Se sentía extraña de tener la blusa de Natasha en su oficina, tenía impregnado su aroma, no sabía donde ponerla así que la había dejado encima de su regazo, aunque había hecho lo posible para estar cerca de ella todo el día, era feliz al saber que la maestra sí la tenía en consideración, parecía que sí le gustaba ella de otro modo, más allá de lo carnal, el detalle de los chocolates se lo confirmaba, veía la hora impaciente para que llegue, ya iban mitad de semana, no podía creer que en solo tres días ya se había acostumbrado tanto a ella, necesitaba su presencia, estaba pensando seriamente en ir a verla a la última de sus clases, sentía que debía compensarla en demasía por lo que había hecho en la mañana por ella no quería ni siquiera pensar en su ex, había arruinado el inicio de su día completamente cuando la escuchó entrar y al alzar la mirada se dio cuenta que no era Natasha, no entendía lo que ella quería ahora, tampoco quería averiguarlo, esperaba que la escena con la maestra por la mañana mantenga a Sylvie lejos.
La puerta se abrió de improvisto y sonrió al ver a la pelirroja aproximarse hacia ella con una ligera sonrisa, su blusa le sentaba bien, aunque se moría por quitársela y repasar la marca que le había hecho por la mañana.
– Hola, sexy – Sonrió notando como Natasha se sonrojaba
– Hola, brujita – Escuchar su voz con ese tono solo la hacía sonreír más
– Hoy te tardaste ¿Por qué? – Preguntó haciendo un puchero e inclinándose hacia ella por encima del escritorio
La maestra sonrió al tenerla tan cerca, no se resistió en juntar sus labios con los de ella, mientras acariciaba su mejilla, Wanda posó ambas manos en su cintura queriendo jalarla hacia ella, Natasha rio levemente alejándose de sus labios.
– No puedo traspasar objetos sólidos por más que me jales hacia ti – Se burló la maestra
– Ponte al lado mío, donde perteneces – Sonrió dejándole otro beso rápido y sentándose de vuelta en su sillaNatasha tomó la silla de enfrente y la puso a su lado, tenía una necesidad gigante de estar con ella, sentía que se volvía cada vez más dependiente.
– Entonces... ¿Por qué te tardaste? – Volvió a preguntar tomándola del mentón para que la vea a los ojos
Natasha rio levemente, le encantaba las miles de sensaciones que provocaba Wanda en ella y más ese tono demandante con el que exigía su presencia – No me di cuenta de la hora, me pasé un rato corrigiendo en el salón – Se acercó más a ella rosando sus labios – ¿Por qué? ¿Me extrañaste? – Soltó con un tono juguetón
– Mucho, no paro de pensar en ti todo el día – Fue sincera – Me tienes en las nubes, Nat – Sonrió ligeramente atrapando su labio inferior entre los suyos y empezando a besarla sentía la sonrisa de ella en sus labios y lo tímidas de sus manos que tocaban su cintura
Natasha había sentido todo el día como si estuviera a su lado, le encantaba llevar la ropa de ella puesta, su mente había empezado a volar en direcciones en las que no debía, pero su cercanía y sus besos, también el escucharla decir esas palabras hacían que sus ilusiones crezcan, coló una mano debajo de la blusa de la directora tocando su piel mientras seguían compartiendo ese beso que era cada vez más profundo, sus lenguas se tocaban buscando alguna que domine, pero el aire se necesitó primero y tuvieron que separarse.
– ¿Lista para tu recompensa? – Emitió Wanda intentando recuperar la respiración
– Listísima – Asintió sentándose en las piernas de la directora
La castaña sonrió abrazándola a ella, no quería que este juego pare, no sentía que podría un día solo tenerla enfrente suyo sin darle ni un beso, ocultó su rostro en su cuello no queriendo pensar que podría llegar a pasar.
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Lust & Loss | Wandanat
Fanfiction[AU +18] Natasha Romanoff era una profesora de escuela, llevada al camino de la docencia por su secreta admiración por la directora de la institución en la que trabajaba, quien también era su amor secreto, un día como cualquier otro encuentra que es...