la luz, Bella entró. Miró a su alrededor con asombro. La habitación era amplia y abierta. Había una silla de respaldo alto que estaba girada hacia el fuego, pero habían estaterías de libros de una milla de altura. Tantos libros y parecían nuevos. Las páginas parecían recién cortadas por lo que Bella podía ver. S e quedó boquiabierta cuando se dio cuenta de que una persona lo había escrito todo.

La Niña que Vivió de repente recordó para que había venido allí. Escaneó el área antes de mirar la chimenea. Yaciendo justo en frente del manto habían dos niños, sus manos entrelazadas. Bella corrió y los miró.

El cabello de Ginny estaba esparcido en un halo y su rostro se veía relajado. Gideon estaba tan pálido como su hermana, lo que provocó que sus pecas resaltaran hacia ella. No parecía tan relajado como su hermana. Parecía atormentado. Alrededor de sus cuellos, uniéndolos entre sí había una cadena de oro. El símbolo de las Reliquias de la Muerte colgaba de la cadena dorada.

Bella tocó con su mano la mejilla de Gideon. Estaba frío y su piel se sentía ligeramente cerosa. Ginny estaba un poco más cálida que él, pero solo un poco.

—Bueno, ¿No eres bonita?

Bella se dio la vuelta, sin reconocer la voz.

Sus ojos se abrieron cuando encontró la fuente. Un chico estaba sentado en la silla frente a ella. Su pierna estaba cruzada, remilgadamente y estaba sentado con la espalda recta. Tenía un libro grande con tapa de cuero en su regazo.

Los penetrantes ojos azul marino estaban bordeados de círculos oscuros y tenía un rostro anguloso. El cabello rubio claro se asentaba en su cabeza y caía sobre sus hombros en rizos salvajes. Sin embargo, Bella sabía que era un mago. El chico tenía puesta una túnica gris oscuro. Parecía tener 17. En general, era hermoso.

—¿Quién eres tú?— Preguntó Bella, en voz baja. Se colocó frente a los gemelos, lista para bloquearlos de cualquier ataque.

—Podrías llamarme un testigo.— Dijo el hermoso chico, sin darle importancia. Bella lo miró con ira.

—¿Por qué no hiciste nada?— Exigió. El hermoso muchacho se encogió de hombros.

—No tengo varita. No están muertos. Entonces...tú eres Bella Potter. Que placer conocerte.— Dijo el chico. Bella lo fulminó con la mirada, incluso si un ligero rubor cubría sus mejillas.

—Sí, soy Bella Potter. ¿Qué pasó aquí?— Bella preguntó, girándose hacia Gideon y Ginny. La Niña que Vivió apartó con ternura un rizo suelto de la frente de Gideon. El chico la estudió detenidamente.

—Pagan el precio de abrir la Biblioteca.

—¿QUÉ? ¿Abrieron la Biblioteca? Pero...pero pensé que les agradaba.— Dijo Bella, en estado de shock. Los labios del chico se curvaron en una sonrisa cruel mientras examinaba la sorpresa de Bella. Bella ni siquiera se dio cuenta. Miró a los gemelos con una sensación de traición llenándola.